Trigo: alternativa productiva y de sostenibilidad

Trigo: alternativa productiva y de sostenibilidad

El nuevo contexto generado a partir de algunas políticas adoptadas por el Gobierno Nacional, los productores trigueros de Tucumán se lanzaron en esta campaña a aumentar la superficie sembrada con este grano. Hasta ahora sólo se cosecharon los trigos tempranos. Cuando finalice la campaña tendremos un panorama claro en materia productiva y económica.

La situación con el nuevo Gobierno Nacional que actualmente tiene el campo, continua en un ámbito de mayor certeza, lo que hizo que los productores de granos trigueros pudieran sembrar el cereal invernal, debido a la confianza que generaron algunas decisiones gubernamentales y permitieron que la superficie aumentara en todo el país, algo que también se ve en la región NOA.

Esto permite, si la trilla se desarrolla como se espera, que los productores puedan ingresar a sus arcas algunos recursos, para afrontar la nueva cosecha gruesa que se viene al finalizar la campaña de trigo, pero a la vez permite afrontar una siembra estival con suelos más limpios debido a que la mayoría de los trigos sembrados están con pocas o nada de malezas.

Lo real es que los precios actuales de los granos hacen pensar en que se debe trabajar todo el año y realizar adecuadamente todas las rotaciones necesarias para mantener la sostenibilidad del sistema productivo de granos del NOA y de nuestra provincia.

En el caso tucumano, los trigos ya se encuentran en su mayoría en etapa de maduración, por lo que estamos a pocos días de que pueda iniciarse la trilla de este cereal -algunos trigos tempranos ya fueron trillados- que, en general, para el productor tucumano es un cultivo suplementario y muchos lo usan como protección del suelo durante la época invernal.

Apuesta a futuro

Este año, como se dijo, los productores apostaron a este cultivo y buscan, además de una protección vegetal para los suelos, lograr mejorar las condiciones agroecológicas de ese suelo y conseguir mejores resultados en su escala económica.

Este año se observa que muchos productores apostaron un poco más que años anteriores, no solo aumentando su superficie, sino también mejorando el manejo del cultivo con la utilización de cierta tecnología como curasemillas o agroquímicos. Solo se espera que ya no existan los problemas de comercialización que se vinieron registrando en las últimas campañas, en las cuales el productor no sabía qué iba a suceder con su trigo cosechado por lo que, año a año, el desinterés de sembrar fue creciendo con el paso del tiempo.

Por suerte, en esta campaña, y parte de la anterior, la situación se revirtió y la siembra fue mayor.

En nuestra provincia se estima que, en esta campaña, se superaron las 100.000 hectáreas de trigo sembrados, lo que demuestra que la confianza va en aumento. Seguramente, pensar en siembras que superaron las 200.000 hectáreas es todavía muy temprano, ya que aún falta levantar la producción y venderla adecuadamente.

Irregularidades

Este año, el cultivo se comportó de manera bastante irregular debido a que las lluvias tuvieron ese comportamiento antes del inicio de siembra, a lo que se sumaron las heladas y la escasa o nula disponibilidad de lluvias durante el invierno.

En todo el territorio provincial se ven trigos buenos, regulares y malos, pero la última palabra sobre los rendimientos se conocerá una vez ingresada la trilladora al campo.

Más y mejor

Está claro que la salida para mejorar el país es simple: solo se debe producir más y mejor, y con todos los productores involucrados de diferentes escalas productiva, sin importar su tamaño.

Los inconvenientes comerciales que se vinieron dando en la producción de granos nacional y los resultados económicos adversos, en algunos cultivos, que en el caso nuestro es el trigo, sólo benefician a los (productores) más grandes y eficientes.

Los “gruesos”

Como siempre decimos desde esta columna: cuando empieza a finalizar el ciclo de un cultivo se aproxima el comienzo de otro, y en el caso nuestro en cuanto aparezcan las lluvias en forma suficiente, después de sacar el trigo, los productores largarán sus labores de pre-siembra de cultivos gruesos.

El sector solo espera que lo que se coseche de trigo supere ampliamente las expectativas del sector, y todo el trigo que sea excedente al consumo interno de unas 6,5 millones de toneladas, puedan ser comercializados al exterior a precio pleno y que los resultados económicos sean beneficiosos para el conjunto del sector, confiando en que las condiciones de comercialización sean claras y precisas.

El mundo debe alimentarse en forma permanente y creciente y, a la vez, necesita de energías provenientes del sector agropecuario. Y todos estos requisitos los tiene la Argentina, y nuestra Provincia de Tucumán en particular.

Nuestro país tiene todo para hacerlo.

Sólo hace falta que se produzca una continuidad en la decisión política agropecuaria tomada para lograr excelentes resultados, tanto en lo productivo como en lo económico.

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