La última carta de Roca

La última carta de Roca

A la viuda de su camarada Luis María Campos

EN LA RECOLETA. Mausoleo del general Campos, a cuya inauguración Roca lamentó no asistir, en 1914  la gaceta / archivo EN LA RECOLETA. Mausoleo del general Campos, a cuya inauguración Roca lamentó no asistir, en 1914 la gaceta / archivo
En 1914, con motivo de la muerte (19 de octubre) del general Julio Argentino Roca, la prensa publicó el último escrito del distinguido militar y estadista tucumano. Se trataba de una carta que envió cuatro días antes, el 15 de octubre, a doña Justa Urquiza de Campos, viuda del general Luis María Campos.

Roca le expresaba su pesar por no haber podido asistir al traslado de los restos de su esposo al nuevo mausoleo en La Recoleta. “El general Luis María Campos es una de nuestras más bellas y puras figuras de soldado, nada inferior a las más brillantes de la epopeya de la Independencia”, expresaba.

“Su culto principal era el ejército, a quien dedicó todos los instantes de su vida. Amó su profesión y a la Patria intensamente, siendo un modelo de ciudadano y hombre de guerra, que sabía obedecer y sabía mandar, las dos cualidades sobresalientes de todo militar”.

Agregaba Roca que el general Campos “ha pertenecido a esa generación de guerreros que vivieron eternamente en campaña, y que han contribuido poderosamente a la organización de la Nación, peleando ya contra los indios o la montonera, o en la guerra dura y cruenta del Paraguay”.

Afirmaba que “personalmente, yo tenía admiración y cariño por el soldado sin tacha, cuyos restos son conducidos en este día, por el afecto y veneración de los suyos y sus compañeros de armas, a su última morada de eterno descanso”.

“Créame –finalizaba- que la acompaño de corazón en el acto, y quiera usted aceptar una vez más las seguridades de mi alta consideración y estima. Julio A. Roca”.

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