Así dejaron los vecinos de Aguilares al sospechoso de haber violado a una nena de cinco años

El lunes, todos buscaban a una nena de cinco años que había desaparecido mientras jugaba con su hermanita: sus padres, sus vecinos y la Policía. Cuando la encontraron, una hora después, ya era demasiado tarde: la niña  había sido víctima de un ataque sexual. Los uniformados corrieron detrás del agresor, en medio del cañaveral, hasta que consiguieron alcanzarlo. Cuando los agentes lo sacaron, un numeroso grupo de personas lo esperaban sobre la calle. Eran conocidos de la niña, que habían participado de la búsqueda y que le dieron una tremenda paliza.

En la comisaría, los uniformados identificaron al abusador. Según informaron fuentes de la fuerza, se trata de un hombre de 34 años, apodado “El Boliviano”, por su nacionalidad. La Fiscalía de Instrucción de la I° Nominación del Centro Judicial Concepción ordenó que permanezca detenido por el delito de privación ilegítima de la libertad, seguido de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser la víctima menor de edad.

Tras su detención, se difundieron las imágenes del agresor, con el rosto destruido por los golpes que recibió.

El caso

El hecho ocurrió en el barrio Independencia de la ciudad de Aguilares. La madre de la niña alertó a la Policía el lunes, alrededor de las 18.30, sobre la desaparición de su hija. Algunos vecinos le comentaron que un hombre la había agarrado y se la había llevado en una bicicleta. De inmediato comenzaron a buscarla personal de la comisaría y de la Patrulla Motorizada, quienes recorrieron los barrios Independencia, Obrero, San Nicolás y Las Rosas sin poder dar con la niña.

Una hora después, la hallaron en un camino vecinal del paraje de Huasa Rincón, a unos 200 metros de las márgenes del río Medina, donde se levanta un cañaveral. La niña vestía una musculosa y una pollera de jean, que estaba manchada con sangre. Ante ese preocupante indicio, los policías pidieron una ambulancia para que la trasladara de manera urgente al hospital de Aguilares.

Mientras tanto, otros uniformados se metían entre las cañas en busca del agresor. Minutos después pudieron divisarlo: había abandonado su bicicleta e intentaba escapar a pie. Allí se inició una persecución y, cuando finalmente consiguieron reducirlo y sacarlo del cañaveral, un numeroso grupo de personas lo esperaban sobre la calle. Eran conocidos de la niña, que habían participado de la búsqueda y que le dieron una tremenda paliza.

El estado de la pequeña

En cuanto a la niña, recibió atención médica en el hospital de Aguilares, donde se constató el abuso sexual y se ordenó que quede en observación. Tanto sus prendas de vestir como las del agresor fueron secuestradas para que se realicen las pericias correspondientes.