02 Agosto 2016
Ayer comenzó en todo el planeta la Semana Mundial de la Lactancia Materna, instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef en 1992. El objetivo básico es desde entonces asegurar la “teta exclusiva” hasta los seis meses, y el amamantamiento hasta los dos años, dados los conocidos beneficios que de esto obtienen tanto el bebé como su mamá.
Pero este año la OMS fue más allá: en su convocatoria 2016 afirma que la lactancia materna es clave para el desarrollo sostenible del planeta. Para demostrarlo subrayó una serie de puntos. Los siguientes son los más llamativos:
* La lactancia materna es buena para el medio ambiente: la leche materna es un recurso renovable y es producida por las madres y consumida por los bebés sin polución, empaque o desechos.
* La duración de la lactancia materna esta positivamente asociada con los ingresos económicos: el seguimiento a una cohorte de niños 30 años después de su nacimiento mostró que los adultos que fueron amamantados tuvieron salarios más altos, un efecto mediado por el aumento en los años de escolaridad.
* Apoyar la lactancia materna en los lugares de trabajo es bueno para las empresas: las políticas de apoyo a la lactancia materna en el lugar de trabajo aumentan la retención de los empleados, el rendimiento, la lealtad, la productividad y el espíritu de grupo.
* La lactancia materna también protege a las madres: las mujeres que amamantan tienen un 32% menos de riesgo de sufrir diabetes tipo 2, un 26% menos de riesgo de padecer cáncer de mama y un 37% menos riesgo de tener cáncer de ovarios.
El mercado no ayuda
Muchas veces la decisión de dar la teta choca contra el mercado. Por un lado, las licencias por maternidad son breves y pocos espacios de trabajo dan a las madres la posibilidad de tener a su hijo cerca; incluso suele ser difícil disponer de un espacio íntimo e higiénico que permita a la mamá sacarse la lecha, algo fundamental para que la glándula siga produciendo. Por eso es tan importante que la OMS destaque las ventajas de la lactancia para las empresas.
El otro frente del mercado que hay que controlar, según la OMS, es el los sucedáneos de la leche materna (incluyendo fórmulas infantiles, mamaderas, tetinas y productos relacionados). “Es necesario legislar y monitorear esa área. Y cuando productores y distribuidores violan las normas, deben ser sancionados”, destaca el informe de la OMS.
Pero este año la OMS fue más allá: en su convocatoria 2016 afirma que la lactancia materna es clave para el desarrollo sostenible del planeta. Para demostrarlo subrayó una serie de puntos. Los siguientes son los más llamativos:
* La lactancia materna es buena para el medio ambiente: la leche materna es un recurso renovable y es producida por las madres y consumida por los bebés sin polución, empaque o desechos.
* La duración de la lactancia materna esta positivamente asociada con los ingresos económicos: el seguimiento a una cohorte de niños 30 años después de su nacimiento mostró que los adultos que fueron amamantados tuvieron salarios más altos, un efecto mediado por el aumento en los años de escolaridad.
* Apoyar la lactancia materna en los lugares de trabajo es bueno para las empresas: las políticas de apoyo a la lactancia materna en el lugar de trabajo aumentan la retención de los empleados, el rendimiento, la lealtad, la productividad y el espíritu de grupo.
* La lactancia materna también protege a las madres: las mujeres que amamantan tienen un 32% menos de riesgo de sufrir diabetes tipo 2, un 26% menos de riesgo de padecer cáncer de mama y un 37% menos riesgo de tener cáncer de ovarios.
El mercado no ayuda
Muchas veces la decisión de dar la teta choca contra el mercado. Por un lado, las licencias por maternidad son breves y pocos espacios de trabajo dan a las madres la posibilidad de tener a su hijo cerca; incluso suele ser difícil disponer de un espacio íntimo e higiénico que permita a la mamá sacarse la lecha, algo fundamental para que la glándula siga produciendo. Por eso es tan importante que la OMS destaque las ventajas de la lactancia para las empresas.
El otro frente del mercado que hay que controlar, según la OMS, es el los sucedáneos de la leche materna (incluyendo fórmulas infantiles, mamaderas, tetinas y productos relacionados). “Es necesario legislar y monitorear esa área. Y cuando productores y distribuidores violan las normas, deben ser sancionados”, destaca el informe de la OMS.
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