Sydney vivió 16 horas de angustia y terror

Sydney vivió 16 horas de angustia y terror

La Policía ingresó por la fuerza a una cafetería donde un simpatizante del yihadismo mantuvo secuestrados a 17 australianos En la operación fue muerto el secuestrador y dos de las personas que estaban en el bar. El “jeque Haron” tenía múltiples acusaciones Se estima que unos 60 australianos están luchando en Irak y Siria; el Gobierno envió unos 600 soldados para pelear contra el ISIS

RESCATE. La policía traslada una mujer herida, durante la balacera en el Café Lindt del centro de Sydney. Un iraní había tomado 17 rehenes en el lugar. reuters RESCATE. La policía traslada una mujer herida, durante la balacera en el Café Lindt del centro de Sydney. Un iraní había tomado 17 rehenes en el lugar. reuters
16 Diciembre 2014
SYDNEY.- Tres personas, el secuestrador y dos de los rehenes, murieron durante el secuestro de más de 16 horas ocurrido en una cafetería de Sydney y cuatro personas resultaron heridas. La policía decidió poner fin al secuestro asaltando la cafetería porque estaban convencidos de que, de no hacerlo, “habría habido más muertos”, explicó el comisario general de policía de Nueva Gales del Sur, Andrew Scipione. “La policía entró como resultado de un intercambio de disparos en el lugar”, explicó. Scipione confirmó que el número de personas que se encontraban en la cafetería en el momento del secuestro, eran 17, dos de las cuales murieron. El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Mike Baird, habló de un “ataque malvado y repugnante”.

La operación comenzó poco después de que se identificara al secuestrador. Man Haron Monis era un refugiado iraní y autodenominado jeque -tendría 49 o 50 años- que se enfrentaba a múltiples acusaciones por agresión sexual y de ser cómplice de asesinato. También fue declarado culpable en 2012 de enviar cartas ofensivas y amenazantes a las familias de por lo menos ocho soldados australianos muertos en Afganistán, como protesta en contra de la participación de Australia en el conflicto. Aunque era bien conocido por las autoridades, expertos en seguridad dijeron que evitar ataques de personas que actúan en solitario es aún difícil. Monis, también conocido como “Jeque Haron” y que se describe como sanador espiritual fue acusado el año pasado de ser cómplice del asesinato de su ex esposa, que fue apuñalada y quemada en un bloque de apartamentos de Sídney. En internet tiene una página que muestra imágenes de los niños que asegura fueron asesinados por los ataques aéreos de Estados Unidos y Australia, así como la cobertura de los medios de sus apariciones ante la justicia y de declaraciones dirigidas a la comunidad musulmana y al primer ministro de Australia, Tony Abbott. Los motivos del secuestro son una incógnita. Sin embargo, a través del cristal de la cafetería se pudo ver durante el día cómo trataba a sus rehenes. Obligaba por turnos a dos personas a sostener una bandera negra con la “Shahada”, la profesión de fe islámica, escrita en letras blancas: “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta”. Justo por debajo podía verse el cártel de “Feliz Navidad” que adornaba el local. Al parecer el secuestrador quería hablar en directo con el primer ministro Abbot. El Café Lindt está ubicado en el centro de la ciudad, al frente del canal de TV Channel 7. Poco antes de las 10 de la mañana de ayer, los redactores vieron gente salir corriendo de la cafetería y encendieron las cámaras para grabar. Se veían manos contra las ventanas y apareció la bandera. En pocos minutos, la policía llegó al lugar. Pasaron 16 horas hasta que resolvió el secuestro que mantuvo en vilo a Australia y gran parte del mundo. (DPA-Reuters)

SYDNEY.- Australia vivió este año varias amenazas de ataques terroristas contra su territorio, mientras decenas de australianos viajaron a Siria para combatir en el conflicto que vive el país. El gobierno elevó en septiembre de media a alta su alerta por terrorismo, dejándola tan sólo un nivel por debajo de la alerta máxima. En ese mes, 800 policías descubrieron en varias redadas un plan para decapitar a un civil en un lugar público del país.

En total unos 60 australianos están luchando en Siria e Irak, según los servicios secretos australianos. “Nos preocupa que algunas personas se inspiren en los conflictos de Siria y cometan actos terroristas aquí”, advirtieron los servicios secretos. “Quienes vuelven están posiblemente radicalizados y tienen conocimientos, experiencia y redes para perpetrar atentados con muchas víctimas”, aseguran.

Se tienen noticias de australianos combatiendo en Siria desde 2012, cuando dos hombres de Melbourne -de ascendencia libanesa y turca- murieron supuestamente después de unirse a milicianos vinculados con Al Qaeda.

En septiembre de 2013, un hombre de 27 años de Brisbane -también de ascendencia libanesa- empotró un vehículo cargado de explosivos contra una escuela que utilizaban soldados en el Este de Siria, matando a 35 de ellos. Y en los primeros seis meses de 2014 cinco australianos murieron luchando junto a los extremistas en Siria, la mayor parte de ellos de raíces libanesas o turcas y de edades cercanas a los 20 años. Según inteligencia, un centenar de personas proporcionan apoyo desde Australia a los yihadistas de Irak y Siria. En diciembre del año pasado fue arrestado en Sydney un grupo de hombres a los que se acusó, entre otros, de reclutar a seis personas para enviarlas a Siria. En agosto se aprobó una nueva ley para disuadir a los australianos de embarcarse en la lucha yihadista que amenaza con prohibir el regreso al país o revocar el pasaporte a quien así lo haga. Se trata de una de las leyes antiterroristas más duras de Occidente y permite a los servicios secretos interrogar a escondidas a sospechosos durante una semana. También permite arrestar y tener bajo arresto domiciliario a sospechosos sin contar con una orden judicial. En septiembre, el primer ministro, Tony Abbott, aseguró que enviaría unos 600 efectivos para ayudar en la lucha contra la milicia terrorista Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), aunque sin especificar si esos soldados podrían participar en combate. El 3 de octubre, Australia aprobó un ataque aéreo contra objetivos del Estado Islámico. Y hace tan sólo unos días, el 4 de diciembre, prohibió a sus ciudadanos viajar a la provincia siria de Al Rakka, donde el ISIS tiene uno de sus feudos. (DPA)

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