27 Septiembre 2016
NUEVA VIDA. Borrego aprendió a caminar nuevamente. FOTO TOMADA DE JN.PT.-
PORTUGAL.- Un hombre de 61 años pasó más de la mitad de su vida en silla de ruedas, luego de que a los 13 años fuera diagnosticado con una enfermedad incurable.
La historia de Rufino Borrego comenzó cuando fue informado en un hospital de Lisboa que padecía distrofia muscular incurable, algo que lo obligó a movilizarse en una silla de ruedas durante 43 años.
Sin embargo, en el 2010 un neurólgo le informó a Borrego que el diagnóstico que habái recibido hace más de 40 años era erroneo y lo que realmente tenía era un mal que debilita los músculos conocida como miastenia, que de haber sido tratada a su debido tiempo, no hubiera dependido de una silla para movilizarse, según informa el sitio Jornal de Noticias.
Tras la noticia, este portugués necesitouna año para aprender a caminar nuevamente, dificil misión que coronó yendo hasta una cafetería de su barrio en la localidad de Alandroal, en el sureste de Portugal.
Borrego vive ahora una vida plena y a pesar de haber estado más de 40 años sin caminar, no guarda rencor contra el hospital que lo diagnosticó erróneamente, ya que admite que la miastenia era poco conocida en la década de los 60. "Solo quiero vivir mi vida", explicó.
PORTUGAL.- Un hombre de 61 años pasó más de la mitad de su vida en silla de ruedas. Lo llamativo del caso es que ahora se descubrió que fue a causa de un mal diagnóstico
A Rufino Borrego diagnosticaron una distrofia muscular incurable en un hospital de Lisboa. En aquel entonces tenía 13 años. Desde entoces, pasó 43 años en una silla de ruedas.
Pero la gran sorpresa llegó en 2010: un neurólgo le informó que el diagnóstico que había recibido cuatro décadas atrás era erróneo, ya que lo que realmente tenía era un mal que le debilitaba los músculos (miastenia), según informa el sitio Jornal de Noticias.
Tras la noticia, este portugués tomó la decisión de rehacer su vida: le demandó un año aprender a caminar nuevamente, pero lo logró y coronó la hazaña yendo hasta una cafetería de su barrio en la localidad de Alandroal, en el sureste de Portugal.
Borrego vive ahora una vida plena y, a pesar de haber estado más de 40 años sin caminar, no guarda rencor contra los médicos que lo diagnosticaron erróneamente, ya que admite que la miastenia era poco conocida en la década de los 60. "Solo quiero vivir mi vida", explicó.
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