El festival y la atención de los artistas eran prioridades excluyentes en “La Fortaleza”

El festival y la atención de los artistas eran prioridades excluyentes en “La Fortaleza”

Nadie dormía en Monteros los días en que se realizaba la convocatoria folclórica anual. La plaza Bernabé Aráoz era escenario de serenatas, bailes y lectura de poemas. La ciudad se convertía en la capital provincial de la música de nuestra patria. Todos colaboraban para el éxito del encuentro. Varias familias ofrecían sus casas para alojar a los artistas y las mujeres del lugar se esmeraban por atenderlos

MUSIQUERA Y BAILARINA. Clarisa Norry al centro. La profesora de música enseñaba el are de combinar los sonidos y también dirigía el ballet municipal.
MUSIQUERA Y BAILARINA. Clarisa Norry al centro. La profesora de música enseñaba el are de combinar los sonidos y también dirigía el ballet municipal.

La amistad, el respeto y la confianza tenían un valor singular en Monteros. “El nativo de esta ciudad, sus habitantes y funcionarios no ponían reparos para brindarse por entero al éxito del festival Monteros de la Patria, Fortaleza del Folclore Nacional. Aún más, las mujeres colaboraban como excelentes anfitrionas de músicos y poetas que actuaban o se llegaban al evento anual de música nacional”, subrayó Clarisa Luisiña del Carmen Norry, fundadora del ballet folclórico municipal de esta ciudad, que hasta 1976, durante el festival, alojaba en casas de familias a los conjuntos y a los artistas de renombre y foráneos, que actuaban en cada una de las cinco noches que incluía la convocatoria.

Todos pagaban
“Muchos años colaboré con la organización y realización del festival. No obstante ello, todos los que nos involucrábamos en alguna tarea abonábamos la entrada. Sabía atender a los artistas que venían. Ellos paraban en casas de familias como las de Clarisa de Norry, María Ester de Miguel, Armando Andrade, Leonel Castro Castaño o mi tío Enrique, que sabía alojar a Marcelo Simón”, explicó Sara Godo, profesora de música y maestra de grado.

“Después, cuando me casé dejé de colaborar -añadió-. No podía hacer lo que hacía porque mi vida había cambiado. Debía dedicarme a mi familia. Aún así continué apoyando al festival. Y después de algunos años de no concurrir, por razones de salud, retorné el año pasado. Me sentí bien aunque ahora todo es diferente. Recuerdo que antes, por contrato, los artistas más conocidos debía departir con el público. Estar disponibles para la gente no sólo para sacarse fotos con quienes se lo solicitaban sino también para firmarles autógrafos”. 

Segundo premio
La señora Godoy logró en 1967, cuando comenzó a desarrollarse el Pre Monteros, el segundo premio del concurso de noveles compositores folclóricos, con la zamba “La del Tejar”. “El maestro Roberto Buffo, que fue director de la orquesta sinfónica de la UNT, adaptó su partitura para orquesta y le cambio el nombre por el de La Niña del Tejar.”, aclaró la autora del tema. “Ese año -continuó- el doctor José Miranda Villagra obtuvo el primer premio. Y Demetrio Oliva, se llevó el tercer premio, pero no se presentó a recibirlo”.

Inolvidable
La profesora Godo interpretó la zamba la noche de cierre del festival, que ese año se realizó en el club Ñuñorco, acompañada por el doctor Lucho Heredia y un bombisto. “Fue inolvidable. Algo que siempre está latente en mis pensamientos”, subrayó la hoy docente jubilada, que además de escribir poesía en otra época hoy experimentaron la pintura.

La zamba compuesta por Godo también fue interpretada por el coro de la Escuela Normal de Monteros, en un encuentro coral nacional, y en el último concierto que dirigió Buffo con la sinfónica de la Universidad Nacional de Tucumán.

El parlanchín Saravia
La formación de Los Chalchaleros compuesta por Juan Carlos (“Gordo”) Saravia, el rionegrino Ernesto Cabeza, Eduardo Polo Román y Ricardo Francisco “Pancho” Figueroa fue la que más sedujo a los monterizos. Cada vez que actuaron en “La Fortaleza”, por lo general se alojaban en la residencia de la familia Norry, ubicada en 24 de Septiembre 343, frente a la plaza Bernabé Aráoz. 

“El más parlanchín o mejor dicho conversador del grupo era Saravia. Le gusta darse con todos y acá es muy querido y reconocido”, destacó Clarisa Norry, que en la actualidad vive en la casa paterna.

La casa del doctor Remigio Norry estaba dotada de 14 habitaciones. Pero en realidad, su esposa, Clarisa Torres Dávila, era la anfitriona de la residencia.

Doña Clarisa, que era oriunda de Chilecito, La Rioja, era descendiente del general Dávila y en su casa quinta residieron el Indio Apachaca y Julio Di Palma, libretista y conductor del festival. También se alojaron los Hermanos Ábalos (Napoleón “Machingo”, Adolfo, Roberto, Víctor “Vitillo” y Marcelo “Machaco” Raúl Ábalos. Este último falleció el 7 de abril de 2000 y Roberto en noviembre de 2001). Los Abalos, dueños de un gran sentido del humor, son autores de temas como “Nostalgias santiagueñas”, “De mis pagos”, “Juntito al fogón”, “Agitando pañuelos” (el título de esta serie de informes), “Zamba de los yuyos”, “Chakay Manta”, “Chacarera del Cachi Mayo”, “Chacarera del rancho” y “Todos los domingos”.

Más huéspedes
“La salteña Julia Elena Dávalos también se quedaba en nuestra casa, que hoy sólo cuenta con nueve habitaciones en lugar de las 14 que disponíamos por entonces”, puntualizó Clarisa Luisiña del Carmen, quien a pesar de su soltería describió que es “madre del corazón” de un varón, César -vive en Río Negro- y de Claudia, que al convertirla en abuela una de sus hijas, ella ya se transformó en bisabuela.

Además de los nombrados también disfrutaron de las comodidades de la residencia Norry Polo Jiménez, Los Indianos y Los Hermanos Toledos, un conjunto de Santiago del Estero.

“Igual que mi madre a mi me gusta la música, soy profesora de teoría y solfeo. Pero más que nada me gusta bailar. Tuve la oportunidad de bailar con Santiago Ayala “El Chúcaro” y mi compañero en el ballet Monteros, César Carrizo, trajo a una hermana de Norma Viola a esta ciudad”. dijo la señorita Norry.


ENTRE BOMBOS Y GUITARRAS

- LA EDICION 49.- El Festival monterizo, el primero del NOA, el segundo en importancia -en determinado momento- después de Cosquín, lleva 48 ediciones realizadas desde que el 17 de noviembre de 1965, en el club Ñuñorco, se concretara el primer evento de esta naturaleza. El único año en el que no se hizo el festival fue 1977.

- ARTISTAS.- El año pasado, en el “48° Festival Monteros de la Patria, Fortaleza del Folclore”, la cartelera artística contó con la participación de El Chaqueño Palavecino, Facundo Toro, Los Amigos, Guitarreros, Matacos, Coroico, Rally Barrionuevo, Nacho y Daniel, Luciano Pereyra, Capuchón González (humorista), Los de Monteros, Rocío Romero y las Cuatro Cuerdas entre otros. También actuó el ballet oficial del festival dirigido por Daniel Carrizo.

- RÉCORD.- La octava edición de “La Fortaleza” fue todo un récord. Se vendieron 12.602 entradas. Primero se habían habilitado seis boleterías y después se agregaron otras cuatro. Ese año, 1972, actuaron Los Chalchaleros. En la segunda entrada cantaron Viene Clareando cuando ya estaba amaneciendo. También se presentaron los bailarines Santiago “El Chúcaro” Ayala y Norma Viola con su ballet.


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