En Aguilares se viven horas de tensión por el enfrentamiento entre bandas de dos barrios

En Aguilares se viven horas de tensión por el enfrentamiento entre bandas de dos barrios

Un joven fue baleado durante un nuevo capítulo de la violenta historia de choques entre Los Coriofos y Los Pibes de La Villa El herido y otras dos personas fueron detenidas. Secuestraron un revólver calibre 22 y 33 balas. Extreman las medidas para evitar nuevas peleas

APARENTE CALMA. Los vecinos, con el día, se animaron a caminar por el lugar donde se produjo la pelea. la gaceta / foto de osvaldo ripoll APARENTE CALMA. Los vecinos, con el día, se animaron a caminar por el lugar donde se produjo la pelea. la gaceta / foto de osvaldo ripoll
20 Mayo 2016
CONCEPCIÓN.- Una tensa calma se vive desde hace más de 24 horas en Aguilares. Un nuevo enfrentamiento entre las bandas que dominan los barrios Independencia y Villa Nueva generó temor en ese sector de la provincia. El choque de los grupos dejó un saldo de un herido de bala y tres personas detenidas.

La primera pelea entre Los Coriofos y Los Pibes de la Villa ocurrió el miércoles por la tarde en el sector lateral este del ex hospital de esa ciudad. Por la noche, los grupos volvieron a enfrentarse. Pasada la medianoche, los vecinos llamaron a la Policía para denunciar el enfrentamiento. Cuando llegaron los uniformados, se encontraron en medio de una batalla campal. Volaban piedras, golpes de puños y disparos de armas de fuego.

Hubo un solo momento en el que ambas bandas no parecían rivales: fue cuando decidieron atacar a los policías que habían acudido al lugar para poner fin al enfrentamiento.

Luego de reducirlos, detuvieron a un joven de 21 años a quien le secuestraron un revólver calibre 22. Luego detuvieron a su hermano al estar sospechado de haber participado en el enfrentamiento.

Cuando todo parecía haberse calmado, desde el Hospital de Concepción llegó una noticia que generó más alarma. Un tal “Gordo”, hijo de “Quilla”, el líder de los Pibes de la Villa, había recibido un disparo en la espalda. Su vida nunca corrió peligro, pero la Justicia ordenó que lo detuvieran.

La reacción

“’Quilla’ llegó a las 2 de la mañana buscando venganza. Empezó a hacer tiros limpios hasta que arribó la Policía. Fue una situación muy complicada porque había corridas y tiros por todos lados”, aseguró Juan, vecino del barrio Independencia que pidió que su apellido se mantuviera en reserva.

La Policía tuvo que montar un operativo especial con lo que logró frenar a los violentos. “Teníamos la información de que el grupo del herido se estaba armando para enfrentar a los rivales. Ante este panorama, tuvimos que movilizar más de 60 efectivos para frenar la escalada de violencia”, señaló el comisario Humberto Ruezgaz, jefe de la Unidad Regional Sur.

El efectivo confirmó que ambos grupos son considerados peligrosos y, al cierre de esta edición, esperaban la autorización de la Justicia para realizar una serie de medidas en su contra. “La idea es neutralizarlos de una vez por todas. Desde hace años que generan problemas con sus enfrentamientos. Seremos inflexibles”, advirtió.

Los grupos enfrentados forman parte de la barrabrava de Deportivo Aguilares que desde hace varios años mantienen diferencias por el poder de las tribunas. Además, ambas bandas también están enfrentados políticamente, puesto que apoyan a dos referentes diferentes de esa ciudad. Sin embargo, los investigadores no descartan que este último enfrentamiento también se haya producido por la pelea territorial que mantienen por el negocio del narcomenudeo.

“No podemos descartar nada. Estas son bandas que vienen enfrentadas desde hace varios años y que ya produjeron varias víctimas”, agregó Ruezgaz.

Fue en el año 2013 en el que esta escalada de violencia tuvo su pico más alto. El 28 octubre, Renato Delgado, en medio de una pelea, recibió un ladrillazo en la cabeza que lo tiró de la moto en la que circulaba. Los golpes le causaron la muerte en el acto.

El 12 de diciembre, Hugo Sarmiento fue asesinado por cuatro jóvenes que se movilizaban en motocicleta. Los allegados de la víctima generaron destrozos en el hospital de esa ciudad y hasta agredieron al por ese entonces intendente, Agustín Fernández.

Los habitantes de Aguilares, por la escalada de violencia, ese año se quedaron sin el Festival de la Zafra y, meses después, sin los tradicionales corsos. Las autoridades no querían que esos encuentros propicien nuevos motivos de peleas.

Los vecinos están seguros que lo sucedido antenoche es el inicio de una guerra que va a continuar. “Esta es una historia interminable de intereses oscuros y de venganzas”, resumió un lugareño que prefirió no identificarse por temor a sufrir represalias.

Ayer, en un recorrido realizado por LA GACETA, se pudo observar pandillas reunidas y en alerta en esquinas de los barrios Independencia y Villa Nueva. “¿Qué hacen acá? ¿A qué vienen? ¡Rajen!”, fueron algunas de las advertencias que recibió el equipo periodístico. La Policía anunció que hoy hará un megaoperativo para calmar las aguas y detener a los violentos. (C)

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