Asaltaron una despensa en San Martín al 4.300

La dueña de la despensa estaba a punto de cerrar la puerta del negocio cuando cruzó una vecina que hacía poco tiempo se había mudado al barrio. Ambas conversaban sobre los reiterados hechos de inseguridad que vienen ocurriendo en la zona e intercambiaban números de teléfonos para colaborar con la prevención cuando fueron atacadas por dos delincuentes armados. Los ladrones molieron a golpes a la almacenera para quitarle el dinero y, antes huir, hicieron un disparo que casi hiere a un vecino.

El violento asalto se había producido el lunes a la noche, alrededor de las 22.30, en una despensa que funciona en calle San Martín al 4.300, en la zona de Bajo Hondo. En la vereda de enfrente vive Ramiro Jerez, quien se mudó hace exactamente una semana y todavía no conoce a todos los vecinos. Fue su novia la que esa noche había cruzado a comprar al almacén, apurada porque ya estaban por cerrar.

La mujer cruzó la calle acompañada por su hijo de ocho años y ambos entraron al comercio. Después de realizar la compra, se detuvo a conversar con la dueña del local acerca de la inseguridad. La charla fue interrumpida por la llegada de dos delincuentes en una moto, que bajaron con armas y entraron al almacén.

Ramiro dijo que, según el relato de su novia, los ladrones apuntaron a todos con armas, incluido el niño de ocho años. Pero la peor parte se la llevó la dueña de la despensa, a quien le pegaron cuatro culatazos que le partieron la cabeza, hasta dejarla ensangrentada.

Con la situación controlada, los delincuentes abrieron la caja registradora y se alzaron con toda la recaudación del día, contó el vecino, aún con zozobra por la situación que pasaron su pareja, su nueva vecina y él.

Mientras el robo estaba ocurriendo en la despensa, en la casa de enfrente Ramiro escuchó gritos de mujeres y salió corriendo. Desde la puerta observó a los ladrones y agarró lo que encontró más a mano para atacarlos. “Justo tenía una alcancía, esos chanchitos de cerámica, y se las estaba por tirar cuando uno de ellos me apuntó y disparó”, contó el joven.

“Menos mal que reaccioné a tiempo y me agaché rápido. El disparo traspasó el portón y entró a mi casa”, señaló Ramiro, todavía sin poder creer que no haya recibido ese balazo. Segundos después pasó un móvil de la Policía por la esquina y los vecinos le hicieron señas. Los uniformados pidieron una ambulancia y la dueña del almacén debió ser trasladada al hospital para que le curaran la cabeza. De los ladrones, que habían escapado en una moto Honda CG color gris, no se supo nada más. La causa se encuentra en la Fiscalía de Instrucción de la II° Nominación.