Los mejores libros de 2016

Los mejores libros de 2016

Esta selección de fragmentos de comentarios publicados a lo largo del año, en los que nuestros críticos destacaron algunos de los títulos sobresalientes de la oferta bibliográfica, conforma una buena guía para que no se nos escapen autores y textos que vale la pena leer.

08 Enero 2017
El hombre que inventó la literatura argentina

NOVELA
ECHEVERRÍA
MARTÍN CAPARRÓS
(Anagrama - Barcelona)

Relatos de la Argentina del siglo XIX Echeverría podría generalizarse como una novela biográfica, sin embargo, Caparrós, su autor, irrumpe desde la voz del biógrafo para entablar una relación confusa con el género, mediante textos íntimos, trozos de cartas, fragmentos, poesía, ensayo, anotaciones, “cosas deshilachadas”, y el modo periodístico. Avanza por ellos, mientras arma la cultura del país que comenzó con la Generación del ‘37, y las ideas del Romanticismo. La organización narrativa, genera un texto dinámico, transparentemente humano...

Lo ideológico, lo político, el dolor por la Patria; el desorden de la Aldea, alrededor de la Sociedad Popular Restauradora y de esa figura que ha dejado una huella feroz, Encarnación Ezcurra, personaje de El matadero, texto que abre las dicotomías culturales argentinas a partir de unitarios / federales y que los escritores del siglo XX reescriben en nuestra literatura...

Echeverría es, en el discurso de Caparrós, el ensayista, el cronista y el pensador de la Democracia; su voz letrada se escucha con aflicción, frente al caos del populismo de Rosas, y el poder absoluto otorgado. Mediante Echeverría, a quien “le gusta mirarse en la memoria”, Caparrós construye una forma de pensar el país con lograda tensión narrativa.

Liliana Massara © LA GACETA


Reflexiones de Augé sobre el tiempo vivido

ENSAYO
EL TIEMPO SIN EDAD
MARC AUGÉ
(Adriana Hidalgo - Buenos Aires)


Al acercarse a los 80 años, Augé decide reflexionar sobre el tiempo vivido y tal es el asunto de este pequeño libro. Al llegar la edad, dice, conviene proclamar que es bienvenida y enumerar los regalos que nos trae: la sabiduría de la experiencia, la tranquilidad que sigue a los tormentos de la libido, la alegría de la lectura y de los pequeños placeres cotidianos; esto es, tratar a la edad como los antiguos hacían con las Erinias, que eran las diosas de la venganza pero las llamaban Euménides o sea las Benevolentes: dime cómo envejeces y te diré quién fuiste.

Augé hace desfilar sus mejores lecturas a través de los años; surgen así desde Michel Leiris y su Edad del hombre o Stefan Zweig y las Memorias de un europeo hasta Alejandro Dumas: cada diez o quince años, dice, releo Los tres mosqueteros y El vizconde de Bragelone, sin olvidar El conde de Montecristo, obras donde la materia es el tiempo y la edad es el tema.

En ese desfile no podían faltar Flaubert y Simone de Beauvoir.

¿Y la vejez? Responde Augé: la vejez no existe, todo ser humano que muere, a la edad que sea, siempre muere joven.

Coriolano Fernández © LA GACETA


Novela ganadora del Man Booker

NOVELA
LA VEGETARIANA
HAN KANG
(Bajo la luna - Buenos Aires)

A simple vista la trama de La vegetariana, la novela de la escritora coreana Han Kang que ganó este año el premio Man Booker, cuenta la historia de una mujer tradicional que vive en Seúl y empieza a cambiar. Sin embargo, a medida que avanza la historia su vida quiebra los límites de lo racional y cuestiona la arbitrariedad de lo femenino y oriental.

La escritura de Kang, traducida en forma impecable por Sun-Me Yoon, explora el paulatino y firme distanciamiento de las convenciones que la va transformando en otra. La elección de un relato coral proyecta la extrañeza de Yeonghye y la desarticula en varias capas. Es delicioso ir descubriendo el discreto deslizamiento de la información, los silencios y las preguntas que abre, generan suspenso y tensan la trama...

A través de una narración precisa queda en evidencia el aislamiento que conlleva la vida contemporánea en las ciudades. Yeonghye vive con reglas que le son ajenas, hasta que decide quebrarlas, a pesar de que nadie la entienda.

El cuerpo aparece como un lugar de resistencia y el deseo de elegir crece con fuerza irracional hasta poner en crisis todos los valores socialmente aceptados.

Verónica Boix © LA GACETA


El esperado segundo tomo de los diarios de Piglia
DIARIOS
LOS DIARIOS DE EMILIO RENZI II
RICARDO PIGLIA

(Anagrama - Buenos Aires)


En principio, un fiel lector de Ricardo Piglia puede encontrar, en estos diarios, el origen de sus relatos y novelas. Por ejemplo cómo se gesta a lo largo de los años el cuento “Un pez en el hielo”. Pero es posible otra lectura más universal, más rica, accesible a alguien que nunca leyó un solo texto del autor de Blanco Nocturno, que va por cuenta de las reflexiones y notas sobre cuestiones literarias: el género policial, la vida y obra de Tolstoi (a quien le dedica exclusivamente la serie Notas sobre Tolstoi), la influencia de Borges en los escritores jóvenes, por mencionar apenas unas pocas. Porque si en Años de formación, el volumen anterior, lo más llamativo era cómo el autor ficcionalizaba su biografía y creaba un alter ego de sí mismo, en el segundo tomo valen más las anécdotas (donde la experiencia va por delante del registro) que reflejan un estado del ambiente intelectual en los años ‘70 y las reflexiones literarias, aquellas que escapan al proyecto estético personal e invitan al lector a indagar en autores, problemas narrativos y personajes de la literatura universal.

Pablo Nardi © LA GACETA


Resplandores del relato para reconstruir una ciudad
NOVELA
LA NOCHE DE LA USINA
EDUARDO SACHERI

(Alfaguara - Buenos Aires)

Una perdida localidad llamada O’Connor, con contornos afines a las retratadas por Osvaldo Soriano en sus novelas, parece haber olvidado sus orígenes anarquistas y su fundación por italianos libertarios en 1907 como “Colonia Hermandad”.

Permanece quieta, polvorienta y silenciosa mientras languidece entre los ruidos de los motores de un 2CV, un Gacel y una Ford F100. Las fábricas cierran, la gente joven se va del pueblo para no volver y los viejos hablan siempre de años que no volverán y que cada vez recuerdan con una “abundancia senil”.

Es por eso que Fermín Perlassi, un ex futbolista, mientras ve los fuegos artificiales comprados con sus últimos ahorros por uno de sus vecinos, decide dar impulso a su idea de recuperar unos silos abandonados para generar trabajo en la localidad. Así es que en compañía de su hijo y su mujer y de otros personajes como el gomero Fontana, ex empleado de Vialidad, el transportista Lorgio, los hermanos López y el viejo Medina, se proponen conseguir el dinero para volver a vivir.

Sin embargo, son estafados, todos los ahorros del grupo quedan incautados con “El Corralito” y, cuando Perlassi cree haber perdido todo, recibe un golpe irremediable.

Máximo Hernán Mena © LA GACETA

Atrapante historia sobre una amistad
NOVELA
LA AMIGA ESTUPENDA
ELENA FERRANTE

(Lumen - Buenos Aires)

La misteriosa escritora Elena Ferrante -que permanece en el anonimato más absoluto, pero figura como candidata a ganar el prestigioso Man Booker International Prize, junto a los premios Nobel Orhan Pamuk y Kenzaburo Oé- ha desarrollado una historia cautivante, que tiene mucho del cine neorrealista italiano, con núcleo en la amistad entre Lina y Lenú, quien la cuenta en primera persona y que por varios detalles instala la sensación de que es una autobiografía de la autora.

El texto impresiona por los atrapantes detalles de esa relación, que va desde la escuela primaria hasta la juventud, pero también por los perfiles diarios de una barriada donde campean los enardecimientos de monárquicos, comunistas y fascistas nostálgicos, mientras tienen lugar las primeras experiencias amorosas y expresan sus ideales quienes sólo aspiran a un futuro distinto.

El final es una boda multitudinaria, de tonalidad muy operística, con un hecho insólito expuesto en las dos últimas líneas. Hay que pensar para entender su significado y aun así es un final abierto. Una astucia de Ferrante: desde la edición de este libro su único anuncio, formulado sólo a sus editores, fue que la obra la completan tres volúmenes más.

Willy Bouillon © LA GACETA

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