25 Noviembre 2014
Le prendieron fuego a la casa de un taxista que atropelló y mató a una persona, y ahora deberán enfrentar un proceso judicial. Son seis los imputados, quienes ya fueron notificados por la fiscala de Instrucción de la I° Nominación Marta Mariana Rivadeneira.
Todo comenzó el 10 de junio del año pasado, alrededor de las 6.45, cuando el chofer de un taxi atropelló a Domingo Manuel Maldonado, quien caminaba por la esquina de calle Saavedra Lamas y pasaje Jorge Luis Borges, en Yerba Buena. La víctima falleció en el acto. Minutos después, se presentó en la comisaría de esa ciudad un joven que dijo ser el conductor del taxi. Se trata de Sergio Andrés Rosales, de 26 años, quien declaró que viajaba junto a un acompañante que había resultado herido.
Al día siguiente del siniestro, familiares y allegados de Maldonado se dirigieron a la casa del taxista, situada en el barrio Aconquija de Yerba Buena. Según consta en la imputación de la fiscala, “los acusados se hicieron presentes frente a la vivienda de Rosales, portando palos, machetes y un bidón de combustible, y amenazaron con destrozar y quemar todo”. En el mismo documento, Rivadeneira sostuvo que “en un momento determinado empezaron a destrozar lo que pudieron, muebles y objetos, y le prendieron fuego a la vivienda, que se destruyó totalmente”. A la hora de imputar a los sospechosos de haber iniciado el incendio, la fiscala consideró que su accionar creó un peligro común, cierto y concreto al poner en riesgo no sólo la vida de los moradores del inmueble, sino también de otras personas.
Asimismo, Rivadeneira adjuntó al expediente el informe de la Dirección General de Bomberos de la Policía, en el cual se determinó la intencionalidad del incendio y se consignó que hubo dos focos: sin relación uno con otro y con la pretensión de potenciar la magnitud del fuego.
A principios de este mes, la fiscala citó a declarar a los seis imputados, pero sólo uno de ellos se presentó en su despacho y negó las acusaciones. Respecto al accidente, que se caratuló como homicidio culposo y lesiones culposas, Rivadeneira ya firmó el requerimiento de elevación a juicio.
Todo comenzó el 10 de junio del año pasado, alrededor de las 6.45, cuando el chofer de un taxi atropelló a Domingo Manuel Maldonado, quien caminaba por la esquina de calle Saavedra Lamas y pasaje Jorge Luis Borges, en Yerba Buena. La víctima falleció en el acto. Minutos después, se presentó en la comisaría de esa ciudad un joven que dijo ser el conductor del taxi. Se trata de Sergio Andrés Rosales, de 26 años, quien declaró que viajaba junto a un acompañante que había resultado herido.
Al día siguiente del siniestro, familiares y allegados de Maldonado se dirigieron a la casa del taxista, situada en el barrio Aconquija de Yerba Buena. Según consta en la imputación de la fiscala, “los acusados se hicieron presentes frente a la vivienda de Rosales, portando palos, machetes y un bidón de combustible, y amenazaron con destrozar y quemar todo”. En el mismo documento, Rivadeneira sostuvo que “en un momento determinado empezaron a destrozar lo que pudieron, muebles y objetos, y le prendieron fuego a la vivienda, que se destruyó totalmente”. A la hora de imputar a los sospechosos de haber iniciado el incendio, la fiscala consideró que su accionar creó un peligro común, cierto y concreto al poner en riesgo no sólo la vida de los moradores del inmueble, sino también de otras personas.
Asimismo, Rivadeneira adjuntó al expediente el informe de la Dirección General de Bomberos de la Policía, en el cual se determinó la intencionalidad del incendio y se consignó que hubo dos focos: sin relación uno con otro y con la pretensión de potenciar la magnitud del fuego.
A principios de este mes, la fiscala citó a declarar a los seis imputados, pero sólo uno de ellos se presentó en su despacho y negó las acusaciones. Respecto al accidente, que se caratuló como homicidio culposo y lesiones culposas, Rivadeneira ya firmó el requerimiento de elevación a juicio.
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