La lluvia se ensañó con los vecinos de Los Agudo

Para los habitantes de los distintos pueblos que conforman la Comuna de Nueva Trinidad, en el sur tucumano, el verano trae desde hace décadas la certeza de las inundaciones. La intensa lluvia que cayó en la madrugada de ayer hizo que este año no fuera la excepción: el desborde de los ríos Medina y Chico provocó anegamientos en cientos de casas, especialmente en Los Agudo, Las Juntas y Monteagudo, donde el agua incluso llegó a superar un metro de altura.

En Los Agudo, ubicada a 16 kilómetros de Aguilares, los vecinos se encontraron con una situación peor a la que sufrieron en marzo de 2015, cuando la crecida hizo que el lodo dañara sus pertenencias y sus cosechas. Al cierre de esta edición, unas 180 familias permanecían en sus casas. La mayoría se negaba a abandonarlas por temor a sufrir robos. Otros directamente quedaron a la espera de recibir asistencia de los bomberos de Aguilares y de Concepción y del personal de Defensa Civil.

“Hay vecinos que tienen el agua hasta la cintura, en algunas partes está todo mojado. Pero yo pienso quedarme en mi casa como sea, no la voy a dejar sola porque si uno se va te roban hasta las chapas”, afirmó José, un trabajador rural que vive a la vera de la ruta provincial N° 331 junto a su madre y su hermano. “Todos los años es igual, es algo increíble. Cada vez que llueve se acuerdan de que no arreglaron el río”, se quejó.

Martín Vega, vecino del lugar, en cambio, tenía otra postura. A última hora de la tarde de ayer buscaba la forma de rescatar a sus dos hijos y a su padre, que aún estaban en su hogar. “Esperamos que baje el agua para poder sacar a mi papá y a los chicos, que no pueden salir. Los de Defensa Civil y los bomberos llegaron sólo hasta donde se podía transitar en vehículos, pero no siguieron más adelante”, dijo.

Incomunicados

La ruta 331 -que nace sobre la ruta nacional N° 38, en uno de los ingresos a Aguilares- es la única vía para llegar a Los Agudo y a Las Juntas. Sin embargo, se torna prácticamente intransitable cada vez que las lluvias provocan la crecida del río Medina.

Los pobladores de Los Agudo quedan incomunicados. Para llegar al pueblo hay que transitar más de dos kilómetros en tractor, porque el agua les llega hasta las rodillas. Los vecinos de Las Juntas padecen una situación más grave cada vez que se inundan, porque sólo pueden recibir asistencia a través de helicópteros.

Las dificultades hicieron que en muchos casos el auxilio proviniera de familiares y amigos. Fue el caso de Jimena Galván, quien pudo salir de su casa durante la madrugada de ayer junto a su pequeño hijo de seis años gracias a que su tío la buscó con un tractor. “El agua le tapaba las piernas, y ni los bomberos ni la Policía Lacustre llegaron al lugar”, se quejó Romina, hermana de Jimena.

Ariel Arévalo, subdelegado comunal de Nueva Trinidad, aseguró que el panorama en la zona es gravísimo. “Si vuelve a llover se nos va a complicar todo, necesitamos una semana sin precipitaciones para que baje el agua”, agregó.

El funcionario admitió que hace un mes se frenaron las obras para evitar el desborde de los ríos debido a la falta de financiamiento de parte del Poder Ejecutivo provincial.

La crecida anegó a Bajo Los Sueldos
En la ruta 329, que une Concepción con Monteagudo, la crecida del río Medina afectó a los vecinos de Bajo Los Sueldos. Unas 30 familias padecieron las consecuencias, pero la mayoría se negó a abandonar sus viviendas. Luis Delgado, habilitado de la comuna de Ciudacita, admitió que las obras de contención no fueron suficientes.