El lado solidario de Boca

El DNI dice que su nombre es Rodolfo Ferrari. En el mundo Boca es simplemente “Royco”. Es el actual vicepresidente del club “xeneize” y el nexo con las peñas del interior. Recorrió el país de punta a punta y estuvo en pueblos que ni figuran en los mapas. Vino a Tucumán acompañando al plantel que igualó con Atlético y fue invitado por la Peña Xeneize Concepción, que preside Augusto Armaño. En la ciudad sureña compartió una cena con casi 200 hinchas y socios. Allí donó cinco sillas de rueda, como parte de las actividades sociales que desarrolla el club. “Boca es tan grande que trabajando un poco se puede ayudar a mucha gente”, resaltó. Donar sangre y ayudar a hospitales son otras de las propuestas.

“Ser vicepresidente de Boca es tocar el cielo con las manos”, le confesó a LG Deportiva mientras se sacaba fotos y firmaba autógrafos. “Las muestras de cariño que recibimos en cada viaje es un mimo al corazón”, indicó.

“Boca es un fenómeno que no deja de sorprender”, afirmó Ferrari, quien puso énfasis en lo que vivió en Tucumán. “Fue impresionante. Hasta el sábado creía que lo había visto todo. Pero me equivoqué. Hubo 20.000 personas en la recepción. Ví familias completas. La última vez que sucedió algo así fue cuando el plantel regresó de Japón después de ganarle la Intercontinental a Real Madrid”, resaltó.

El hombre nacido en Chacabuco elogió la gestión de Daniel Angelici. “El club no le debe un peso a nadie: ni a la AFA, ni a la Afip ni a los jugadores. Este año compramos dos manzanas enteras y dos media manzana que están frente a la cancha. Hace 20 años que se hacían gestiones sin éxito. Inauguramos un gimnasio de última generación que, según Carlos Tevez, los principales clubes de Europa no lo tienen. Ahora habilitaremos un moderno centro de prensa para que todos los periodistas trabajen cómodos”, expresó.

Las obras no se terminan ahí. “A fin de año terminaremos una que es única en Argentina y en Sudamerica: el centro de entrenamiento de Ezeiza, que tiene 3.500 metros cubiertos entre vestuarios, sala de kinesiología, utilería y cocina. Los chicos que vienen desde el interior vivirán allí a partir de enero. Tendrá 11 canchas, dos de pisos sintéticos y dos con tribunas para que jueguen las inferiores. En una segunda etapa se construirá un edificio para que el plantel profesional se concentre allí”.

Pero más allá de lo institucional, Boca es fútbol y eso los dirigentes lo saben. “Nuestra deuda pendiente es ganar la Copa Libertadores”, reconoce y aclara que para llegar a la próxima edición apuestan a la Copa Argentina. “Nunca nos propusimos obtener algún beneficio de la plaza extra. Esa le corresponde a Atlético”, afirmó.

Ampliar La Bombonera o construir un estadio nuevo. Esa es la gran disyuntiva “xeneize”. Ferrari sabe que la decisión no es sencilla. “Para ser un buen dirigente hay que lograr un equilibrio entre la razón y la pasión. Por la pasión que siento no quiero tocarle un ladrillo a La Bombonera. Significa mucho para nosotros. No me veo viendo un partido de Boca en otro lugar. Ahora la razón no dice que quedó chica porque tenemos 180.000 socios (95.000 activos y 85.000 adherentes). Contratamos a un arquitecto de primer nivel internacional para ver como se puede ampliar la capacidad de nuestro estadio. Si eso no alcanza, se hablará con los socios y ellos tendrán que decidir, porque son los dueños del club, a través del voto en una asamblea”, expresó.