11 Noviembre 2016
FÚTBOL DE PAVIMENTO. Así piden la expropiación de un terreno privado. LA GACETA / FOTO DE SOLEDAD NUCCI.-
Convirtieron una avenida en una cancha de fútbol. Un grupo de vecinos de la Diagonal Norte, en Yerba Buena, cortó la calle y jugó un picado en una de las principales arterias de esa ciudad, Solano Vera, frente al Concejo Deliberante. Lo hicieron para pedirles a los concejales que declaren de utilidad pública un terreno ubicado detrás de sus casas, conocido como “El Sapito”.
En ese predio, la gente del barrio había montado una cancha de fútbol en la que competían niños, jóvenes y adultos. Además, realizaban actividades de vinculación barrial, como festivales y ventas de comidas. Pero cuando los propietarios del terreno iniciaron la construcción de un barrio privado en 2015, los vecinos se opusieron. Desde entonces, vienen solicitando una serie de medidas, que derivaron en la solicitud de expropiación del lugar.
La intervención estuvo coordinada por gente de la organización social La Poderosa. “El objetivo es hablar de la expropiación. Debido a las disputas políticas entre ellos, los concejales no sesionan desde hace un mes. Le presentamos a cada uno, y hace tiempo, el proyecto de confiscación. Pero no hubo avances”, cuenta R., uno de los representantes de la organización. El vocero pide que no se publique su identidad, porque los miembros de esa asamblea barrial tienen como norma mantenerse en el anonimato.
“El Sapito” es un predio de más de 22.000 metros cuadrados. Se encuentra emplazado detrás de las casas de varias familias de la Diagonal Norte, a la altura de Las Higueritas al 1.000. Durante unos 50 años, al menos, quienes viven en los alrededores usaron este espacio como si fuera el fondo de sus casas. “Esto ha pasado en un montón de espacios públicos, o de uso público, que se han cerrado porque no ha habido una política de Estado. Es necesario que el municipio de Yerba Buena les garantice a quienes no pueden pagar la cuota de un club el acceso a la recreación”, añade R.
Con carteles en los que se leía “El Sapito no se toca”, unas 40 personas, aproximadamente, participaron de la manifestación. Entre ellas había varios niños, que fueron los protagonistas del partido. Según R., una vez que el Concejo declare al predio de “utilidad pública” -si llegase a ocurrir-, pedirán la expropiación.
El año pasado, los propietarios del fideicomiso, que se encuentra a nombre de Mónica Mercado, les donaron a los vecinos -en un gesto de responsabilidad social empresaria, remarcaron- una cancha de fútbol cinco, para intentar destrabar la problemática, y una franja de terreno en la parte trasera de sus viviendas, para que puedan ampliarlas. No obstante, no hubo acuerdo.
“No vamos a hacer nada fuera de la ley. Y coincidimos con el planteo de la gente, sobre la necesidad de espacios verdes. Pero, en este caso, han sobrepuesto su derecho por encima del nuestro. Porque el terreno es privado. Ante esto, si el municipio decide expropiarlo, deberá pagar lo que corresponde”, consideró un vocero del fideicomiso, que habló con este diario.
Tras la intervención de ayer, una delegación de vecinos fue recibida por los concejales José Macome y Lucas Cerúsico. En esa reunión, los ediles fijaron una agenda de trabajo y se comprometieron a evaluar su inquietud. “Esta cancha no sólo era para nosotros. Venía, también, gente de San José y de Colonia Castillo. Si nos sacan los espacios verdes, nos roban el futuro de nuestros hijos”, declara Rafael Delgado, de la diagonal. “Los chicos andarán en la calle. Hoy, llegan del colegio, hacen los deberes y se van a jugar ahí”, cuenta Marcela Romano. “¿El intendente no piensa en los niños”?, pregunta Marcela Cisneros. “En ese espacio nos ayudamos entre nosotros. Los fines de semana vendemos empanadas y otras comidas”, agrega Enrique “Gamuza” Pistán.
Las diagonales yerbabuenenses son las antiguas vías del ferrocarril. Debido a que actualmente atraviesan la ciudad en forma transversal, se las conoce como diagonales norte y sur. La primera corre desde la avenida Aconquija -la madre de las calles yerbabuenenses- en esa dirección; la sur va en la orientación contraria. Las personas que habitan a lo largo de estas calles no posee escrituras (y ese es otro de sus reclamos a los gobernantes). “El Sapito” es un predio de más de dos hectáreas de superficie y ha sido transitado y usufructuado durante varias generaciones del barrio.
La organización La Poderosa nació en 2004 en Buenos Aires. Los objetivos que persiguen sus miembros son los de modificar la realidad de los barrios más pobres para que mejore su calidad de vida.
En ese predio, la gente del barrio había montado una cancha de fútbol en la que competían niños, jóvenes y adultos. Además, realizaban actividades de vinculación barrial, como festivales y ventas de comidas. Pero cuando los propietarios del terreno iniciaron la construcción de un barrio privado en 2015, los vecinos se opusieron. Desde entonces, vienen solicitando una serie de medidas, que derivaron en la solicitud de expropiación del lugar.
La intervención estuvo coordinada por gente de la organización social La Poderosa. “El objetivo es hablar de la expropiación. Debido a las disputas políticas entre ellos, los concejales no sesionan desde hace un mes. Le presentamos a cada uno, y hace tiempo, el proyecto de confiscación. Pero no hubo avances”, cuenta R., uno de los representantes de la organización. El vocero pide que no se publique su identidad, porque los miembros de esa asamblea barrial tienen como norma mantenerse en el anonimato.
“El Sapito” es un predio de más de 22.000 metros cuadrados. Se encuentra emplazado detrás de las casas de varias familias de la Diagonal Norte, a la altura de Las Higueritas al 1.000. Durante unos 50 años, al menos, quienes viven en los alrededores usaron este espacio como si fuera el fondo de sus casas. “Esto ha pasado en un montón de espacios públicos, o de uso público, que se han cerrado porque no ha habido una política de Estado. Es necesario que el municipio de Yerba Buena les garantice a quienes no pueden pagar la cuota de un club el acceso a la recreación”, añade R.
Con carteles en los que se leía “El Sapito no se toca”, unas 40 personas, aproximadamente, participaron de la manifestación. Entre ellas había varios niños, que fueron los protagonistas del partido. Según R., una vez que el Concejo declare al predio de “utilidad pública” -si llegase a ocurrir-, pedirán la expropiación.
El año pasado, los propietarios del fideicomiso, que se encuentra a nombre de Mónica Mercado, les donaron a los vecinos -en un gesto de responsabilidad social empresaria, remarcaron- una cancha de fútbol cinco, para intentar destrabar la problemática, y una franja de terreno en la parte trasera de sus viviendas, para que puedan ampliarlas. No obstante, no hubo acuerdo.
“No vamos a hacer nada fuera de la ley. Y coincidimos con el planteo de la gente, sobre la necesidad de espacios verdes. Pero, en este caso, han sobrepuesto su derecho por encima del nuestro. Porque el terreno es privado. Ante esto, si el municipio decide expropiarlo, deberá pagar lo que corresponde”, consideró un vocero del fideicomiso, que habló con este diario.
Tras la intervención de ayer, una delegación de vecinos fue recibida por los concejales José Macome y Lucas Cerúsico. En esa reunión, los ediles fijaron una agenda de trabajo y se comprometieron a evaluar su inquietud. “Esta cancha no sólo era para nosotros. Venía, también, gente de San José y de Colonia Castillo. Si nos sacan los espacios verdes, nos roban el futuro de nuestros hijos”, declara Rafael Delgado, de la diagonal. “Los chicos andarán en la calle. Hoy, llegan del colegio, hacen los deberes y se van a jugar ahí”, cuenta Marcela Romano. “¿El intendente no piensa en los niños”?, pregunta Marcela Cisneros. “En ese espacio nos ayudamos entre nosotros. Los fines de semana vendemos empanadas y otras comidas”, agrega Enrique “Gamuza” Pistán.
Las diagonales yerbabuenenses son las antiguas vías del ferrocarril. Debido a que actualmente atraviesan la ciudad en forma transversal, se las conoce como diagonales norte y sur. La primera corre desde la avenida Aconquija -la madre de las calles yerbabuenenses- en esa dirección; la sur va en la orientación contraria. Las personas que habitan a lo largo de estas calles no posee escrituras (y ese es otro de sus reclamos a los gobernantes). “El Sapito” es un predio de más de dos hectáreas de superficie y ha sido transitado y usufructuado durante varias generaciones del barrio.
La organización La Poderosa nació en 2004 en Buenos Aires. Los objetivos que persiguen sus miembros son los de modificar la realidad de los barrios más pobres para que mejore su calidad de vida.
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