“No pasa un día sin que recuerde cuando mataron a Danilo”

El sueño llega. Cerrar los ojos se torna inevitable. La imagen se repite una y otra vez. La oscuridad, un hombre, un machete. El brazo que sostiene el arma se mueve, se acerca. La única forma de interrumpir la escena es abrir los párpados. Pero el cansancio los vuelve a cerrar. Y de nuevo: la oscuridad, un hombre, un machete.

Así fueron las noches de David Corbalán luego del homicidio de su hijo Danilo Joaquín Corbalán, hasta que la ayuda de una médica psiquiatra le permitió convivir con el recuerdo de esa madrugada (de la que ayer se cumplió un año) en la que un ladrón le pegó en la cabeza al bebé con un machete.

El 11 de septiembre del 2013, David y su esposa Mariana Bazán habían estado vendiendo choripanes en la puerta de la Expo. Regresaban a su casa de Los Chañaritos en la moto, y cuando pasaban por avenida Colón a la altura del Canal Sur, un joven que estaba oculto en unos matorrales se les apareció, con un machete en la mano.

Duros recuerdos

La oscuridad, un hombre, un machete. Es el recuerdo que atormenta a David. Aquella madrugada se había agachado al percatarse del movimiento del brazo. El filo del arma dio en la cabeza del bebé. Danilo murió el 19 de septiembre, ocho días después.

“No había quién me levante. Cada vez que cerraba los ojos se me cruzaba esa imagen, de cuando íbamos en la moto y se me apareció de frente el muchacho con el machete en la mano”, comentó David.

Los dos primeros meses luego de la muerte de Danilo no fueron fáciles. No podían salir a trabajar por la depresión que sufrían, y vivieron en condiciones muy precarias. “En noviembre me dieron un trabajo en el Ministerio de Desarrollo Social. Pero fueron casi dos meses en los que estuvimos con una mano adelante y otra atrás”, graficó el padre de Danilo.

El acusado del homicidio se encuentra detenido y la causa ya fue elevada a juicio oral, el que podría realizarse entre marzo y abril del año que viene, según comentaron fuentes judiciales.

Mariana, la mamá de Danilo, no puede hablar de él sin llorar. “Quisiera tenerlo adelante (al acusado) y preguntarle por qué ha hecho este daño tan grande. Y a la Justicia le pido que le haga cumplir todos los años de prisión que le correspondan”, expresó la mujer.

“No pasa un día sin que recuerde cuando mataron a Danilo. Tengo mi celular lleno de sus fotos. Me aconsejaron que regale todas sus cosas, pero no puedo”, afirmó, entre lágrimas, Mariana.

Danilo tenía un año y cinco meses. Había empezado a dar sus primeros pasos y ya decía “mamá” y “papá”. David y Mariana quieren superar el recuerdo del momento en que lo hirieron de muerte, y que sólo queden en la memoria los besos que el bebé les daba en la frente al despertar.