15 Octubre 2016
BUENOS AIRES.- Oscar Alloatti, renunció como secretario de Agricultura Familiar (SAF), y otros once funcionarios del área también dimitieron, en medio de una fuerte interna y de restricción presupuestaria en ese área dentro del Ministerio de Agroindustria, que comanda Ricardo Buryaile.
Así, el ex dos veces ministro de Agricultura de Santa Fe y la última incorporación en el staff de Buryaile, se convierte en el primero en irse. Alloatti dijo en marzo último que integraban ese sector productivo entre 200.000 y 250.000 familias que necesitan asesoramiento en todo el país y que “deben progresar”.
El plantel de trabajadores de la Secretaría, en ese momento, lo componían 1.500 profesionales, de lo cuales 250 contratos se encontraban en estudio; 80 cambiaron de modalidad, mientras que 1.220 fueron renovados hasta el 31 de diciembre próximo: después hubo despidos en Corrientes.
El 25 de septiembre último, organizaciones campesinas denunciaron que “es una sentencia de muerte” para la Agricultura Familiar el “magro presupuesto” que le otorgar el Gobierno de Mauricio Macri. El cuestionamiento llegó del Consejo Asesor de la Agricultura Familiar. Subrayaron que “el presupuesto previsto por la SAF para 2017 es una sentencia de muerte, porque en el mejor de los casos incorporaría $ 195 millones para un sector que, desde 2015, reclama más de $ 1.500 millones para hacer realidad la reparación histórica que plantea la ley”.
Frene a esto Agroindustria dijo que por ahora la oficina quedará a cargo del jefe de Gabinete del Ministerio, Guillermo Bernaudo, hasta que se anuncie al nuevo secretario.
Así, el ex dos veces ministro de Agricultura de Santa Fe y la última incorporación en el staff de Buryaile, se convierte en el primero en irse. Alloatti dijo en marzo último que integraban ese sector productivo entre 200.000 y 250.000 familias que necesitan asesoramiento en todo el país y que “deben progresar”.
El plantel de trabajadores de la Secretaría, en ese momento, lo componían 1.500 profesionales, de lo cuales 250 contratos se encontraban en estudio; 80 cambiaron de modalidad, mientras que 1.220 fueron renovados hasta el 31 de diciembre próximo: después hubo despidos en Corrientes.
El 25 de septiembre último, organizaciones campesinas denunciaron que “es una sentencia de muerte” para la Agricultura Familiar el “magro presupuesto” que le otorgar el Gobierno de Mauricio Macri. El cuestionamiento llegó del Consejo Asesor de la Agricultura Familiar. Subrayaron que “el presupuesto previsto por la SAF para 2017 es una sentencia de muerte, porque en el mejor de los casos incorporaría $ 195 millones para un sector que, desde 2015, reclama más de $ 1.500 millones para hacer realidad la reparación histórica que plantea la ley”.
Frene a esto Agroindustria dijo que por ahora la oficina quedará a cargo del jefe de Gabinete del Ministerio, Guillermo Bernaudo, hasta que se anuncie al nuevo secretario.
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