El Mundial no hizo crecer económicamente a Brasil

El Mundial no hizo crecer económicamente a Brasil

El gobierno reconoció que la celebración del campeonato de fútbol no favoreció al país vecino.

DOLOR. Marcelo, luego del séptimo gol de Alemania. IMAGEN TOMADA DE ELMUNDO.ES DOLOR. Marcelo, luego del séptimo gol de Alemania. IMAGEN TOMADA DE ELMUNDO.ES
01 Septiembre 2014
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- El Mundial de Fútbol que Brasil consiguió realizar en su país debía haber servido, según el Gobierno, para “hacer crecer la economía”. Suele serlo así en todos los lugares donde se celebra. La Copa mueve toda una serie de engranajes industriales, comerciales y de infraestructuras que anima a la economía del país. Sin embargo, en el vecino país no fue así

Según la agencia de noticias EFE, Brasil no solo no creció con el Mundial de Fútbol que trajo a Brasil a 600.000 extranjeros, sino que encogió su economía “porque hubo demasiados feriados”, según Guido Mantega, ministro de Economía.

La pregunta que se podría hacer es por qué el Gobierno concedió tantos días libres. El motivo real es que, al faltar las infraestructuras prometidas para la celebración de la Copa (nuevas líneas de metro, carreteras, transporte público) en las sedes, las autoridades temieron que el tráfico aumentara el caos urbano y elevara la violencia y los asaltos en las ciudades.

Es decir, que las ventajas que debería de haber traído la Copa de Copas —mayor movilidad, modernidad y crecimiento de la economía— se esfumaron. Brasil 2014, en lugar de beneficios, trajo, o al menos anticipó, el regalo envenenado de la recesión.

O sea, lo que ha querido decir Mantega es que no hubo Copa. No hubo beneficios. Incluso, habría sido mejor que no se hubiese celebrado. Brasil estaría mejor sin ella.

Con estos resultados, más el bochorno del 7 a 1 contra Alemania, ¿cómo no dar razón a los que pedían que no hubiera Copa?

A Brasil queda la esperanza de que en 2016 pueda celebrar los Jugos Olímpicos de Río de Janeiro como algo de lo que no necesite después arrepentirse, que en esta ocasión la celebración deje prosperidad y una ciudad más moderna, vivible y segura.

¿La Copa del Mundo Brasil 2014? Mejor olvidarla. Mejor imaginemos que no se jugó. Así ni la eliminación hubiera existido. En Brasil estaríamos mejor y estaríamos esperando el hexacampeonato feliz y contento, sin el peso de la histórica derrota sobre los hombros.

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