04 Octubre 2015
“Cuando se muere un amigo,/ uno le quiere cantar/ y sale a buscar palabras/ que jamás encontrará”. Con estos versos de Osvaldo “Chichí” Costello, Coqui Sosa despidió en Facebook a Oscar Alejandro Asensio, el cantante y productor artístico tucumano que falleció ayer.
Comenzó a cantar a los cinco años, y le dedicó un cuarto de siglo a Canto Trío, con el cual recorrió los principales escenarios folclóricos del país y llegó a Paraguay, Uruguay, Brasil, Bolivia y Chile. También integró Las Voces del Fogón y compuso baladas y zambas, pero fue en su faceta como solista donde encontró un espacio de popularidad cuando fue finalista del certamen “Soñando por cantar”.
Los logros personales quedaron minimizados por los colectivos: el luto en el ambiente excedía a la partida de un artista. Asensio fue un incansable promotor de los músicos locales en espectáculos, radio y televisión (fue productor en los canales 8 y 10); se desempeñó como director de Turismo de la Municipalidad de Tafí del Valle por varios años.
LA GACETA lo entrevistó por última vez en mayo, cuando estaba a punto de salir al aire “Más 10 que nunca”, último programa que produjo. Estaba entusiasmado con el proyecto. “Por sobre todas las cosas, la TV es entretenimiento. Hacé lo que quieras, pero si te olvidás de entretener, la gente cambia de canal”, dijo. Haciendo alarde de su oficio y desfachatez habitual, había sentenciado: “al tucumano le encanta verse en televisión; es careta, le gusta estar en la vidriera. Cuando se genera un espacio, el tipo lo quiere ocupar y si no, lo quiere ver. Ya sea para disfrutarlo, reírse o criticarlo”. Asensio jamás defraudó a su público, y en la despedida queda el recuerdo de las veces que disfrutaron de su arte y rieron con él.
Comenzó a cantar a los cinco años, y le dedicó un cuarto de siglo a Canto Trío, con el cual recorrió los principales escenarios folclóricos del país y llegó a Paraguay, Uruguay, Brasil, Bolivia y Chile. También integró Las Voces del Fogón y compuso baladas y zambas, pero fue en su faceta como solista donde encontró un espacio de popularidad cuando fue finalista del certamen “Soñando por cantar”.
Los logros personales quedaron minimizados por los colectivos: el luto en el ambiente excedía a la partida de un artista. Asensio fue un incansable promotor de los músicos locales en espectáculos, radio y televisión (fue productor en los canales 8 y 10); se desempeñó como director de Turismo de la Municipalidad de Tafí del Valle por varios años.
LA GACETA lo entrevistó por última vez en mayo, cuando estaba a punto de salir al aire “Más 10 que nunca”, último programa que produjo. Estaba entusiasmado con el proyecto. “Por sobre todas las cosas, la TV es entretenimiento. Hacé lo que quieras, pero si te olvidás de entretener, la gente cambia de canal”, dijo. Haciendo alarde de su oficio y desfachatez habitual, había sentenciado: “al tucumano le encanta verse en televisión; es careta, le gusta estar en la vidriera. Cuando se genera un espacio, el tipo lo quiere ocupar y si no, lo quiere ver. Ya sea para disfrutarlo, reírse o criticarlo”. Asensio jamás defraudó a su público, y en la despedida queda el recuerdo de las veces que disfrutaron de su arte y rieron con él.
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