29 Julio 2016
Una entrevista pública conjunta entre Edmundo Jiménez y Antonio Gandur para que cada quien exponga su visión sobre la Justicia. Esta idea dejó el propio Jiménez, titular del Ministerio Público Fiscal y Pupilar, en el programa “Los Primeros” que emite Canal 10. Según la información consignada en el portal del ciclo, el jefe de los fiscales “retó” a Gandur, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, a debatir ante la prensa. “No es una apuesta fuerte lo que pido, sino una entrevista para que la gente sepa qué está pasando”, añadió ayer el ex ministro de Gobierno y Justicia de José Alperovich. “No corresponde”, contestó Gandur en una consulta telefónica.
“Me descalifican falazmente, en vez de dar respuestas a los planteos. Siempre recuerdan que fui durante 11 años ministro de Alperovich y que, por eso, no puedo hablar de la Justicia, pero yo no podía resolver los problemas judiciales porque son poderes distintos”, cuestionó Jiménez en Canal 10. Y agregó que la Corte estaba implementando cambios cuyos efectos no eran inmediatos. En ese sentido, el funcionario insistió en la necesidad de nombrar fiscales subrogantes mientras avanza el proceso legal de cobertura de vacantes en el Consejo Asesor de la Magistratura, el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo. En junio, el alto tribunal rechazó la pretensión de Jiménez de designar empleados y funcionarios para las cinco fiscalías creadas en 2015. Los vocales Gandur, Antonio Estofán, Claudia Sbdar y Daniel Posse expresaron entonces que la petición de Jiménez no tenía antecedentes y que nombrar personal para oficinas “que no existen” generaba erogaciones incompatibles.
El “desafío” de la entrevista conjunta llega en un momento de recrudecimiento de las tensiones existentes en la cúpula del Poder Judicial desde abril de 2015. En enero, Jiménez denunció la existencia de una crisis estructural en la Justicia, que la Corte circunscribió a dificultades específicas en el fuero penal y negó en general. Las diferencias fueron ventiladas en reuniones con Germán Garavano, ministro de Justicia y de Derechos Humanos de la Nación, quien llegó a decir que la Casa Rosada observaba con preocupación los conflictos judiciales de Tucumán.
Los roces desembocaron este año en la presentación de pedidos de destitución de Gandur y de Jiménez firmados respectivamente por el abogado Pedro Brito y el Colegio de Abogados de la Capital. En su momento, la comisión de Juicio Político de la Legislatura dispuso el archivo de ambas presentaciones sin darles trámite. Los tironeos surgidos a partir de una denuncia contra el ex fiscal Guillermo Herrera -renunció en septiembre para jubilarse con el beneficio del 82% móvil- se habían relajado en los últimos meses, pero Jiménez volvió a la carga en medio de la feria de invierno, cuando convocó a la prensa para anunciar que la crisis judicial se había agravado. El jefe de los fiscales expresó que había cortado sus vacaciones para ponerse al frente del pico de delitos y que advertía un “cambalache” en los Tribunales. En un parte de prensa divulgado el martes pasado, Gandur matizó que el rendimiento de los fueros no penales venía mejorando; enumeró medidas adoptadas para fortalecer el área encargada de perseguir el crimen, y sugirió que Jiménez distorsionaba la realidad e inducía a la confusión a la sociedad.
“Me descalifican falazmente, en vez de dar respuestas a los planteos. Siempre recuerdan que fui durante 11 años ministro de Alperovich y que, por eso, no puedo hablar de la Justicia, pero yo no podía resolver los problemas judiciales porque son poderes distintos”, cuestionó Jiménez en Canal 10. Y agregó que la Corte estaba implementando cambios cuyos efectos no eran inmediatos. En ese sentido, el funcionario insistió en la necesidad de nombrar fiscales subrogantes mientras avanza el proceso legal de cobertura de vacantes en el Consejo Asesor de la Magistratura, el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo. En junio, el alto tribunal rechazó la pretensión de Jiménez de designar empleados y funcionarios para las cinco fiscalías creadas en 2015. Los vocales Gandur, Antonio Estofán, Claudia Sbdar y Daniel Posse expresaron entonces que la petición de Jiménez no tenía antecedentes y que nombrar personal para oficinas “que no existen” generaba erogaciones incompatibles.
El “desafío” de la entrevista conjunta llega en un momento de recrudecimiento de las tensiones existentes en la cúpula del Poder Judicial desde abril de 2015. En enero, Jiménez denunció la existencia de una crisis estructural en la Justicia, que la Corte circunscribió a dificultades específicas en el fuero penal y negó en general. Las diferencias fueron ventiladas en reuniones con Germán Garavano, ministro de Justicia y de Derechos Humanos de la Nación, quien llegó a decir que la Casa Rosada observaba con preocupación los conflictos judiciales de Tucumán.
Los roces desembocaron este año en la presentación de pedidos de destitución de Gandur y de Jiménez firmados respectivamente por el abogado Pedro Brito y el Colegio de Abogados de la Capital. En su momento, la comisión de Juicio Político de la Legislatura dispuso el archivo de ambas presentaciones sin darles trámite. Los tironeos surgidos a partir de una denuncia contra el ex fiscal Guillermo Herrera -renunció en septiembre para jubilarse con el beneficio del 82% móvil- se habían relajado en los últimos meses, pero Jiménez volvió a la carga en medio de la feria de invierno, cuando convocó a la prensa para anunciar que la crisis judicial se había agravado. El jefe de los fiscales expresó que había cortado sus vacaciones para ponerse al frente del pico de delitos y que advertía un “cambalache” en los Tribunales. En un parte de prensa divulgado el martes pasado, Gandur matizó que el rendimiento de los fueros no penales venía mejorando; enumeró medidas adoptadas para fortalecer el área encargada de perseguir el crimen, y sugirió que Jiménez distorsionaba la realidad e inducía a la confusión a la sociedad.
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