06 Octubre 2015
TAREA. Con excavadoras buscan a unos 300 desaparecidos en El Cambray II. reuters
CIUDAD DE GUATEMALA.- El Gobierno de Guatemala decretó tres días de duelo nacional por las víctimas del devastador alud producido la noche del jueves en un municipio vecino a la capital guatemalteca y cuyo número de muertos suma hasta ahora 135, mientras continúa la búsqueda de unos 300 desaparecidos. Un centenar de excavadoras y equipos de rescatistas siguen buscando cuerpos en el caserío El Cambray II, tras el gigantesco deslave provocado por las persistentes lluvias en la zona.
Los trabajos se han vuelto más peligrosos porque tuvieron que practicarse agujeros en forma de embudo de hasta 12 metros para llegar a los techos de las viviendas y sacar los cuerpos, relató uno de los líderes de las tareas de emergencias. “Hemos encontrado familias completas”, dijo Sergio Cabañas, un oficial del comando de incidentes de la Coordinadora Nacional de Desastres (Conred) del gobierno. “La mayoría las hemos encontrado juntas; esto quiere decir que iban a hacer alguna forma de evacuación pero lamentablemente no les dio tiempo”.
Hasta ahora no se han hallado supervivientes de la catástrofe que sacudió a Santa Catarina Pinula, un municipio a pocos kilómetros de la capital, y las esperanzas de encontrar alguna persona con vida bajo los 120.000 metros cúbicos de tierra que cayeron en la boscosa quebrada son casi nulas.
Para muchos, como Ana Escobar, una ama de casa de 48 años que perdió a 21 miembros de su familia, el único consuelo sería hallar los cuerpos de sus seres queridos para darles sepultura.
El presidente, Alejandro Maldonado, ordenó proseguir con la búsqueda pese a que se cumplieron las 72 horas durante las cuales se considera posible hallar supervivientes, según los protocolos internacionales. La noche del jueves un cerro se partió en dos y el alud arrasó con al menos 125 viviendas. El arzobispo de Guatemala, monseñor Julio Vian, expertos y ambientalistas han levantado su voz responsabilizando de la tragedia a autoridades municipales por permitir licencias de construcción de casas o no atenuar los riesgos en áreas bajo amenaza de desastres. (DPA-Reuters)
Los trabajos se han vuelto más peligrosos porque tuvieron que practicarse agujeros en forma de embudo de hasta 12 metros para llegar a los techos de las viviendas y sacar los cuerpos, relató uno de los líderes de las tareas de emergencias. “Hemos encontrado familias completas”, dijo Sergio Cabañas, un oficial del comando de incidentes de la Coordinadora Nacional de Desastres (Conred) del gobierno. “La mayoría las hemos encontrado juntas; esto quiere decir que iban a hacer alguna forma de evacuación pero lamentablemente no les dio tiempo”.
Hasta ahora no se han hallado supervivientes de la catástrofe que sacudió a Santa Catarina Pinula, un municipio a pocos kilómetros de la capital, y las esperanzas de encontrar alguna persona con vida bajo los 120.000 metros cúbicos de tierra que cayeron en la boscosa quebrada son casi nulas.
Para muchos, como Ana Escobar, una ama de casa de 48 años que perdió a 21 miembros de su familia, el único consuelo sería hallar los cuerpos de sus seres queridos para darles sepultura.
El presidente, Alejandro Maldonado, ordenó proseguir con la búsqueda pese a que se cumplieron las 72 horas durante las cuales se considera posible hallar supervivientes, según los protocolos internacionales. La noche del jueves un cerro se partió en dos y el alud arrasó con al menos 125 viviendas. El arzobispo de Guatemala, monseñor Julio Vian, expertos y ambientalistas han levantado su voz responsabilizando de la tragedia a autoridades municipales por permitir licencias de construcción de casas o no atenuar los riesgos en áreas bajo amenaza de desastres. (DPA-Reuters)
Temas
Guatemala
Lo más popular
