Los propietarios de “Supernor” negaron haber vendido droga

Los propietarios de “Supernor” negaron haber vendido droga

Dos dueños del local están acusados por comercialización de estupefacientes; y otro joven, por tenencia simple. Empezó el juicio por el allanamiento de 2011 al local de avenida Roca y Entre Ríos.

CLAUSURADO. La Municipalidad cerró definitivamente el negocio. la gaceta / foto de analía jaramillo (archivo) CLAUSURADO. La Municipalidad cerró definitivamente el negocio. la gaceta / foto de analía jaramillo (archivo)
06 Mayo 2015
El negocio Supernor se había puesto de moda, ayudado por la sanción de la ley que fijaba el tope horario de las 4 para la actividad en los locales bailables. “La gente iba a comer y a tomar gaseosas y toda clase de bebidas. Eso les debe haber molestado a los vecinos, que inventaron esto”, consideró Rodolfo Humberto Murúa, uno de los propietarios del local ubicado en avenida Roca y Entre Ríos.

El supuesto invento de los vecinos al que hizo referencia Murúa, es de que en Supernor vendían droga. “Es un negocio que estaba trabajando muy bien, no necesitábamos tener esas cosas. Los fines de semana vendíamos 7.000 empanadas o 5.000 bombitas de queso”, aseguró el dueño del local.

Ayer a la mañana comenzó el juicio oral en el que están siendo juzgados Murúa y Juan Manuel Gómez por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, y Ramón Gabriel Juárez por tenencia de estupefacientes.

Denuncia anónima

De acuerdo con el requerimiento de elevación a juicio que hizo el fiscal Federal Carlos Brito, el 31 de enero de 2010 se presentó un hombre en la Dirección General de Drogas Peligrosas y denunció (sin dejar asentado sus datos personales) que en Supernor vendían droga. “Cuando salen de los bailes todos van directamente hasta este lugar a comprar alcohol y drogas”, describió el denunciante.

El 25 de febrero de 2011 se realizó un allanamiento en el local, en el que fueron detenidos los tres sospechosos. Según la constancia del procedimiento, en el cesto de basura de un baño que está en la cocina encontraron 69 envoltorios de papel glasé que contenían cocaína.

Murúa ya se encontraba en el local, junto a otras personas, cuando entró la Policía alrededor de las 22. Una media hora más tarde llegó Gómez acompañado de su amigo Juárez, quien era jugador de rugby. A este último (que no tenía relación con el comercio) le habrían encontrado un trozo compactado de marihuana en el bolsillo de la camisa.

Esta situación fue negada ayer por Juárez, quien aseguró que el comisario Jorge Nacusse, de la Digedrop, simuló haber metido la mano en el bolsillo de la camisa del acusado y empezó a gritar que había encontrado la droga.

En la primera audiencia declararon los dos testigos que hubo del procedimiento. Marcos Cruz manifestó haber visto cuando Nacusse sacaba “una piedra de marihuana” del bolsillo de Juárez. Héctor Castro, en tanto, cree recordar que la droga se la habían sacado del bolsillo trasero del vaquero.

En el baño

Una de las principales controversias del debate giró alrededor del hallazgo de la cocaína en el baño de la cocina. Murúa y Gómez negaron ser los dueños de la droga, y deslizaron que la Policía habría “plantado” los estupefacientes, ya que no habían encontrado nada en el comercio. Los testigos no pudieron precisar si ellos vieron cuando un policía halló la bolsa que contenía los envoltorios de papel glasé, o si llegaron segundos después.

La versión de los policías que participaron del allanamiento y detención se conocerá hoy a las 9.30, cuando siga el debate oral en el Tribunal Oral Federal.

Requisas vejatorias y una denuncia judicial por robo que no se investigó

Los tres acusados describieron que cuando los requisaron en el negocio, los hicieron desnudar en un lugar que no era privado. “Estaba de espaldas y sentía cómo los policías se reían porque nos tenían desnudos”, aseguró Rodolfo Murúa. Lo mismo dijeron los otros dos acusados. Los testigos civiles del procedimiento dieron otra versión, aunque reconocieron que los desnudaron. También habrían obligado a desvestirse a una menor de 12 años y a un niño de cinco para requisarlos, según la declaración de Murúa y de su tía Ana María de Gómez. Además, la mujer afirmó que denunciaron el robo de $ 100.000 que tenía en un placard de su casa, que también fue allanado. El abogado Bernardo Torti informó que la denuncia por el robo estuvo en la Fiscalía de Instrucción de la X° Nominación, a cargo de Guillermo Herrera, pero que nunca se investigó.

Los tres acusados denunciaron que pasaron tormentos en el calabozo

“Me llevaron a la cárcel por algo que nunca hice”, afirmó Roldofo Murúa, y fue el primero de los tres acusados que habló de tormentos que, denunció, pasó en la cárcel. Junto a su primo Juan Manuel Gómez estuvo detenido en una comisaría tres meses, y otros cinco meses más en el penal de Villa Urquiza. “Me tuvieron 15 días en una piecita que le decían ‘chancho’. De ahí me llevaron a una pieza en la que estábamos 15 personas en seis colchonetas. Algunos tenían que dormir parados en el baño”, relató Gómez. Ramón Juárez, en tanto, contó que estuvo en una comisaría en el barrio Oeste II. “Ahí les mando al hermano de un policía”, dijo el agente que lo metió en la celda, y el acusado tuvo que pelearse con algunos de los 11 presos con los que convivió casi una semana. “Mis familiares me llevaban comida pero no me llegaba a mí”, afirmó.

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