22 Mayo 2015
Exigen más seriedad a los que se postulan
Aníbal Fernández y Julio Cobos coinciden en que debe ser obligatorio el debate de propuestas, en sintonía con lo que pide la Iglesia. La Conferencia Episcopal criticó la falta de propuestas y que los candidatos prefieran ir a programas como el de Tinelli. Para Macri, es una forma de llegar al público.
ANIBAL FERNANDEZ. “Me parece estupendo que se exija seriedad”. telam
BUENOS AIRES:- Después de las declaraciones del secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Carlos Malfa, que describió como penoso el proceso de “frivolización de la política”, en plena campaña electoral y luego de que tres precandidatos presidenciales participaran de “ShowMatch”, se abrió un debate con opiniones en favor y en contra.
Uno de los primeros en compartir las advertencias de la Iglesia fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. “Al que le quepa el sayo, que se lo ponga”, dijo el funcionario, al ser consultado sobre el mensaje de monseñor Malfa, que cuestionó la frivolización de la política y pidió a los candidatos ocuparse “en serio de los pobres”.
El ministro coordinador sostuvo que la parece “estupendo” que se reclame “seriedad en las expresiones de cada uno de los candidatos”, ya que eso debería ser un eje central de la campaña electoral.
Que haya una ley
En esa misma dirección opinó el diputado radical Julio Cobos, quien consideró que la “Iglesia tiene razón” al quejarse de la “farandulización” de la política, y abogó para que candidatos oficialistas y opositores debatan sus propuestas, a fin de que la ciudadanía no sólo se quede con la “imagen mediática, la foto o la sonrisa” de los postulantes, y respaldó la idea del jefe de Gabinete de impulsar una ley que obligue a los candidatos a debatir sus proyectos ante la sociedad.
Recordó que él ya había propuesto una iniciativa similar. “Sobre todo pensando que el que va primero (en las encuestas) no quiere debatir; entonces me parece bien que haya una obligatoriedad como en cualquier país, una especie de regulación mínima en el sentido de ordenar un debate, permitiéndole al postulante tiempo para que se pueda explayar”, señaló.
Días atrás, los tres principales precandidatos presidenciales, Daniel Scioli (Frente para la Victoria), Mauricio Macri (PRO) y Sergio Massa (Frente Renovador) participaron del regreso a la TV del programa ShowMatch, de Marcelo Tinelli, e interactuaron con sus imitadores.
“Esta farandulización de la política resulta penosa. Necesitamos proyectos, un horizonte que construya dignidad”, planteó monseñor Malfa, y afirmó que “la elección de gobernantes no debe ser el resultado del marketing”, sino de las propuestas.
Incluso, la propia presidenta, Cristina Fernández, en esa misma línea, reclamó a “los hombres y mujeres” que integran el Frente para la Victoria “discutir ideas, no pavadas ni pantomimas”, en coincidencia con lo que pide la Iglesia.
“Un error”
En cambio, el precandidato presidencial del PRO, Macri, calificó como “un error” el pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que criticó la “farandulización” de la política.
“No hay que tomar la política con liviandad; pero si eso está referido a si uno va o no a un programa como el de Tinelli, me parece un profundo error, porque es una manera diferente de llegar al público”, afirmó Macri durante una visita proselitista a Tucumán.
La CEA, que reúne a todos los obispos del país, justamente, destacó la necesidad de que en las próximas elecciones nacionales se elijan candidatos por sus “ideas y proyectos” y no por su imagen mediática. “Los candidatos tienen que presentar sus ideas y proyectos”, advirtió Carlos Malfa, en un diálogo con periodistas en la sede del Episcopado.
En ese sentido, y desde la sociología, el investigador del CONICET Fortunato Mallimaci, especialista sobre temas religiosos, calificó como “valiosas” las declaraciones del secretario general de la CEA. “Creo que es saludable que la Iglesia abogue por la discusión y el debate político. La política no puede hacerse en los sets de televisión y debe ir más allá de la cultura del divertimento”, señaló Mallimaci.
Con respecto a la influencia que pudo tener el papa Francisco en estos dichos del titular del Episcopado, Mallimaci evaluó que “se trata de una visión que el Vaticano tiene desde hace mucho tiempo”. “Reclamar seriedad en los debates es una postura que tiene que ver con los ejes que pregona el Vaticano desde hace siglos”, subrayó el catedrático. (“La Nación” online- DyN-Telam)
Uno de los primeros en compartir las advertencias de la Iglesia fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. “Al que le quepa el sayo, que se lo ponga”, dijo el funcionario, al ser consultado sobre el mensaje de monseñor Malfa, que cuestionó la frivolización de la política y pidió a los candidatos ocuparse “en serio de los pobres”.
El ministro coordinador sostuvo que la parece “estupendo” que se reclame “seriedad en las expresiones de cada uno de los candidatos”, ya que eso debería ser un eje central de la campaña electoral.
Que haya una ley
En esa misma dirección opinó el diputado radical Julio Cobos, quien consideró que la “Iglesia tiene razón” al quejarse de la “farandulización” de la política, y abogó para que candidatos oficialistas y opositores debatan sus propuestas, a fin de que la ciudadanía no sólo se quede con la “imagen mediática, la foto o la sonrisa” de los postulantes, y respaldó la idea del jefe de Gabinete de impulsar una ley que obligue a los candidatos a debatir sus proyectos ante la sociedad.
Recordó que él ya había propuesto una iniciativa similar. “Sobre todo pensando que el que va primero (en las encuestas) no quiere debatir; entonces me parece bien que haya una obligatoriedad como en cualquier país, una especie de regulación mínima en el sentido de ordenar un debate, permitiéndole al postulante tiempo para que se pueda explayar”, señaló.
Días atrás, los tres principales precandidatos presidenciales, Daniel Scioli (Frente para la Victoria), Mauricio Macri (PRO) y Sergio Massa (Frente Renovador) participaron del regreso a la TV del programa ShowMatch, de Marcelo Tinelli, e interactuaron con sus imitadores.
“Esta farandulización de la política resulta penosa. Necesitamos proyectos, un horizonte que construya dignidad”, planteó monseñor Malfa, y afirmó que “la elección de gobernantes no debe ser el resultado del marketing”, sino de las propuestas.
Incluso, la propia presidenta, Cristina Fernández, en esa misma línea, reclamó a “los hombres y mujeres” que integran el Frente para la Victoria “discutir ideas, no pavadas ni pantomimas”, en coincidencia con lo que pide la Iglesia.
“Un error”
En cambio, el precandidato presidencial del PRO, Macri, calificó como “un error” el pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que criticó la “farandulización” de la política.
“No hay que tomar la política con liviandad; pero si eso está referido a si uno va o no a un programa como el de Tinelli, me parece un profundo error, porque es una manera diferente de llegar al público”, afirmó Macri durante una visita proselitista a Tucumán.
La CEA, que reúne a todos los obispos del país, justamente, destacó la necesidad de que en las próximas elecciones nacionales se elijan candidatos por sus “ideas y proyectos” y no por su imagen mediática. “Los candidatos tienen que presentar sus ideas y proyectos”, advirtió Carlos Malfa, en un diálogo con periodistas en la sede del Episcopado.
En ese sentido, y desde la sociología, el investigador del CONICET Fortunato Mallimaci, especialista sobre temas religiosos, calificó como “valiosas” las declaraciones del secretario general de la CEA. “Creo que es saludable que la Iglesia abogue por la discusión y el debate político. La política no puede hacerse en los sets de televisión y debe ir más allá de la cultura del divertimento”, señaló Mallimaci.
Con respecto a la influencia que pudo tener el papa Francisco en estos dichos del titular del Episcopado, Mallimaci evaluó que “se trata de una visión que el Vaticano tiene desde hace mucho tiempo”. “Reclamar seriedad en los debates es una postura que tiene que ver con los ejes que pregona el Vaticano desde hace siglos”, subrayó el catedrático. (“La Nación” online- DyN-Telam)
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