La clase media afianza el “consumo oportunista”

La clase media afianza el “consumo oportunista”

La inflación y la recesión económica fueron transformando esta franja social tradicional de la Argentina. Los expertos advierten que ese sector de la población está sobreendeudado y, por esa razón, tiende a desaparecer las grandes compras quincenales o mensuales en el super. Las cadenas se adecuan a esta tendencia con los comercios “express”

PODER DE COMPRA. Los consumidores aprovechan las ofertas de los comercios para anticipar consumo en un período signado por el efecto de las paritarias. la gaceta / foto de JUAN PABLO SANCHEZ NOLI(archivo) PODER DE COMPRA. Los consumidores aprovechan las ofertas de los comercios para anticipar consumo en un período signado por el efecto de las paritarias. la gaceta / foto de JUAN PABLO SANCHEZ NOLI(archivo)
08 Octubre 2015
Los argentinos se sienten de clase media. Y no hay lugar para otro espacio en la pirámide social. Pero se trata de un concepto más vinculado al nivel de ingresos que a lo que, sociológicamente, se ha concebido como el estatus tradicional. Y, en esa orientación, la propia presidenta Cristina Fernández ha dicho el mes pasado que unos 23 millones de habitantes (más de la mitad de la población del país) constituyen la clase media argentina, gracias al modelo económico aplicado en los tres mandatos kirchneristas. Sin embargo, las consultoras privadas observan que el estancamiento económico de los últimos años y la inflación han bajado las expectativas sociales. A tal punto que, según la consultora W, la clase media se ubicaba en el 48% de la población al cierre del primer semestre del año. Muy distinta a la percepción del sondeo realizado por TNS Gallup y la Universidad de Palermo que dio cuenta que el 88% de los argentinos cree que está en esa situación.

“La clase media es mucho más que un ingreso; pasa por una cuestión cultural, de acceso a la educación, a la salud, a determinados servicios y a la vivienda”, plantea a LA GACETA la economista Susana Nuti, que aclara que una mejora en el nivel de ingreso no necesariamente significa un ascenso social automático. Y advierte que no se trata de una cuestión elitista, sino realista. “Puede que la inflación haya cedido respecto de otros años, que se puede acceder más al dólar ahorro y que proliferan los créditos, como el “Ahora 12”, pero el grado de endeudamiento de la población de ingresos medios es significativo y su situación puede variar”, considera.

Nuti apunta algunos cambios de hábitos en el consumo de esta franja social. “Son más selectivos que siempre y tienden a un consumo oportunista; compran dólares, pero es una transacción que busca renta momentánea al venderlos luego en el mercado informal. Además, han restringido las salidas del grupo familiar a comer afuera, porque no les alcanza”, enumera.

En eso coincide Fernando Blanco Muiño, presidente de la Unión de Consumidores de Argentina. “Se nota que la gente achica gastos, aunque aún goza de los primeros efectos de las subas en paritarias”, afirma a nuestro diario. Además de la reducción de las salidas, el experto señala otro detalle del cambio de conducta: la clase media ya no estaciona tanto el auto en la cochera, sino en las calles habilitadas. Y complementa sus perspectivas con otras pautas:

• Tiende a desaparecer la compra grande en los supermercados con alcance quincenal o mensual. “Las grandes cadenas se han dado cuenta de este fenómeno y apelan a centros de comercialización de cercanía; los exprés”, dice.

• Ha bajado el consumo en el sector esparcimiento. “Particularmente en el rubro gastronomía. La salida puede ser a un cine o a un teatro, pero esta conducta o movimiento no se ampliado su participación dentro del rubro esparcimiento”, indica.

• En el turismo al exterior, “puede decirse que entre un 8% y un 9% de la población de clase media viaja afuera, por lo que es otro indicador de restricción del gasto o la no posibilidad de acceso fácil de los hogares argentinos”, acota.

•El ahorro en dólares, en tanto, es selectivo, a criterio de Blanco Muiño. Más bien especulativo sólo para ganarle a la inflación.

• Cuidado con la tarjeta de crédito. “La clase media ha generalizado su conducta de pago del mínimo de la tarjeta porque está sobreendeudada y no le sobra el dinero para ahorrar”, finaliza.

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