Los dueños de la cortada de ladrillos negaron la explotación laboral

Los dueños de la cortada de ladrillos negaron la explotación laboral

Declararon ante el juez Federal Poviña y aseguraron que las personas que trabajaban con ellos “sabían en qué iban a ser empleadas”

REGISTRO. En el allanamiento tomaron datos de empleados de la cortada. LA GACETA / FOTO DE Antonio Ferroni (ARCHIVO) REGISTRO. En el allanamiento tomaron datos de empleados de la cortada. LA GACETA / FOTO DE Antonio Ferroni (ARCHIVO)
08 Julio 2015
El sistema que se utilizaba en la cortada de ladrillos de Las Talitas era el tradicional. Unos elaboraban el barro, otros lo cortaban, algunos se dedicaban a cocinarlos en los hornos y por último estaban los que los fraccionaban. Esa tarea fue descripta por los tres acusados de trata de personas con fines de explotación laboral, que el 30 de junio declararon ante el juez Federal Fernando Poviña.

El abogado José del Río, que defiende a Héctor Adrián Daguero, a su hermano Cristian Esteban Daguero y al padre de ambos, Néstor Héctor Daguero, comentó que la Justicia debe resolver ahora el pedido de exención de prisión. “No están detenidos, pero sí imputados. El juez debe resolver si se los procesa con o sin prisión preventiva”, comentó el letrado.

Los Daguero están acusados de explotar laboralmente a un grupo de 31 personas, quienes vivían en condiciones de hacinamiento en la cortada. El 1 de junio se había realizado un allanamiento, y un mes más tarde se tomó declaración a los acusados. Antes, las víctimas dieron su versión en una declaración en cámara gesell.

“No sabemos cómo va a continuar la causa. Por el momento mis defendidos no concurren al lugar, y no se está continuando con la explotación del terreno. El fiscal federal (Pablo Camuña) pidió autorización para la venta de los ladrillos, y nosotros planteamos que se inmovilice la comercialización porque hay una confusión de propiedad. Solicitamos que se haga un inventario”, expresó del Río, quien defiende a los Daguero junto al abogado Juan Carlos Valor.

Los acusados aseguraron ante el juez que las personas que trabajaban en el lugar arrendaban la tierra. “Son personas de Bolivia que a su vez trajeron a otros trabajadores de ese país. La forma de trabajar es la que se acostumbra en el norte. Es un sistema antiguo, porque no dan los números para acceder a una mayor tecnología”, aseguró del Río.

“Muchas de estas personas declararon que progresaron mientras estuvieron trabajando con los Daguero. El suelo de los terrenos en los que fabrican ladrillos tiene una vida útil de tres a cinco años. Mis clientes afirman que los terrenos anteriores que tuvieron los lotearon cuando ya no podían ser explotados, y muchos de los beneficiarios de los loteos son los que trabajaron con ellos”, describió el abogado.

“Aquí no hubo engaños, ellos sabían en qué iban a ser empleados. Puede haber una cuestión laboral con algunos trabajadores y obreros, pero esa conducta no incurriría en el ámbito penal”, dijo del Río.

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