Wittgenstein, el filósofo que obliga a repensar el lenguaje

Wittgenstein, el filósofo que obliga a repensar el lenguaje

Hasta mañana, Tucumán es sede de un foro internacional sobre el autor del “Tractatus”.

WITTGEINSTENIANOS. Garmendia, Tomasini, Lazzer y Bermúdez. LA GACETA  /  FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI.- WITTGEINSTENIANOS. Garmendia, Tomasini, Lazzer y Bermúdez. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI.-
29 Septiembre 2016
“Wittgenstein volvió el lenguaje a su lugar, propuso una forma de comprender la verdad, del papel del lenguaje en todos los ámbitos de la vida; y en ese sentido, es inagotable. (Paul) Ricoeur habla de los maestros de la sospecha: Marx, Freud, Nietzsche: yo sumaría a Wittgenstein: hay un quiebre en la filosofía a partir de la irrupción de Wittgenstein”. Esa reflexión del doctor en filosofía Santiago Garmendia (UNT) encuentra eco en sus colegas Sandra Lazzer (UBA y Universidad de Rosario y Sociedad de ), Alejandro Tomasini Bassols (Universidad Autónoma de México) y Eduardo Bermúdez (Universidad del Atlántico- Colombia), en una charla con LA GACETA. Los visitantes participan en Tucumán en el simposio Internacional “Wittgenstein: mares de lenguaje”, que organiza la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, con auspicio de la Sidetec, y que sesiona en el Rougés. El cierre será mañana, a las 20, con la conferencia “De Borges a Wittgenstein: series lógicas y crímenes en serie”, a cargo de Guillermo Martínez.

En su visita a LA GACETA, los visitantes destacaron la importancia que reviste Tucumán como un ámbito totalmente original a través del Centro de Estudios Wittgensteinianos. Este espacio nació en 1999 como un homenaje al profesor Roberto Rojo, a quien se reconoce como uno de los principales difusores de Wittgenstein en la lengua hispana; y desde entonces difunde el pensamiento del autor del “Tractatus Logico- Philosophicus.

Tomasini Bassols, por su parte, coincidió en que hay un quiebre en la filosofía a partir de las discusiones que propone el austríaco sobre el papel del lenguaje. “Se inicia en Cambridge, que a principios del siglo pasado era una pequeña Atenas. Ahí Wittgenstein aparece y de inmediato se le reconoce su carácter genial, la fuerza de su pensamiento. Con él se ha reorientado la investigación en antropología, en los fundamentos de las matemáticas, en las neurociencias, en la psicología cognitiva; y en todo lo que tiene que ver con el lenguaje. Si él no hubiera aparecido, seguiríamos haciendo filosofía en el sentido tradicional, con discursos que sólo los especialistas entienden”, añadió el filósofo mexicano.

“Para nosotros, Wittgenstein es un filósofo conocido, pero no lo es para el gran público. Como decía el profesor Tomasini, el de Wittgenstein es un pensamiento muy original, que todavía no ha sido asimilado a la cultura. Y seguramente este encuentro va a ayudar a difundir su pensamiento”, apuntó por su parte Eduardo Bermúdez.

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