La semilla es influenciada por numerosos factores

La semilla es influenciada por numerosos factores

28 Noviembre 2014
Efectuar un control de calidad de la semilla de soja es imprescindible, según señala la Licenciada en Biología, Ada Rovati, jefa de la Sección Semillas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, respecto de la campaña 2015 de la oleaginosa.

La buena implantación de un cultivo depende de numerosos componentes relacionados principalmente con las condiciones ambientales y edáficas durante el período de siembra-emergencia y con la calidad de la semilla, agregó la especialista durante el diálogo con LA GACETA Rural.

Respecto del atributo de calidad de la semilla, está definido e influenciado por la genética, la presencia, magnitud e interacción de diversos tipos de daños-huellas que deja el deterioro a campo, como los generados por plagas, patógenos, estrés térmico y/o hídrico y lluvias al momento de cosecha-, las condiciones de almacenamiento, los daños durante la cosecha, limpieza y clasificación, que se suman al envejecimiento natural de la semilla.

Impactos

En conjunto o en forma individual, estos daños inciden al momento de la siembra, se produce reducción en el número de plantas logradas y, consecuentemente, problemas en la implantación del cultivo.

Para disminuir las posibilidades de fallas es necesario conocer la calidad de la semilla disponible; los resultados obtenidos del “estado de la semilla” definen la aptitud del lote para la siembra y permiten planificar estrategias, calcular la densidad de siembra, optar por el uso o no de fungicidas curasemillas, entre otras.

Almacenamiento

“En general, el productor efectúa control de calidad cuando realiza la cosecha o bien cuando finaliza el proceso de limpieza y clasificación de la semilla. Recomendamos realizar monitoreo de calidad durante el período de almacenamiento (seis meses) -durante el cual la semilla puede perder calidad, dependiendo de su condición intrínseca y de las del almacenamiento- y nuevos análisis previos al momento de la siembra, para definir el valor final y asegurar una buena implantación”, comenta Rovati.

Impacto del estrés

El valor promedio de poder germinativo que se maneja para esta campaña es alrededor del 85%”, y en cuanto al vigor -entendido como el porcentaje de semilla que en condiciones de estrés puede germinar y dar plántulas que van a prosperar- está en el 73%”, apunta Rovati, antes de mencionar que “en nuestra zona, las condiciones de estrés suelen presentarse por falta de humedad en el suelo al momento de la siembra”.

“Venimos de una campaña 2014 complicada, con sequía durante el ciclo del cultivo y ocurrencia de lluvias al momento de cosecha. La lluvia imposibilitó en muchos lotes realizar la trilla en el momento oportuno”, destacó la especialista.

Esta última situación produjo particularmente lo que denominamos ‘deterioro a campo’, manifestado principalmente por el desarrollo de patógenos (enfermedades de fin de ciclo), siendo el de mayor incidencia en la calidad de la semilla”, apuntó la licenciada Rovati en diálogo con nuestro cronista.

Los patógenos

La semilla estuvo expuesta a sucesivos y numerosos días con lluvias y/o alta humedad relativa ambiente.

Estas condiciones favorecieron a la manifestación de patógenos en la semilla (Cercospora kikuchii, Complejo Diapothe/Phomopsis, y Peronospora manshurica, entre otros) que sumados a los daños originados por el “picudo negro de la vaina”, ocasionaron presencia de semillas manchadas, podridas, perforadas, cambio en su forma y disminución del peso de las mismas.

En casos extremos se puedo observar también semillas brotadas. Todas estas particularidades incidieron sobre la calidad.

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