Los chicos filosofan sobre amor, soledad y WhatsApp

Los chicos filosofan sobre amor, soledad y WhatsApp

La naturaleza de Horco Molle fue el escenario para el pensamiento de 80 adolescentes de todo el país. Un certamen de la UNT de nivel nacional.

LOS MÁS GRANDES. Ana, Olivia, JuIián, Julieta, Ulises y Francisco en la Residencia Universitaria de Horco Molle. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO. LOS MÁS GRANDES. Ana, Olivia, JuIián, Julieta, Ulises y Francisco en la Residencia Universitaria de Horco Molle. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO.
13 Noviembre 2015
“Para mí es como un hermano. Me cuenta todo lo que le pasa y lo que siente, y yo se lo cuento a él. No nos conocemos personalmente. Pero conversamos todo el día desde hace cinco meses”, cuenta la riojana Agustina Vega, de 13 años. Su testimonio le sirve para reafirmar que la amistad no necesita de una mirada cara a cara. “La amistad es real. Y la comunicación también es real. Lo que es virtual es el medio por el cual me relaciono”, aclara muy plantado en su posición Francisco Báez Torres, de 16 años, alumno de un colegio privado de Chaco.

En el inmenso escenario verde de Horco Molle, en la Residencia Universitaria, se desarrolla la XI Olimpíada Nacional de Filosofía que organizan el Ministerio de Educación de la Nación y la Universidad Nacional de Tucumán. Unos 80 chicos de todo el país compiten con argumentos filosóficos después de haber superado las instancias escolar y provincial entre 10.000 alumnos. Se entregarán tres premios y tres menciones a los que se consideren los mejores trabajos. Pero la mayor recompensa para los chicos es viajar, conocer otros lugares y poder hacer nuevos amigos, dice la doctora Susana Maidana, de la Facultad de Filosofía y Letras.

La soledad es un gran tema para los adolescentes. “A veces los chicos no sociabilizan en el colegio, están callados y cuando vuelven a sus casas no tienen a quién contarle cómo les fue. Los padres trabajan todo el día y siempre están ocupados”, plantea Solange Gómez Díaz, de 15 años, de Chaco. Es en esos momentos cuando un amigo “virtual” - ese que Francisco aclara que es “real”- puede salvar la sensación de tristeza y de soledad. Es alguien con quien hablar. No importa si no se lo conoce personalmente todavía. No hay apuro. Lo que les interesa es lo que dicen y la compañía en todo momento, en cualquier lugar, a toda hora.

“A un amigo del WhatsApp a veces lo sentís más cercano que a los que están a tu lado y ves todos los días”. La chaqueña Ornella Benvenutti, de 14 años, jura que eso le pasa a ella con su amigo de Santa Fe. “No nos conocemos, pero él sabe muchas cosas de mí y yo de él. Nos damos consejos entre los dos. Hablamos hace más de cuatro meses, casi sin parar”, dice como prueba de constancia.

La pregunta se impone: “¿no tenés miedo de que sea un adulto que trata de engañarte?” “No, para nada. Uno se da cuenta cuando te habla, el tipo de fotos que muestra, los comentarios que hace de su familia y de sus amigos ... Nos sentimos tan bien que decimos que apenas nos conozcamos nos vamos a ir juntos a Europa... pero en broma ¿no?”, ríe Ornella, con picardía.

Diálogos y ensayos

Los chicos están separados en grupos etarios: de 12 a 15 y de 16 a 18. Los primeros presentan sus ponencias en diálogos y los segundos en ensayos escritos. Los participantes escuchan todo y eligen al mejor, por lo que hay otro premio más. Pero además los trabajos se publican en un libro. La UNT lleva cinco publicaciones con los informes de los alumnos, detalla el responsable pedagógico Fabián Vera del Barco. Los chicos escriben con seudónimo y las producciones son analizadas por un jurado de profesiones de Filosofía de las Universidades General Sarmiento, Nacional de Salta y UNT.

El tema de la olimpíada, que se extenderá hasta mañana, es “Las razones del corazón. Filosofía y pasión”. Alrededor de ese eje cada chico proyectó sus ideas de la forma más diversa. Por ejemplo Julián Luna Pastore, de 16 años y alumno de un colegio privado de Tucumán, centró su mirada en el amor y la política. Ulises D’Atri, de 16 años, de Capital Federal, lo relacionó con la pasión; Olivia Taretto, de 16 años, de Buenos Aires, con la belleza y Julieta Medrano, de 17 años, de Neuquén, con el tiempo. Cada uno le dio un matiz diferente.

Corazón y política

Sin duda la cercanía de las elecciones nacionales inspiraron al tucumano Luna Pastore. “La mayoría de las personas piensa que el amor y la política van por separado y algunos hasta plantean que la relación debería ser entre el amor y el poder. Pero yo creo que no se puede ejercer política sin amor. La política fracasa cuando hay una preponderancia de los intereses individuales por encima del amor al pueblo”, sostiene. Ulises lo escucha con desconfianza y le salta en el acto: “¡el amor es egoísta, solo piensa en sí mismo!”

Pero ahí Julián saca a relucir un mito de Platón y plantea que el amor busca complementarse, por eso trata de buscar en otros lo que él no tiene. Y Ulises aclara que él se refería a la pasión del amor, que se basta a sí mismo. “El placer nos saca de la cabeza la posibilidad de hacernos cuestionamientos. Es como un estado de divinidad, pero que es falso ...” La explicación se pierde en los laberintos de la razón y derrapa en algún giro con la pregunta sobre si es lícito o no castigar a alguien que usó mal su libertad (por ejemplo, si mató a alguien) quitándole la libertad, que es un bien que debe defenderse.

Olivia critica la publicidad que marca un prototipo de belleza y que lo asocia con valores metafísicos como la felicidad. “No creo que haya que negar la importancia del cuerpo, pero me preocupa que este prototipo genera un deseo que es inalcanzable a veces”.

Las neuquinas Ana Donadio y Julieta Medrano, de 18 y 17 años, piensan en el tiempo. Ana ha descubierto: “tenemos la capacidad de hacernos eternos en el otro. A veces, un ratito de amistad es una inversión grande que hacemos en el otro y que quizás dure toda su vida. Interesante ¿no?”

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