Cartas de lectores
 la gaceta / foto de FRANCO VERA la gaceta / foto de FRANCO VERA
12 Noviembre 2016

Doce años de abandono

En estos días de altas temperaturas, especialmente si se vive frente a la guardia del Hospital de Niños, sufrimos una invasión de alacranes dentro de nuestras casas, pese a haber tomado todas las medidas preventivas. Al parecer, este es un asunto baladí para las autoridades, tan ocupadas en prohibir el uso de bolsas de plástico cuando uno va a a comprar al supermercado, y sin embargo no prohibieron su venta. Tampoco repararon que en las calles estas bolsas nos invadan abandonadas en aceras y calles de la ciudad empujadas por el viento. Ni qué decir de la acción tan publicitada de cambiar el nombre de calles y avenidas que ya lo tienen, en contra de ordenanzas municipales. Pagamos mantenimiento de cloacas a la SAT, pero su acción es nula. Solo la gestión diligente de usuarios logró eliminar las ratas en un centro de venta de alimentos en la zona. Los contenedores colocados por la Municipalidad, que ha traído el basural a la puerta de nuestras casas, no se lavan ni desinfectan nunca, y tampoco existe el barrido y limpieza de la calle Rondeau al 700, debido a la permanencia por horas de vehículos en doble fila. Al atardecer y pese a que se dice que se pretende evitar la contaminación del medio ambiente, la zona es invadida por olores nauseabundos que nadie sabe de dónde proceden. No parece haber control de la venta de alimentos en puestos abarrotados de cosas, en ferias casi permanentes. Las plazas no tienen el debido mantenimiento ya que no hay placeros ni jardineros. No hay acción eficaz para lograr que familiares de pacientes del hospital dejen de arrojar basura en la vía pública y hasta pañales ocultos en las ramas de los naranjos. La amenaza de multa por aceras deterioradas quedó en amenaza. La ciudad es intransitable para personas con alguna deficiencia física. Ya son 12 años de abandono.

Elba A. M. de Larrea

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Arrepentido

Un año atrás fui a depositar mi voto por el ingeniero Macri. Lo hice con muchas ilusiones y con la esperanza de que iba a cambiar las cosas y también, por qué no decirlo, asqueado del kirchnerismo. Hoy estoy arrepentido, porque siento que me mintió, que todo lo que prometió no lo está cumpliendo. Prometió que iba a eliminar el impuesto a las ganancias y no lo hizo. Prometió que no iba a devaluar la moneda y sí lo hizo. Prometió que iba a controlar y disminuir la inflación y finalmente está duplicándola. Prometió que no iba a endeudar al país y lo está haciendo. Prometió pobreza 0, y no sólo no disminuyó sino que ha crecido dramáticamente. Prometió que no iba a abrir las importaciones y hoy están entrando todo tipo de productos en detrimento de la industria nacional. Y así, podría seguir con otras tantas promesas incumplidas, pero creo que con esto alcanza. Nunca imaginé que causara tanto daño en tan poco tiempo. Miles de argentinos perdieron sus empleos y otros miles tuvieron que cerrar sus negocios o empresas. Nos está llevando al peor de los mundos, y encima sigue prometiendo cosas que no va a cumplir. Siento que nos subestima. Yo sé que mi arrepentimiento ya de nada sirve; por eso quiero pedir disculpas a mis compatriotas que están siendo víctimas de este gobierno, sobre todo a aquellos que quedaron en la calle o que vieron caer abruptamente su calidad de vida. Ojalá que rápidamente el presidente Macri dé un golpe de timón y cambie el rumbo. Se lo pido con la autoridad que me confiere el haberlo votado y confiado en él.

Miguel Angel Díaz Rosiño

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Avenida Sarmiento 1.115

San Miguel de Tucumán


“No se les mueve un pelo”

Si no fuera un tema tan doloroso y triste, me resultarían risible las declaraciones del ex gobernador, hoy senador y asesor ad honorem, vertidas en Concepción. Pues a mi casa desde hace años viene gente a pedir comida. Por lo tanto sí existía y existe la pobreza. A los que lo llevaron de campaña ¿por qué no lo acompañaron hasta la estación de trenes, terminal del tramo ferroviario San Miguel de Tucumán-Concepción? “A todos no les podemos solucionar sus problemas, los tenemos que acompañar”, dijo. ¿A qué? ¿A llorar, a mendigar? Me hizo recordar al título de la vieja viñeta “Y lo dijo sin ponerse colorado”. Nuestros gobernantes parecen todos calvos o que usan pelucas, pues “no se les mueve un pelo”. Sin embargo, “si no lo despeina el viento, lo va a despeinar la historia”, dice el poema de un maestro rural uruguayo ya fallecido. La verdad, siento pena.

Juan Antonio Albornoz

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Accidentes de tránsito

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los motociclistas son junto con los peatones, los usuarios de la vía pública más vulnerables y propensos a sufrir o protagonizar accidentes viales. El hecho de que estos vehículos no posean una carrocería protectora para el conductor y del pasajero, hace que ante un choque o colisión, sea el cuerpo de estas personas el que reciba el impacto o golpe (en otras palabras: el cuerpo es la carrocería). Según los especialistas, la clave para que un motociclista evite ser víctima de un accidente de tránsito, es practicar técnicas de conducción efectiva que le permitan transitar de manera responsable y segura. La bibliografía sobre accidentología vial señala que los 9 errores más comunes que cometen los motociclistas son: 1) No usar el casco o hacerlo de modo inadecuado. 2) No conocer su motocicleta en profundidad (detalles de manejo, consejos de mantenimiento, etcétera) 3) No realizarle mantenimiento al vehículo (frenos, dirección, suspensión, luces) 4) Conducir una moto de tamaño inadecuado a la talla del conductor. 5) No usar las luces o hacerlo en forma incorrecta (hay que procurar ver y ser visto) 6) Zigzaguear mientras se desplaza 7) Llevar sobrepeso o sobrecarga, lo que afecta directamente el equilibrio dinámico en el desplazamiento. 8) Circular por zonas o en formas prohibidas (a contramano, por aceras, etcétera). 9) Exceso de velocidad, especialmente en las curvas e intersecciones. Todo conductor de motocicleta debe tener en cuenta que los principales riesgos de accidente se deben a las características propias de este vehículo respecto del tamaño, forma, potencia, superficie de contacto en el desplazamiento, entre otros, que pueden llevar al conductor a ignorar las leyes de la física, como la fuerza de gravedad, la energía cinética, la fuerza centrífuga, la estabilidad y la fricción. Resumiendo: quien conduce una motocicleta identifica los riesgos, o ellos lo identificarán a él. (La prevención es fundamental)

Juan Francisco Segura
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