Fractura en el bloque

Fractura en el bloque

Los líderes de los países desarrollados creen que el Reino Unido no debe salir de la Unión Europea, pese a que su economía afronta una posible recesión.

LOS LÍDERES DEL G-7. Los presidentes de las naciones desarrolladas sólo sonríen para la foto. En el fondo, les inquieta el efecto “Brexit”. Reuters. LOS LÍDERES DEL G-7. Los presidentes de las naciones desarrolladas sólo sonríen para la foto. En el fondo, les inquieta el efecto “Brexit”. Reuters.
29 Mayo 2016
ISE-SHIMA, Japón.- La eventual salida de Reino Unido de la Unión Europea representa un grave riesgo para el crecimiento global, coincidieron el viernes los líderes del G-7, una mención que llevó al primer ministro David Cameron a pedir a los británicos que tomaran en cuenta la advertencia del grupo en torno al impacto que supondría la separación.

El denominado asunto del “Brexit” no estaba incluido en la agenda de la cumbre de las economías avanzadas que se celebró en Japón. Pero a pesar de que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, dijeron que el tema no fue discutido, Cameron afirmó que “una o dos personas” lo abordaron.

“La salida de Gran Bretaña de la UE revertiría la tendencia en torno a una mayor inversión y comercio global y los empleos que generan, constituye un riesgo aún más grave al crecimiento”, dijeron los líderes del G-7, en la única referencia que hicieron a la votación sobre la permanencia del país en el bloque. La posibilidad de que Gran Bretaña abandone la UE fue enumerada entre los conflictos geopolíticos, el terrorismo y el flujo de refugiados en Europa como un potencial riesgo de “origen no económico” para el panorama global.

El comunicado del G-7 fue divulgado tras los comentarios del Fondo Monetario Internacional en torno a que no había aspectos económicos positivos en la salida de Gran Bretaña de la UE, mientras que el Banco de Inglaterra ha advertido que la economía se desaceleraría lentamente y que posiblemente entraría en una breve recesión.

La semana pasada, los ministros de Finanzas del G-7 se unieron en un encuentro anticipado a la cumbre de sus jefes Estado y expresaron su deseo de que tras el referendo del 23 de junio Gran Bretaña permanezca en la UE, aunque admitieron que no podían hacer mucho más que esperar.

“Deberíamos escuchar a nuestros amigos, a las personas que quieren que lo hagamos bien, que tienen buenos deseos para nosotros en el mundo. Cuando uno se enfrenta a una decisión difícil, a menudo es algo bueno escuchar lo que los amigos piensan”, dijo Cameron a la periodistas en una rueda de prensa tras la cumbre en Japón.

Las posibles pérdidas

El Gobierno británico auguró que una salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) le costaría al país entre 500.000 y 800.000 puestos de trabajo en un período de dos años.

Además, el Reino Unido entraría en recesión y la libra esterlina perdería entre un 12% y un 15% de su valor, según un estudio sobre los resultados inmediatos de un Brexit presentado por el ministro de Finanzas, George Osborne. “El voto a favor de una salida de la UE implicaría una conmoción inmediata y grave para nuestra economía”, advierte el estudio, presentado cuando falta exactamente un mes para que los británicos decidan en un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en el bloque comunitario.

Hace poco, la central sindical más grande del Reino Unido, la TUC, había estimado que hasta cuatro millones de puestos de trabajo estarían en peligro si el país abandona la Unión Europea, sobre todo empleos en el sector exportador, por ejemplo en las industrias automotriz y farmacéutica.

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