Sólo el 44% de los argentinos lee en forma habitual el rotulado que tienen los alimentos

Sólo el 44% de los argentinos lee en forma habitual el rotulado que tienen los alimentos

Una de las bases de la alimentación saludable es la información sobre lo que consumimos.

10 Octubre 2015
Continuando con el trabajo que realiza Foro PAÍS (Productores Agro Industriales de Soja) en lo que respecta a la Seguridad Alimentaria de las personas, se realizó la encuesta semestral en 1.000 hogares del Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba a fines de agosto pasado. El relevamiento aborda características sobre la adquisición, utilización y estabilidad de la alimentación en las diferentes ciudades del país. Estas características son los pilares básicos del concepto de Seguridad Alimentaria.

El concepto ampliado de “Alimentación” comprende desde la elección y obtención de los alimentos hasta el consumo y absorción de los mismos. Por lo tanto, una de las bases de la alimentación saludable corresponde a la correcta información sobre lo que consumimos, por eso, es importante reparar en el “rotulado alimentario”.

En el rotulado se detallan las instrucciones de almacenamiento del alimento, las de preparación, la fecha de vencimiento y el contenido nutricional. El relevamiento demostró que menos de la mitad de los encuestados (44%) lee habitualmente las instrucciones e información del rotulado. En el estudio se consultó la frecuencia de lectura de cuatro datos presentes en el rotulado de los alimentos, con estos resultados: Fecha de vencimiento: habitualmente (85%); a veces (1%), y nunca (14%); Instrucciones de conservación: habitualmente (57%), a veces (20%), y nunca (23%); Instrucciones de preparación: habitualmente (49%); a veces (23%), y nunca (28%); Información nutricional: habitualmente (40%); a veces (16%), y nunca (44%).

La escasa lectura del “rotulado nutricional” se puede deber a la escasa confianza que el 66% de los encuestados refirieron tener respecto al contenido de las etiquetas impresas en los alimentos. Sólo el 34% confía mucho en las mismas.

Las variables demográficas no son determinantes respecto a los hábitos de lectura, ya que al considerar nivel educativo y edad no se observan diferencias entre grupos.

Hábitos sin idiosincrasia

Indudablemente, una buena alimentación depende de muchos factores, y en este caso puntual estamos exponiendo sólo una porción limitada de la información.

Lo que podemos destacar es que la información es un factor muy importante y su divulgación y comprensión debería formar parte de la educación recibida desde los niveles iniciales. Conocer las propiedades de los alimentos adquiridos y su conservación y preparación, puede evitar varias de las complicaciones alimenticias más frecuentes, como así también muchos de los efectos nocivos para la salud humana. A veces la desconfianza con respecto al etiquetado puede partir de la falta de conocimiento sobre la forma de elaboración del mismo, y por ende una mayor difusión de su importancia, y su correcta lectura, sería beneficiosa para consumidores y productores.

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