Ashley Madison: la infidelidad se pago caro

Ashley Madison: la infidelidad se pago caro

El famoso sitio de citas que ofrece a las personas casadas la oportunidad de engañar a sus cónyuges tiene sus problemas.

“Se puede”. Es el primer mensaje de un hombre que dice tener pareja estable y que busca una aventura fuera de esa relación. La propuesta, vía internet, va dirigida a una mujer, también comprometida, que ha decidido romper su rutina creando un perfil en Ashley Madison, portal que se anuncia como “la empresa de dating y contactos para aventuras extra­matrimoniales más seria del mundo” o “la marca más conocida en infidelidad”. Así comienzan muchas de las historias de los más de 40 millones de usuarios que tiene Ashley Madison, un gigante club de infieles que se anuncia con el eslogan “la vida es corta, busca un amante”.

La infiltración en este sitio, seguida de la publicación de los datos de los infieles, ha conmocionado al mundo. Esta semana hubo un sinfín de extorsiones, demandas multitudinarias contra la empresa y dos suicidios posiblemente vinculados al hecho. El abogado Javier Miglino, experto en delitos informáticos junto a un equipo interdisciplinario están trabajando en las primeras seis demandas que usuarios argentinos presentarán por la publicación de sus datos personales, correos electrónicos, contraseñas y fotos. Reclamarán $ 6 millones en concepto de indemnizaciones por el daño moral, psicológico y familiar ocasionado.

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Además, busca que los datos sean eliminados de inmediato, comentó el letrado. En contacto con LA GACETA, Miglino contó: “esta red social fue creada por Noel Biderman, conocido como ‘El rey de la infidelidad’ y autor de ‘Guía del infiel: Cómo la infidelidad puede salvar el matrimonio moderno’”. Y llegó al país cuando detectó más de 100.000 intentos de registro en el sitio global de la red social, desde Argentina.

“Hoy, la red tiene unos 72.000 miembros argentinos registrados, muchos de ellos en riesgo por el ataque que el sitio sufrió, en manos de un grupo de hackers (Impact Team), que desclasificó archivos y afirmó que tiene detalles de transacciones de los usuarios desde 2007. Los datos incluyen nombres, direcciones, correos y pagos, pero no números de cuentas bancarias, aunque sí cuatro dígitos que podrían ser los últimos cuatro de lasl tarjetas de crédito utilizadas, contraseñas e incluso imágenes, videos de los usuarios y coordenadas corporales como edad, altura, peso, color del cabello, de ojos, de tez, etcétera”, precisó el abogado.

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Los datos, un tesoro en bruto

Luciano Laporta Podaza, experto en seguridad informática

Los ataques informáticos no siempre son iguales.  Pueden ser los crackers que ingresan a un sistema por una brecha de seguridad o puede tratarse de un ataque de ingeniería social. Cuando los sistemas son muy seguros se trata de ingresar a través del personal de una empresa, se busca engañarlos enviándole algo tentador y así instalarles un virus que permita ingresar al explorador de un sitio.

Por eso es que ni siquiera las plataformas que invierten millones en sistemas de seguridad llegan a ser seguras.  Entonces, la primera recomendación es que hay que ser muy cautelosos cuando uno brinda datos personales a los sitios web.

Antes hackear una página tenía que ver con la diversión; hoy todo tiene un fin económico, incluso en las situaciones menos pensadas, como el caso de las PC hogareñas. Atacan cualquier sistema para vender información. Trabajo en una unidad especial de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la provincia y vemos que los delitos informáticos avanzan cada vez más; al mismo tiempo, es algo muy nuevo, por lo que no hay demasiadas denuncias. Creo que la lección más importante que deja el episodio Ashley Madision debe ser para los usuarios: no se trata de que dejen de usar estas plataformas -cada quien es libre de hacerlo- sino de dimensionar qué tan importantes son los datos que entregan; deberían entender que las redes o los foros en que participan no recolectan sólo correos o números de teléfono. Los tesoros guardados en esos servidores podrían, de ser revelados, causarle disgustos a más de uno.

Las denuncias recién empiezan

Javier Miglino, abogado experto en delitos informáticos

Los delitos informáticos no solo están creciendo a un ritmo exponencial sino que hoy los hackers llevan una enorme ventaja, toda vez que faltan técnicos informáticos y especialistas en derecho informático. De hecho, muchas veces que debemos intervenir profesionalmente en casos de robos por Homebanking, Interbanking, o personas que se disfrazan de adolescentes para abusar de menores (grooming), debemos instruir a los fiscales y a los jueces sobre los puntos a investigar.

En casos como los de Ashley Madison, en los cuales se pone en juego la intimidad de las personas y más aún la intimidad sexual de las personas, la enorme mayoría prefiere ocultar cualquier abuso antes que denunciarlo. Pero como lo que se publican son datos personales, es muy probable que haya al principio algunas denuncias aisladas y luego un crecimiento exponencial en esas demandas.

En principio nos encontramos ante el delito de violación de secretos y un ataque certero a la privacidad personal. En el caso de violación de secretos, el  Código Penal argentino prevé condenas que van de 15 días a seis meses de prisión. La pena va de un mes a un año si el autor además publica lo que robó. La lección más importante que nos deja este caso es que  no existe la Internet ciento por ciento segura. Hay que extremar las medidas de seguridad evitando brindar datos personales. Establecerse como usuario a través de un alias y si el sitio exige número de tarjeta de crédito, desistir.

El juego de las desconfianzas

Mileva Pavicich, sexóloga- terapeuta de parejas

Las redes actúan como un “facilitador” de infidelidades, como una “tentación” al alcance de un clik.  El “histeriqueo” que no incluye contacto físico sino un juego de seducción verbal, que estimula las fantasías, donde hay un potencial encuentro, o encuentros imaginarios, será considerado infidelidad o no de acuerdo a la sensibilidad y significación que cada persona haga de este juego. Si significa traición para una parte de la pareja, esto debe ser valorado como tal por la otra parte y al cruzar la línea ya es consciente de que ese histeriqueo puede causar fracturas en la relación. 

El riesgo es querer dar un paso más hacia el encuentro del que está del otro lado. Lo que escucho en el consultorio en la gran mayoría de los casos es que sí lo hacen. Cada vez se conocen más casos de parejas que se rompen cuando se descubren mensajes en la Web. Esto nos habla de que “sí” es vivido como infidelidad, que esos mensajes, aunque no concreten en encuentros reales, dejan una enorme desconfianza sobre la pareja. 

Vivir en una relación con desconfianza es un desgaste paulatino para ambas partes. Lo ocurrido en A.Madison, creo que es la metáfora de lo que sucede en casi todas las historias de triangulaciones. Por una u otra vía, la infidelidad es puesta al descubierto. Antes era un vecino que lo contaba, o una llamada anónima; pero sin que cuente el medio o la prontitud con la que se descubra, creo que ello nos lleva a mirarnos y a elegir -o no- la fidelidad como pacto en la pareja, con sus costos y renuncias; nos invita a mirar la parte (yo) y la totalidad.

Ningún sitio es 100% seguro

Daniel Monastersky, abogado experto en delitos informáticos

La primera lección que deja Ashley Madison: en internet, ningún sistema es 100% seguro. Los expertos lo venimos advirtiendo: no existe la seguridad total. Entonces, el primero que debe protegerse es el usuario. Lo repetimos siempre: no subir cosas, ni filmarse ni hacer comentarios si no uno no está dispuesto a asumir las consecuencias.

Muchas plataformas invierten millones en seguridad para salvaguardar la información personal de sus usuarios. Y, sin embargo, siempre puede quedar un espacio vulnerable. Evidentemente, en este caso la empresa no tomó todos los recaudos necesarios. Los usuarios la podrán demandar por diversos delitos, desde el ámbito penal ( revelación de secretos, acceso indebido a base de datos) y también desde el ámbito civil  le pueden exigir reparación por los daños causados. Vemos en Argentina y en el mundo que los delitos informáticos están cobrando una dimensión cada vez mayor. Además, hoy todos los delitos tienen un costado informático. Lo cual nos plantea permanentemente:  ¿estamos preparados para esta realidad? Veamos; el Centro Europeo del Cibercrimen acaba de admitir que no está en condiciones de hacer frente a estos desafíos. Los que estamos en el tema vemos que, en su mayoría, los fiscales y abogados no están en optimas condiciones y no cuentan con los conocimientos necesarios para poder investigar estos hechos. Otro problema es que no hay una legislación homogénea en todo el mundo. Existe un convenio internacional, pero no todos los países son parte de él.

TESTIMONIO

J.P., de 35 años, artista

“Me fui de Tucumán a vivir a Buenos Aires y Ashley Madison se me presentó como una buena oportunidad para conocer gente y disfrutar de una ciudad en la que no conocía a nadie. Y lo mejor de todo, no era necesario comprometerse, porque todos aquellas mujeres ya tenían un anillo. La pasé bien, pero hay que tener mucho cuidado. Este sitio te exige dedicarle mucho tiempo para encontrar la adecuada. Por un lado, hay muchas mentiras y fotos del pasado. También hay muchas mujeres que están buscando un hombre que las mantenga. Cuando al fin lográs una cita, puede pasar que llegues, la conozcas y no haya química (me pasó bastante). Otra cosa: como es un sitio que está pensado para gente casada, con cada conversación, hay que prepararse para una buena sesión de desahogo.

En detalle

¿Qué es ashley madison?

Es un sitio de citas  que ofrece a las personas casadas la oportunidad de engañar a sus cónyuges. Con cerca 39 millones de usuarios registrados en el mundo, es uno de los portales más grandes de su tipo. El sitio es administrado por la empresa canadiense Avid Life Media, que opera un grupo de sitios igualmente polémicos, incluyendo ‘Cougar Life’ (para mujeres mayores que buscan hombres más jóvenes) y ‘Established Men’ (”Conectando mujeres jóvenes hermosas, con hombres interesantes”).

¿Quién robó la información?

Un grupo de hackers llamado “Impact Team” ingresó a los servidores y luego publicó  más de 30 gigabytes de datos usuarios y de la compañía. Según el grupo, su intención era provocar el cierre de Ashley Madison por razones éticas. Los investigadores creen que la filtración podría haber sido algo interno de la compañía.

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