Por LA GACETA
16 Abril 2015
Las elecciones libres y democráticas son trascendentales en el destino de un pueblo porque surgirán en ellas quienes lo gobiernen. Con frecuencia, tras los comicios, se escuchan denuncias de fraude, de manipulación, de compra de sufragios, votos cadena, entre otras artimañas. Para evitar estas mañas, ganar rapidez en la votación y en el conteo, así como en la búsqueda de una mayor transparencia, se inventó el voto electrónico.
Los primeras experiencias con esta nueva modalidad en esta región del continente se registraron en Brasil, en 1996. En nuestro país, esta metodología se empleó en 2003, en Ushuaia, oportunidad en que se eligió intendente. La provincia de Salta se convirtió en abril de 2011 en la primera en emplear el sistema de voto electrónico para elegir gobernador, cargos legislativos municipales y provinciales. En los comicios de 2013, se realizó la aplicación total del mecanismo y se repitió el domingo pasado en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
La máquina consiste en una pantalla táctil, en la cual el ciudadano elige si votará lista completa o decidirá cortar el voto. En la siguiente pantalla aparecen todas las fórmulas que competirán en la elección y luego fotografías y nombres de los candidatos. De esa manera, el elector va armando su voto hasta que este queda definitivamente conformado y se imprime en una boleta con la información guardada en forma digital en el chip que contiene el sufragio, y se la introduce en la urna. Según el Tribunal Electoral de Salta, la máquina sólo registra en forma escrita y electrónica la información en la boleta electrónica, pero no guarda ningún dato del voto emitido. Tras los comicios del domingo, uno de los competidores en las PASO, que no resultó favorecido en el sufragio, al menos tanto como él esperaba, habló de un “fraude monumental” generado con el voto electrónico. Sin embargo, ayer finalizó en la sede del Tribunal Electoral el conteo manual de votos y su resultado no arrojó diferencias con el escrutinio provisorio, según informaron fuentes del Poder Judicial de Salta.
Entre las bondades de este sistema, se señala que agiliza y facilita el escrutinio, elimina los votos anulados por errores; les quita el poder a las listas sábana horizontales porque permite que se sufrague por categoría; proporciona a los analfabetos la posibilidad de reconocer a los candidatos por la foto y abarata los costos de fiscalización e impresión de boletas para los partidos políticos.
La Constitución de Tucumán de 2006, en el inciso 3º del artículo 43º, prevé el sistema de votación electrónica y en el capítulo X, referido a las disposiciones transitorias, se indica que este se aplicará en forma progresiva, según lo permitan las exigencias técnicas y económicas. En esa ocasión, los constituyentes le impusieron a la Legislatura la obligación de que sancionara una norma reglamentaria antes de que concluyera 2006. La ley 7.876 fue aprobada en febrero de 2007, pero el punto en cuestión fue vetado por el gobernador.
No se entiende que en casi ocho años no se haya hecho ni siquiera una prueba piloto con este mecanismo. Aunque no es un sistema perfecto, tiene bondades como las mencionadas anteriormente que redundan en una mayor transparencia y credibilidad. Serían razones suficientes para probar esta modalidad, si es que verdaderamente se quieren erradicar vicios que suelen empañar la democracia.
Los primeras experiencias con esta nueva modalidad en esta región del continente se registraron en Brasil, en 1996. En nuestro país, esta metodología se empleó en 2003, en Ushuaia, oportunidad en que se eligió intendente. La provincia de Salta se convirtió en abril de 2011 en la primera en emplear el sistema de voto electrónico para elegir gobernador, cargos legislativos municipales y provinciales. En los comicios de 2013, se realizó la aplicación total del mecanismo y se repitió el domingo pasado en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
La máquina consiste en una pantalla táctil, en la cual el ciudadano elige si votará lista completa o decidirá cortar el voto. En la siguiente pantalla aparecen todas las fórmulas que competirán en la elección y luego fotografías y nombres de los candidatos. De esa manera, el elector va armando su voto hasta que este queda definitivamente conformado y se imprime en una boleta con la información guardada en forma digital en el chip que contiene el sufragio, y se la introduce en la urna. Según el Tribunal Electoral de Salta, la máquina sólo registra en forma escrita y electrónica la información en la boleta electrónica, pero no guarda ningún dato del voto emitido. Tras los comicios del domingo, uno de los competidores en las PASO, que no resultó favorecido en el sufragio, al menos tanto como él esperaba, habló de un “fraude monumental” generado con el voto electrónico. Sin embargo, ayer finalizó en la sede del Tribunal Electoral el conteo manual de votos y su resultado no arrojó diferencias con el escrutinio provisorio, según informaron fuentes del Poder Judicial de Salta.
Entre las bondades de este sistema, se señala que agiliza y facilita el escrutinio, elimina los votos anulados por errores; les quita el poder a las listas sábana horizontales porque permite que se sufrague por categoría; proporciona a los analfabetos la posibilidad de reconocer a los candidatos por la foto y abarata los costos de fiscalización e impresión de boletas para los partidos políticos.
La Constitución de Tucumán de 2006, en el inciso 3º del artículo 43º, prevé el sistema de votación electrónica y en el capítulo X, referido a las disposiciones transitorias, se indica que este se aplicará en forma progresiva, según lo permitan las exigencias técnicas y económicas. En esa ocasión, los constituyentes le impusieron a la Legislatura la obligación de que sancionara una norma reglamentaria antes de que concluyera 2006. La ley 7.876 fue aprobada en febrero de 2007, pero el punto en cuestión fue vetado por el gobernador.
No se entiende que en casi ocho años no se haya hecho ni siquiera una prueba piloto con este mecanismo. Aunque no es un sistema perfecto, tiene bondades como las mencionadas anteriormente que redundan en una mayor transparencia y credibilidad. Serían razones suficientes para probar esta modalidad, si es que verdaderamente se quieren erradicar vicios que suelen empañar la democracia.
Lo más popular
