A un año del traslado de Villa Piolín, los vecinos todavía esperan la plaza prometida

Los vecinos del predio que antiguamente ocupaba la "Villa Piolín" todavía esperan la plaza prometida hace un año. Cuando se concretó el traslado de las 150 familias, que durante tres décadas ocuparon la manzana comprendida entre la avenida Ernesto Padilla, Crisóstomo Alvarez, Juan B. Terán y San Lorenzo, desde el Gobierno provincial anunciaron un ambicioso proyecto que aún no tiene fecha de inauguración.

Pasaron 387 días desde que las máquinas comenzaron a tirar las primeras casas del asentamiento, pero el proyecto de una plaza, con una pista de salud, otra de atletismo y una cancha de básquet aún no se concreta. Aquel anuncio había sido hecho dos semanas después del traslado por el entonces gobernador José Alperovich. Los vecinos contaron que desde principios de año se hicieron trabajos aislados. Por ejemplo, se construyó la vereda que rodea la manzana y algunos bancos. Pero la plaza en sí misma, aún no existe. Este lunes reaparecieron los obreros de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU), repartición que tiene a su cargo la construcción de la plaza. Esto generó esperanza entre los habitantes de la zona.

"Me pone contenta ver gente trabajando. Anteriormente se veían operarios, perolos trabajos casi no avanzaban. Desde el lunes hay más movimiento", asegura María González, que vive al frente del terreno de 1,5 hectáres y que regularmente es ocupado por carreros que descargan escombros y basura. 

Aunque la promesa del espacio público aún no se cumplió, Alejandro Jatib se ilusiona con que sus hijos puedan disfrutarla. "Hace mucho que vienen prometiendo la plaza. Pero es mínimo el tiempo que han invertido trabajando. Espero que en algun momento la terminen. Ojalá sea antes que mis hijos crezcan y ya no la puedan usar", comenta el hombre que vive sobre calle San Lorenzo y que regresó al barrio hace un año.

"Soy vecina del barrio y me alegra que hagan un espacio verde porque acá cerca no tenemos nada. Será un gran cambio. Ojalá se concrete así podemos ir a tomar mates por la tarde", se ilusiona Sandra Guaraz, que vive en el pasaje San Nicolás.

"Los chicos no pueden ir a jugar porque se pueden lastimar. A veces se veía obreros, pero estaban sentados y no hacían nada", recuerda Valeria Maturana, que trabaja en una casa ubicada en la calle Crisóstomo Alvarez, muy cerca del predio que ocupaba la villa.

Camino a una licitación  
"Es una obra prioritaria", dijo Alfredo Quinteros, titular de la DAU. "Vivo a tres cuadras y veo todos los días las condiciones en las que está el predio. La dificultad está en la magnitud del proyecto, que es una plaza multifunción y es muy costosa. Por eso vamos a preparar una licitación pública. En cuatro meses estarán los pliegos listos para licitarla. Preferí esperar para que la obra sea encarada por una empresa privada de una sola vez. Ese es el motivo por el que se fue paralizando todo. También nos demoró por la inclusión de un baño dentro de los planos. Muchos me criticaron, pero no podemos tener ese espacio público sin sanitarios", agregó. 

A lo largo de todos estos meses, personal de la DAU se encargó de demoler las casas y remover los escombros, aunque los encargados de la obra reconocen que aún falta nivelar el piso. "Pensábamos que la primera etapa nos iba a llevar dos meses. Pero tuvimos demoras por la cantidad de escombros que había. Pero con recursos propios terminamos la vereda perimetral, armamos bancos y, con la ayuda de la Vialidad, se construyó la calle peatonal de asfalto que divide en dos el predio", enumeró Rubén Perdiguero, uno de los encargados de la obra.

Los vecinos reconocen que el desmantelamiento de antigua Villa Piolín cambió la fisonomía del barrio, pero siguen esperando la recuperación total del predio, que, sin luces y sin vigilancia, se convierte en un problema durante las noches debido a la inseguridad.