Un “viejo” con espíritu joven

Un “viejo” con espíritu joven

Diego Vidal aporta experiencia a un equipo sólido

DESTACADO. El primera línea de Cardenales es protagonista en el seleccionado. DESTACADO. El primera línea de Cardenales es protagonista en el seleccionado.
19 Noviembre 2014
Diego Vidal tiene 32 años y 11 meses pero para qué entrar en detalles cuando se puede redondear para arriba y decir que ya tiene 33. El hooker “naranja” puede permitirse tal pragmatismo porque la edad no es una cuestión que le coma la cabeza. De hecho, considera a la palabra “experimentado” un eufemismo tan largo como innecesario, porque no lo hiere que lo traten de “viejo”, habiendo en el seleccionado jugadores que nacieron una década más tarde que él. Ellos tal vez tengan menos cicatrices, pero las suyas hablan de la experiencia ganada en muchísimas batallas. Y ese es un valor sin el que no se ganan finales ni campeonatos.

“Por ahí se siente una cierta responsabilidad, por ser uno de los más grandes. Es parte del rugby. Pero estos ‘pendejos’ son buenísimos. Por más que a algunos les lleve más de 10 años, siento que puedo compartir de la misma manera con cualquiera. Hay química entre nosotros. Y los entrenadores ayudan a que los más nuevos se integren con nosotros, no sólo en relación al juego, sino también a los viajes, la convivencia y también en las anécdotas”, pinta la realidad interna el primera línea de Cardenales, para quien el rugby fue la terapia que lo ayudó a mantenerse de pie tras una dura tragedia familiar que sufrió recientemente.

“El rugby es mi vida. Es un cable a tierra. Lo hago desde que tengo cuatro años. Me sale muy natural porque es algo que amo y hago con mucha pasión. Va conmigo, me ayuda a encarar la vida y me da muchas enseñanzas y valores, de lucha, de compañerismo. Este deporte siempre será un pilar fundamental de mi vida”, describe Diego, que vive como juega: siempre de pie y hacia adelante.

Diego, el Bautista

Por ser uno de los referentes, Diego tiene a su cargo también la responsabilidad de dirigir la ceremonia bautismal, que este año se llevó varias cabelleras en Córdoba. “El que digita todo es el capitán Gabriel (Pata Curello), él es quien delega las tareas. Y “Teje” (Roberto Tejerizo) es el coiffeur, ja ja. Estamos pensando en hacer una segunda parte en Salta, porque un corte de pelo es muy poco”, anticipa Diego, aunque aclara que siempre con intención de divertirse y no de castigar a nadie.

Aunque las alternativas matemáticas le abren la puerta a una posible consagración anticipada de Tucumán el domingo contra Salta, el hooker pone el freno y sostiene que uno de las piedras basales de esta sólida “naranja” es su filosofía de no mirar más allá de lo que tiene adelante. “El equipo está bien asentado porque se ha tomado este Argentino con mucha responsabilidad, tomando como una final cada partido que jugó. Incluso tratándose de un formato que te permite perder un partido sin quedarte afuera. Por supuesto que todavía tiene cosas parar mejorar, pero siempre va creciendo”.

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