25 Agosto 2015
EN LA FRONTERA. Soldados húngaros levantan una valla en la ciudad de Morahalom, cerca de la frontera con Serbia, para impedir el ingreso de refugiados, que pretenden llegar a los países del Norte de Europa. reuters
BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, y su homólogo francés, François Hollande, reclamaron un reparto “justo” de las cargas y avanzar en el cumplimiento del derecho de asilo europeo para hacer frente a la peor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial. “Alemania y Francia esperan que todos los países miembros implanten realmente el derecho de asilo por completo”, declaró Merkel. “Si los países de la Unión Europea (UE) no cumplen con el acuerdo, entonces la Comisión Europea deberá intentar conseguir que esto ocurra”.
La mandataria alemana señaló la importancia de que las cargas “se dividan en la UE de manera justa” y de que haya unos requisitos mínimos comunes a la hora de acoger a los miles de refugiados que día tras día llegan a las costas de la UE. “Se trata del registro, pero también de estándares mínimos en aspectos como el alojamiento o la asistencia médica”, declaró.
Hollande destacó la importancia de este reparto “justo” y recordó que es una “grave carga” para los países de la UE. “Queremos aprovechar la posibilidad para hablar sobre la gravísima situación de los refugiados”, explicó tras reunirse con Merkel en la Cancillería de Berlín.
“Debe haber una política de migración común, una armonización”, reclamó Hollande. “Hay momentos en la historia de la UE en la que nos encontramos ante situaciones extraordinarias; la de ahora es una de ellas”.
“El cumplimiento del sistema de asilo es urgentemente necesario y es el requisito para que funcione el sistema Schengen, que regula la libertad de movimiento dentro de la UE”, recordó. Los mandatarios abogaron por definir de manera comunitaria el estatus de “países de origen seguros”, que facilita una devolución más rápida de estas personas a sus países de origen.
Europa está desbordada ante la llegada masiva de inmigrantes. Esto llevó a Italia a alertar este fin de semana de que la crisis migratoria pone en peligro los acuerdos de Schengen, que permiten la libre circulación de personas entre los países de la Unión Europea. Organizaciones defensoras de los derechos humanos alertan que decenas de miles de inmigrantes podrían quedarse atrapados en precarias condiciones en Serbia y Macedonia ante el cierre de la frontera sur de Hungría, donde se está construyendo una verja para impedir el ingreso. Hungría forma parte del área libre de fronteras Schengen.
Desde que las autoridades de Macedonia volvieran a reabrir la frontera con Grecia, más de 7.000 refugiados viajaron a Serbia en trenes y autobuses. Los inmigrantes, en su mayoría refugiados procedentes de Siria, pero también iraquíes y afganos, habían pasado días atrapados en tierra de nadie en la frontera greco-macedonia.
Alemania espera un récord de 750.000 demandantes de asilo este año, en una crisis que ha superado a todas las autoridades europeas. (DPA-Reuters)
La mandataria alemana señaló la importancia de que las cargas “se dividan en la UE de manera justa” y de que haya unos requisitos mínimos comunes a la hora de acoger a los miles de refugiados que día tras día llegan a las costas de la UE. “Se trata del registro, pero también de estándares mínimos en aspectos como el alojamiento o la asistencia médica”, declaró.
Hollande destacó la importancia de este reparto “justo” y recordó que es una “grave carga” para los países de la UE. “Queremos aprovechar la posibilidad para hablar sobre la gravísima situación de los refugiados”, explicó tras reunirse con Merkel en la Cancillería de Berlín.
“Debe haber una política de migración común, una armonización”, reclamó Hollande. “Hay momentos en la historia de la UE en la que nos encontramos ante situaciones extraordinarias; la de ahora es una de ellas”.
“El cumplimiento del sistema de asilo es urgentemente necesario y es el requisito para que funcione el sistema Schengen, que regula la libertad de movimiento dentro de la UE”, recordó. Los mandatarios abogaron por definir de manera comunitaria el estatus de “países de origen seguros”, que facilita una devolución más rápida de estas personas a sus países de origen.
Europa está desbordada ante la llegada masiva de inmigrantes. Esto llevó a Italia a alertar este fin de semana de que la crisis migratoria pone en peligro los acuerdos de Schengen, que permiten la libre circulación de personas entre los países de la Unión Europea. Organizaciones defensoras de los derechos humanos alertan que decenas de miles de inmigrantes podrían quedarse atrapados en precarias condiciones en Serbia y Macedonia ante el cierre de la frontera sur de Hungría, donde se está construyendo una verja para impedir el ingreso. Hungría forma parte del área libre de fronteras Schengen.
Desde que las autoridades de Macedonia volvieran a reabrir la frontera con Grecia, más de 7.000 refugiados viajaron a Serbia en trenes y autobuses. Los inmigrantes, en su mayoría refugiados procedentes de Siria, pero también iraquíes y afganos, habían pasado días atrapados en tierra de nadie en la frontera greco-macedonia.
Alemania espera un récord de 750.000 demandantes de asilo este año, en una crisis que ha superado a todas las autoridades europeas. (DPA-Reuters)
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