El reclamo para que reingrese el limón a EEUU

El reclamo para que reingrese el limón a EEUU

En un acto oficial reciente, el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Héctor Timerman, reactualizó a través de un anuncio formal, una vieja expectativa de la citricultura tucumana que aguarda el levantamiento de la restricción a la importación de esta fruta por parte de Estados Unidos. “La Argentina acudirá en queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para tratar que los limones tucumanos retornen al mercado norteamericano, en caso de no levantarse la restricción a la importación de la fruta”, ha remarcado el canciller en la ceremonia de anuncio del levantamiento de las restricciones a la comercialización de carne bovina que practicaba también Estados Unidos.

Timerman planteó esa alternativa para recordar una situación similar que ocurrió con la exportación de carne bovina producida en los campos de nuestro país, cuyo ingreso a EEUU estuvo cerrado por más de 14 años y que ahora fue levantado. Junto a los ministros de Economía y de Agricultura, el canciller aseguró que el Gobierno seguirá negociando el regreso de la comercialización de los limones al gran mercado del Norte del hemisferio, porque “siguen estando vedados en Estados Unidos a raíz de medidas proteccionistas y por el intenso lobby de los productores de ese país, especialmente los de California, porque es evidente que los productores no quieren competir con los productos nuestros que, como se sabe, son de altísima calidad”.

Como se conoce, nuestra provincia es la principal zona de producción y exportación del país de limón, que tras varios años de negociaciones formales -con la visita de delegaciones de productores, gobernantes y técnicos a Washington y a varias ciudades de EEUU- consiguió colocar en esa plaza entre 2000 y 2001 más de 27.000 toneladas de cítricos. Pero ocurrió que luego de las exportaciones del 2001, la justicia estadounidense suspendió el ingreso de la fruta, en base a argumentos y presiones de comercializadores y productores locales, que se ampararon en la pretenciosa sospecha de que los limones argentinos (tucumanos) podrían ser transmisores de una bacteria, una razón que las evidencias se encargaron de desechar.

En los últimos años, a los reclamos y peticiones de reapertura y discusiones en el seno de la OMC y ante las autoridades estadounidenses, la actividad citrícola tucumana mantuvo -con sus campañas mejores y más o menos flojas- el rumbo exportador hacia sus mercados más tradicional: Europa y Rusia, pero siempre con un ojo puesto en los mercados, góndolas y fruterías de la principal economía del mundo. La producción limonera provincial -y también otras regiones productoras- está en condiciones de abastecer esas demandas, e incluso, cubrir las que pudiera surgir tras la actualización de este reclamo. Y cuanto más limones se coloquen en nuevos mercados, ese comercio redundará en más beneficios, más ingresos y más trabajo para la alicaída economía tucumana. En junio pasado, técnicos del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de EEUU visitó Tucumán en medio de las negociaciones para la reapertura comercializadora. Esa visita generó optimismo y reactualizó también los viejos anhelos entre los citricultores y empresarios, que, sin embargo, se proponen avanzar antes que nada en la cuestión sanitaria para desalentar otro eventual escollo. El Gobierno de Tucumán debería apresurar su apoyo a esta iniciativa del Gobierno nacional y comprometerse de una manera más rotunda con una reivindicación fundamental para promover el crecimiento y desarrollo de una actividad clave en la vida de la provincia.

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