Poner la casa en orden, el nuevo desafío de San Martín

Cambia, todo cambia. En la vida y en el fútbol. Hace dos semanas las críticas arreciaban por el lado de La Ciudadela. Hoy, el panorama es otro. La bronca cedió con la victoria conseguida en La Rioja y la esperanza de cosechar dos triunfo consecutivos fortalece el ánimo de todos.

Sin embargo, el técnico Darío Tempesta no pierde el eje del análisis del rendimiento colectivo e individual de los “santos”. “Cuando la gente criticaba era por lo que transmitía el equipo en el campo de juego y tenían razón en hacerlo. Pero nosotros, como conductores, podemos tener una visión distinta y estamos obligados a proyectar más allá de lo que el hincha observa en cada partido”, analizó el DT “santo” .

Desde el primer momento Tempesta manifestó que al equipo le iba a costar un poco alcanzar el rendimiento futbolístico anhelado. “Este es un conjunto nuevo que necesita trabajo y rodaje futbolístico. Esto solo se consigue sumando minutos de juego. No hay que olvidar que estamos compitiendo con equipos que viene de una continuidad de varias temporadas. Pero es indudable que llegará un momento en que los conjuntos mejor estructurados pondrán las cosas en el lugar que deben estar”, señaló.

Hasta el partido frente a Unión Aconquija, San Martín planteó los partidos con un esquema de 4-4-2. Contra Tesorieri de La Rioja Tempesta cambió por un 4-3-3. El entrenador reconoce: “En nuestra casa nos costó hacerles llegar el balón a los delanteros. Algunas veces por imprecisiones y otras porque se nos complicaba el tema de manejar la pelota. La falta de tiempo de trabajo nos hacía estar inseguros. Esto significaba que llegábamos a posiciones ofensivas con poca gente. Estamos en vía de corregirlo”, aseguró.

Tempesta considera que el 4-4-2 es el sistema madre. “A partir de implementarlo se puede variar funciones de jugadores en el campo. Con el 4-3-3 uno puede retrasar un delantero para que ayude a los volantes. Después dependerá de cada técnico, de cómo maneje los sectores del campo para que se pueda cumplir con dos objetivos. Primero debemos ser equilibrados para recuperar la pelota lo más lejos posible de nuestro arco, mientras que también tenemos que consolidar un equipo para más adelante. Estas son premisas fundamentales en un conjunto con aspiraciones”, subrayó.

Cuando se le consultó sobre la ventaja de jugar con tres delanteros definidos, el técnico afirmó: “teniendo dos jugadores con las características de Lucas Chacana y Gonzalo Rodríguez, que saben hacer prevalecer su velocidad, tengo la posibilidad de liberar a Uribe, un atacante que sabe moverse en el área. Ya demostró que tiene muchas condiciones para hacer valer su juego en los últimos metros de la cancha”, indicó el entrenador.