Cuando un Rolls-Royce no es suficiente

Cuando un Rolls-Royce no es suficiente

Los compradores buscan más exclusividad

14 Junio 2015
NUEVA YORK.- En el enrarecido mundo de los autos de ultralujo, los compradores ya pueden poseer algunos de los vehículos más espléndidos en el planeta. Pero, en estos días, simplemente ser dueño de un Rolls-Royce o un Bentley no es suficiente. Ahora, los compradores buscan aún más exclusividad, y los fabricantes de autos están más que felices de servirles, ofreciéndoles autos personalizados y sedanes de “edición especial” -especialmente para lucrativos mercados extranjeros- a medida que los propietarios tratan de distinguirse entre el 1%. En mayo, por ejemplo, Rolls-Royce dio a conocer la edición Inspired by Fashion (Inspirada por la moda) de su modelo Wraith en un evento extravagante en el Bajo Manhattan con la asistencia de modelos y gente de la industria de la moda. Los detalles están destinados a satisfacer incluso a los compradores más quisquillosos: paneles de cuero en las puertas con acentos de ribetes y seda, un volante cosido utilizando una técnica de costura invisible característica de los sastres ingleses, y faros con el logo de Rolls-Royce grabado en ellos. Simplemente, el proceso de laqueado de la madera en el tablero lleva nueve días.

El Wraith casi totalmente blanco, con acentos en negro y salpicaduras de color, estará disponible para unas cuantas docenas de clientes y se construirá solo bajo pedido. Un Wraith modelo básico ya cuesta U$S 285.000, pero la edición Fashion lo ubicará en al menos U$S 350.000, dependiendo de las opciones.

“Nuestros clientes esperan un lujo personalizado en todos los elementos de su vida”, dijo Eric Shepherd, presidente de operaciones en Norteamérica de Rolls-Royce. “Esperan ese carácter único e individualidad. Así que les estamos dando la capacidad de tener algo que sea suyo solamente”.

El auto sigue a otra versión personalizada lanzada el año pasado, cuando los diseñadores se volvieron hacia Hollywood para crear una versión inspirada en la cinematografía que exudada el glamur hollywoodense.

Ross Klein, de Palm Springs, California, dijo que ya estaba considerando comprar uno de los Wraiths inspirados en la moda. Aunque también atrajo su atención el nuevo Rolls-Royce convertible. Klein, de 52 años de edad y quien trabaja en la industria de la hospitalidad, ha comprado varios modelos Rolls-Royce a lo largo de los años, y más recientemente dio el paso máximo: hacer que le crearan un Ghost especialmente para él, a lo cual la compañía le llama “por encargo”. “Encargar un Rolls es una experiencia única”, dijo. “Es como adquirir una pieza de arte”.

El proceso toma varios meses, y Klein dijo que visitó la fábrica en Goodwood, Inglaterra, donde el auto estaba siendo construido a mano, y conoció a la gente que lo estaba armando. “Es como si uno conociera al sastre de un traje espectacular”, dijo. “Te da una conexión emocional y el orgullo de la propiedad. Nadie tiene uno igual, aun cuando haya otros Ghost por ahí. Es totalmente único en su tipo”.

Rolls-Royce difícilmente es el único que estira los límites de la exclusividad. Otros fabricantes de autos de ultralujo están compitiendo por los clientes superiores como Klein, encontrando formas de diferenciarse ellos mismos y a sus vehículos de maneras que ofrezcan a los dueños ricos una experiencia que el rey Tut habría aprobado.

Karl Brauer, analista de Kelley Blue Book, dijo que la economía estadounidense había experimentado algo así como una “recuperación en dos niveles”, con aquellos en el estrato superior desempeñándose bastante bien mientras los que perciben ingresos medios siguen pasando apuros. Eso ha llevado a un aumento en la popularidad de los autos ultralujosos entre lo compradores acaudalados. “Siempre hay muchas personas ricas por ahí”, dijo Brauer, y añadió: “Lo que te hace sentir especial es el trato especial, y el acceso. Si puedes poseer algo que otros en tu círculo social no tienen, entonces eso es lo que destaca”.

En la reciente Exposición Automovilística de Los Ángeles, Porsche dio a conocer una versión de edición limitada de su Panamera llamada Exclusive Series. Solo se venderán 100 de los vehículos de 562 caballos de fuerza y pintados a mano, en U$S 315.000. Cada uno lleva una etiqueta que muestra su número de producción limitada. Los asientos y los paneles de las puertas están cubiertos de pieles cuidadosamente seleccionadas y descritas como “excepcionalmente suaves”. Y el color no se encontrará en una caja de crayolas: Café Nuez Agatha.

Maserati empezó una asociación el verano pasado con la casa de moda italiana Ermenegildo Zegna, la cual llevó a un Quattroporte de edición limitada con la marca Zegna. La producción está limitada a 100 autos, con precios que empiezan en los U$S 175.000.

Christian Gobber, presidente y director ejecutivo de Maserati North America, llamó a esos vehículos personalizados “perfectos para ese conocedor que está buscando el siguiente nivel del lujo y el ajuste y terminado personalizados”. Dijo que para los sedanes deportivos Ghibli y Quattroport modelo 2016, que saldrán a la venta este otoño, la compañía estaba trabajando con Zegna de nuevo para crear nuevos paquetes interiores “hechos a la medida”.

Los interiores, dijo, ofrecerían combinaciones de color distintivas hechas de materiales italianos exclusivos, incluida seda Mulberry, diseñada por Zegna.

“El toque Zegna aporta una sensación adicional de individualidad al conductor conocedor”, dijo Gobber, y añadió que la compañía se esforzó en ofrecer un producto que fuera “lo absolutamente contrario a lo común”. Incluso las medidas relativamente sencillas que ha adoptado Maserati para personalizar sus autos han repercutido entre los clientes exclusivos, como la edición con la marca Neiman Marcus de su modelo Ghibli. La versión del centésimo aniversario de Neiman Marcus se vendió en U$S 95.000; solo se produjeron 100.

“Cuando se reduce a eso, algo como el auto Neiman Marcus realmente es solo un tratamiento extra al auto existente, de manera que a la compañía no le cuesta mucho hacerlo, pero pueden cobrar una buena bonificación por la exclusividad”, dijo Brauer.

En un reconocimiento del mercado del lujo en auge en ciertos mercados extranjeros, las marcas de ultralujo están creando vehículos específicamente para esas regiones. Y están usando las mismas estrategias para venderlos: limitar la producción y realzar el atractivo y el carácter único de los vehículos.

Bentley produjo una edición especial Mulsanne Majestic destinada únicamente a Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos en el Golfo Pérsico. Solo se han construido 15 autos -cinco para cada país- que incluyen interiores adaptados para la realeza, con tablets para los pasajeros del asiento posterior y un refrigerador de champaña. Aston Martin debutó con un conjunto de vehículos de edición limitada especial solo para el mercado chino en 2012, que fue adecuadamente llamada edición Dragon 88. Solo se ofrecieron 88 autos para celebrar el Año del Dragón, decorados con detalles que el fabricante dijo “celebrarían las cualidades místicas del símbolo del dragón, sinónimo de poder, fuerza y buena suerte en el folclor chino”.

Eso incluyó distintivos de oro de 24 quilates, ribetes interiores personalizados y tres colores de pintura especiales destinados a evocar el arte tradicional chino. Estacionarlo en la calle corre a riesgo del dueño.

Shepherd, el ejecutivo de Rolls-Royce, dice que las marcas de ultralujo saben que los excesivamente ricos no solo comparan sus autos con otros autos. Están comprando cosas como yates, aviones privados, casas vacacionales, al mismo tiempo que están considerando si añadir un auto de más de U$S 300.000 a su cochera. “No nos ven como un medio de transporte”, dijo. “Nos ven como una extensión de su estilo de vida”.

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