Desde que descubrieron el micrófono se expresan mejor y son más solidarios

¿El lunes hay clase? ¿Cuándo son las elecciones del centro de estudiantes? ¿Dónde es el baile del sábado? ¿Escuchamos música? La respuesta siempre es la misma: “prendé la radio”.

Ya es costumbre sintonizar la 107.9 todas las mañanas. Mientras barren o toman mate, la radio “Espíritu adolescente” acompaña a las vecinas del barrio El Gráfico de Tafí Viejo y de los asentamientos linderos. La radio transmite en directo desde la escuela secundaria Fernando Riera. Cuando los chicos se equivocan u olvidan el micrófono abierto, no falta el vecino que llama por teléfono para advertir sobre el error. Están atentos.

La antena alcanza dificultosamente 32 kilómetros a la redonda, pero lo suficiente para ponerle fin al aburrimiento barrial. Gracias al taller de radio de la escuela - que funciona dentro del Programa de Mejoramiento Institucional (PMI) de la escuela Riera-, los vecinos se enteran de muchas cosas: del significado de los feriados, de los secretos de la empanada tucumana, de las fiestas de los alumnos, de lo que están estudiando... “A los chicos les encanta hablar por radio, sobre todo porque saben que en su casa siempre los escuchan. Eso les levanta mucho la autoestima”, dice la directora, Isabel Alancay.

Dentro de la “pecera” de vidrio, Daniela Somera, de 15 años, conduce el programa “Los chicos participan en la escuela”. Sus invitados son las autoridades entrantes y salientes del Centro de Estudiantes. Daniela habla con soltura y simpatía. Ella comenzó con la experiencia desde antes de que el Ministerio de Educación colocara los equipos, el año pasado. Daniela inauguró la radio abierta en 2006, cuando se fundó la escuela. “Sacábamos los parlantes al recreo y poníamos música del grabador”, cuenta risueña. “Antes era todo artesanal, no como ahora, con semejante equipo”, agrega.

El proyecto nació en los Centros de Actividades Juveniles (CAJ) que funcionan los sábados. Pero los chicos de la escuela Riera querían que se extendiera a toda la semana y que sea para los alumnos de escuela y no sólo para los que van al CAJ, donde muchos son de otros establecimientos”, explica la directora. Fue así que se organizó la radio “Espíritu adolescente”. Cada grupo de alumnos tiene un programa de media hora apoyado por profesores de distintas asignaturas. Por ejemplo, junto con el docente de inglés se produce “What´s up amigo”; con apoyo del profesor de Arte hacen el programa “Agendarte”; con el docente de Educación Física, “Movete”; con el de Físico Química, “Químicamente hablando”; con el de Lengua, “Nuestras costumbres”, y así con todas las materias.

“Los profes de nuestra escuela están bien entusiasmados. El año pasado me seleccionaron para ir al Encuentro Nacional de Radios de CAJ que se hizo en Buenos Aires y ahí pudimos comprobar que no todos los profesores están entusiasmados. En algunas provincias, los docentes no tienen idea de cómo se maneja una radio, pero aquí sí porque reciben mucha capacitación”, cuenta la alumna Lemis Eljatib, de 16 años.

“Aquí todos -alumnos y docentes- recibimos capacitación, tanto para manejar los equipos como para hacer locución o para seleccionar los temas... cada uno se especializa en algo”, explican Nicolás Mamamí, Yamil Latife, Sabrina Nadal, todos alumnos de la escuela, junto a la licenciada en comunicación Cinthia Mirabal, encargada en el armado de todos programas. “Trabajamos con programas que traen las netbooks que da el Gobierno”, explica Mirabal.

¿Cómo es un programa de la radio “Espíritu Adolescente”? “En ‘What ´s up amigos’ se escuchan canciones en inglés, se estudia su lírica, los chicos analizan las letras, las traducen y explican el mensaje de las canciones”, detalla el profesor Luis Coronel, de Inglés. El docente reconoce que no tenía idea de cómo se hacía radio, pero que la escuela lo capacitó en todo y que ahora está muy entusiasmado.

Lo que te da la radio

No es sólo una diversión. Cada uno siente que la radio le deja algo positivo para su vida. “Antes yo era muy tímida, hasta que empecé a hablar por micrófono y eso me ayudó a soltarme y a expresarme mejor”, admite Sabrina. “La radio te da rapidez mental, te permite desenvolverte mejor”, agrega Daniela. “Te da conocimiento, porque tenés que entrevistar a gente que no conocés. Además, nos hace más unidos como grupo en la escuela y mejores vecinos porque te enterás de lo que le pasa a la comunidad”, añade Nicolás. Para él, la radio es más que una actividad escolar. “Yo era molesto, no conocía límites, me vivían retando. Me enganché con la radio y después con el centro de estudiantes y ahí todo cambió. Con la radio pudimos hacer cosas buenas, como una campaña solidaria para ayudar a un compañero que tiene leucemia. Encontré mi espacio”, dice con una sonrisa.

Al principio eran los docentes los más asustados con la propuesta. “Desde la escuela les dimos tiempo para prepararse y ahora los docentes están de llenos de proyectos”, cuenta la directora de la escuela que tiene 596 alumnos. “Aquí no hay droga, ni violencia”, agrega. El taller de radio está dentro del espacio curricular “Educación solidaria y derechos humanos”, de la modalidad Humanidades y Ciencias Sociales. Funciona como un eje transversal de todas las materias pero sobre todo, enseña valores, a trabajar en equipo y a preocuparse por el bien común.