07 Julio 2015
GRAN FIESTA. Cerca de 200.000 turistas llegan a la capital de Navarra para participar de los encierros. REUTERS
PAMPLONA, España.- Los famosos encierros de los Sanfermines arrancaron en Pamplona, en el norte de España, con una carrera rápida y peligrosa que dejó once heridos, tres de ellos por asta de toro.
El encierro duró algo más de dos minutos en los que se vivieron momentos de tensión, especialmente cuando uno de los seis toros, de la ganadería de Jandilla, se separó del grupo y sorprendió a decenas de corredores, llegando a cornear a uno de ellos.
Según informaron medios españoles, dos de los tres heridos por asta de toro son de Estados Unidos: uno de ellos, de 38 años, sufrió una herida en el tórax y tuvo que pasar por quirófano, mientras que el segundo, de 27 años, fue corneado en la zona lumbar. El tercero, originario de Reino Unido, sufrió una cornada en la zona del perineo.
Durante los próximos días, cada mañana se repetirán los encierros en las calles de la capital de Navarra, que estos días ve incrementada su población, de unos 200.000 habitantes, por la gran afluencia de turistas que acuden a las fiestas, muchos de ellos extranjeros.
Los mozos, vestidos de blanco y con pañuelo rojo al cuello, corren delante de los animales hasta la plaza de toros, donde por la tarde tiene lugar la tradicional corrida.
El encierro duró algo más de dos minutos en los que se vivieron momentos de tensión, especialmente cuando uno de los seis toros, de la ganadería de Jandilla, se separó del grupo y sorprendió a decenas de corredores, llegando a cornear a uno de ellos.
Según informaron medios españoles, dos de los tres heridos por asta de toro son de Estados Unidos: uno de ellos, de 38 años, sufrió una herida en el tórax y tuvo que pasar por quirófano, mientras que el segundo, de 27 años, fue corneado en la zona lumbar. El tercero, originario de Reino Unido, sufrió una cornada en la zona del perineo.
Durante los próximos días, cada mañana se repetirán los encierros en las calles de la capital de Navarra, que estos días ve incrementada su población, de unos 200.000 habitantes, por la gran afluencia de turistas que acuden a las fiestas, muchos de ellos extranjeros.
Los mozos, vestidos de blanco y con pañuelo rojo al cuello, corren delante de los animales hasta la plaza de toros, donde por la tarde tiene lugar la tradicional corrida.
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