Crece el escándalo de corrupción en Brasil

Crece el escándalo de corrupción en Brasil

Empresarios y altos dirigentes políticos amigos de “lula” y cercanos al partido gobernante fueron detenidos por el caso Petrobras. El ganadero Bumlai se sumó al caso del senador Amaral, jefe del bloque del Gobierno, y al de Esteves, presidente de un banco.

UN EMPRESARIO. Bumlai fue detenido en Curitiba y llevado esposado a la sede judicial donde fue notificado de los cargos que pesan en su contra. reuters UN EMPRESARIO. Bumlai fue detenido en Curitiba y llevado esposado a la sede judicial donde fue notificado de los cargos que pesan en su contra. reuters
26 Noviembre 2015
BRASILIA.- En nun lapso de 48 horas, el gobierno de Brasil se vio sacudido política y judicialmente por la detención de empresarios y políticos brasileños vinculados directamente con el ex presidente Luiz Inacio “Lula” da Silva (2003-2010), e indirectamente con la actual mandataria Dilma Rousseff.

José Carlos Bumlai, un empresario amigo de “Lula”, fue arrestado en forma preventiva, por sus presuntos nexos con la red de corrupción que funcionó en el ente estatal Petrobras. Fue acusado por dos implicados en los fraudes en la petrolera -que colaboran con las investigaciones a cambio de obtener beneficios en la pena-, de haber transferido dinero de origen ilícito a una nuera de Lula y al gobernante Partido de los Trabajadores (PT).

El empresario, quien según medios locales tenía “tránsito libre” en el despacho presidencial durante los gobiernos de “Lula”, comenzó a ser investigado a raíz de acusaciones en su contra realizadas por el lobista Fernando Bahiano y el ex gerente del área Internacional de Petrobras, Eduardo Musa. Bahino dijo a los investigadores que le entregó a Bumlai casi 2 millones de reales (unos U$S 526.300) destinados a pagar una deuda inmobiliaria que tenía una nuera de Lula. Musa, en tanto, lo acusó de haber intermediado en el pago de una deuda de 60 millones de reales que el PT mantenía con el banco Schahin, originada en gastos realizados durante la campaña de reelección de Lula, en 2006. El dinero ilícito fue obtenido, según las acusaciones, a través de fraudes en la contratación de buques de perforación para la extracción de crudo por parte de Petrobras.

Más sospechosos

La Policía de Brasil, además, detuvo ayer al senador Delcidio Amaral, jefe del bloque del gobierno y próximo a la presidenta Rousseff, y a André Esteves - presidente ejecutivo del mayor banco de inversión independiente de Brasil-, acusados de estar involucrados en el escándalo de corrupción que salpica a Petrobras.

Luego de las detenciones se realizaron reuniones de emergencia en la sede del gobierno y en el Congreso, lo que generó expectativa por los pasos a seguir. El caso de Amaral sorprendió al gobierno de Rousseff, que junto con los partidos aliados pretendía nombrar ayer a quien lo sustituirá como jefe del grupo oficialista en el Senado.

Alrededor del mediodía, el jefe de gabinete, Jaques Wagner, encabezó una reunión con ministros en el Palacio del Planalto, donde fue analizado el impacto de la crisis. Luego del encuentro, la Presidencia informó que aguardará la evolución de los hechos antes de nombrar a un sucesor de Amaral al frente de la bancada oficialista en el Senado.

“Estamos todos impactados. Vamos a ponernos al tanto de todo lo que sucedió; evaluaremos las informaciones oficiales”, dijo el líder del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en el Senado, Humberto Costa.

Paralelamente, Renán Calheiros, presidente de la Cámara Alta e investigado por la Procuraduría General por delitos de corrupción en Petrobras, también convocó a una reunión con los líderes de los bloques para evaluar consecuencias de la detención de Amaral. (Télam)

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