17 Junio 2016
ASPIRE ASSIST. La nueva forma para terminar con la obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 2,8 millones de personas mueren en el mundo por obesidad. En este contexto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó un invento que es capaz de eliminar el 30% de las calorías consumidas, directamente, desde el estómago. De todos modos, hay especialistas que advierten sobre los peligros que conlleva este procedimiento.
Es un tratamiento contra la obesidad que se inserta quirúrgicamente en el cuerpo del paciente que sufra la enfermedad. En caso de que no la padezca, no podrá hacer uso del mismo. Además quien lo vaya a utilizar debe tener más de 22 años, poseer un índice de masa corporal de entre 35 y 55 superior a lo recomendado y haber fracasado en los tratamientos no quirúrgicos.
Funcionamiento
El invento se divide en dos partes. Una de ellas va instalada quirúrgicamente en el estómago del paciente. Quien lo posea tendrá una especie de botón en la panza -que le traspasará la piel-, por donde conectará la otra parte. La segunda, consta con una bolsa, un tubo plástico y un par de perillas. Esta se conecta al botón y, mediante un mecanismo de absorción, elimina parte de los alimentos que aún no están asimilados por el estómago.
El dispositivo puede ser utilizado durante cinco semanas de tratamiento. Debe ser manipulado por el propio usuario luego de que hayan pasado entre 20 y 30 minutos después desde que comió.
La Administración de Alimentos también publicó una serie de problemas que podría ocasionar la colocación del mismo que van desde la diarrea hasta la muerte. Además, no estará disponible para personas que sufran: hipertensión, bulimia, enfermedades cardiovasculares o embarazo, entre otros.
Es un tratamiento contra la obesidad que se inserta quirúrgicamente en el cuerpo del paciente que sufra la enfermedad. En caso de que no la padezca, no podrá hacer uso del mismo. Además quien lo vaya a utilizar debe tener más de 22 años, poseer un índice de masa corporal de entre 35 y 55 superior a lo recomendado y haber fracasado en los tratamientos no quirúrgicos.
Funcionamiento
El invento se divide en dos partes. Una de ellas va instalada quirúrgicamente en el estómago del paciente. Quien lo posea tendrá una especie de botón en la panza -que le traspasará la piel-, por donde conectará la otra parte. La segunda, consta con una bolsa, un tubo plástico y un par de perillas. Esta se conecta al botón y, mediante un mecanismo de absorción, elimina parte de los alimentos que aún no están asimilados por el estómago.
El dispositivo puede ser utilizado durante cinco semanas de tratamiento. Debe ser manipulado por el propio usuario luego de que hayan pasado entre 20 y 30 minutos después desde que comió.
La Administración de Alimentos también publicó una serie de problemas que podría ocasionar la colocación del mismo que van desde la diarrea hasta la muerte. Además, no estará disponible para personas que sufran: hipertensión, bulimia, enfermedades cardiovasculares o embarazo, entre otros.
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