Se hace camino al andar

Se hace camino al andar

El ex vicepresidente plantea los ejes esenciales sobre los que el frente UNEN va construyendo su propuesta política para un Estado federal en desarrollo - Julio Cobos / Columnista invitado

10 Agosto 2014
La semana pasada recorrí la mítica Ruta Nacional 40, desde Mendoza a Jujuy, atravesando además las provincias de San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán y Salta. En este andar por la ruta más federal de la Argentina, tuve la posibilidad de dialogar con vecinos de distintos pueblos, localidades y ciudades. Escuché, conocí, aprendí de las vivencias de cada uno de ellos.

Recorrer de extremo a extremo todo el territorio nacional tiene que ver con la participación de la gente, con sus opiniones, reflexiones, críticas y muestras de cariño; el contacto directo te da un plus en la búsqueda de alternativas y soluciones.

Palpar el federalismo y no dejarlo en algo meramente enunciativo nos permite soñar con una democracia cada vez más participativa y a la vez pretender construir entre todos un Estado que reconozca su pasado compartido, una cultura común, un presente de cohesión en la diversidad y de proyección del porvenir.

Los caminos integran social y culturalmente a los pueblos, los moldea, los hace únicos. Gobernar un país lleva intrínseca la obligación de conocerlo en plenitud y de identificar esas características. Además permite dialogar, dar a conocer propuestas, ideas y sueños para construir un objetivo común: el bienestar de la población.

En cada pueblo, más allá de sus diferencias y especificidades, los problemas estructurales de nuestro país están vinculados con la falta de seguridad, vivienda, salud, trabajo y educación de calidad. Entonces, quien llegue al próximo gobierno deberá emprender un largo pero sólido camino de políticas surgidas del acuerdo, del consenso, para solucionar estos problemas estructurales, pensando en el mediano y largo plazo; con el deber fundamental de colocarse al servicio del país y su gente.

Fortalecer lo institucional
Argentina debe consolidar el federalismo, hacerlo efectivo, palpable. La triada municipio-provincia-nación debe articularse para satisfacer estas necesidades y por sobre todas las cosas, ordenarse. Existe un evidente desfase debido a que se trasladan responsabilidades y no recursos, entonces se terminan invirtiendo los roles: la Nación hace calles y las provincias no pueden mantener sus responsabilidades básicas de pie, debiendo recurrir a la Nación, a veces, por vías no institucionales.

La única ruta posible, entonces es la basada en la certidumbre y la previsibilidad, para que el municipio esté cerca de la gente en lo cotidiano, las provincias -con recursos adecuados- cumplan con sus responsabilidades en educación, vivienda, salud y seguridad, y la Nación se abra al mundo con una mirada global, estratégica; con más ferrocarriles, autopistas y puertos.

Solo así forjaremos un Estado que genere condiciones para volver al desarrollo y el crecimiento, con más hechos que palabras; con acuerdos para construir metas colectivas. En ese recorrido por la Ruta 40 -nacional- vi cientos de kilómetros de ripio, con pueblos sin gas, ni suficiente agua, con escuelas sin calefacción. Esto debemos cambiarlo, a partir del fortalecimiento institucional como condición básica para cumplir las metas del conjunto.

Desarrollo económico
El camino de la economía debe estar consolidado en la desarrollo productivo y el trabajo genuino. Defendemos la idea de un Estado que trabaje codo a codo con el sector privado, y articule con cada uno de los sectores económicos del país. El sostenimiento y generación del empleo es prioritario y debe partir de un análisis realista del mercado, estableciendo un compromiso social entre todos los diferentes actores involucrados.

La desocupación genera vulnerabilidad social. Se dan cifras de la pobreza, sean del 40%, el 30% o el 15 % ,y no se “corporiza” al desocupado, se le quita entidad.

Sin embargo está ahí, al costado de la ruta. No son estadísticas ni números, son personas que sufren, que padecen, que no acceden a la educación que merecen, a la salud, al trabajo. Solo con trabajo y educación de calidad podremos derrotar a la pobreza. Hoy nos aqueja un gran problema: la inflación. La inflación se transforma en un impuesto que pagan todos los días asalariados, productores, policías, doctores y maestros. Debemos llevarla a un dígito en forma progresiva, cuidando que esto no signifique un avance del desempleo y la pobreza. Los subsidios y planes sociales requieren controles para que los beneficios lleguen a la gente que efectivamente los necesita y no se pierdan en intermediarios y la burocracia. El Estado debe reorganizar la calidad del gasto, con criterios de eficiencia y eficacia.

Cohesión social
La inseguridad no reconoce límites, golpea en las grandes ciudades y en los pueblos más pequeños. Se requieren respuestas integrales a partir de tres ejes: la prevención, las fuerzas de seguridad y la Justicia.

Hay que revertir las evidentes carencias en salud, porque es rol indelegable de quien gobierna otorgar las herramientas necesarias a la ciudadanía para que goce de un sistema de salud efectivo y de calidad.

La Educación es el camino para el desarrollo de una Nación, es la columna vertebral desde donde se desprenden las demás políticas sociales. En educación vamos a contramano de nuestra historia, porque cae día a día la calidad educativa. Debemos establecer -y sostener en el tiempo- políticas de Estado, porque los cambios en esta materia demandan tiempos distintos a la dinámica social y política.

Sostenemos la premisa prioritaria de los chicos en la escuela aprendiendo y maestros bien remunerados y capacitados que enseñen en ella.

Herramientas hay, desde las más simples como poner un libro en las manos del niño a otras más complejas como hacer efectivo en todo el país la doble escolaridad, especialmente en zonas vulnerables.

Este es el camino que desde el Frente Amplio UNEN proponemos recorrer, con reglas claras y durables, que den previsibilidad y confianza a la sociedad. Donde la honestidad sea moneda corriente y los controles sean puntillosos, un peso que se pierde en la corrupción es un peso que no llega a una escuela, a un centro de salud, a una comisaría.

Queremos que la Justicia tenga plena libertad para investigar y encarcelar a quienes cometan actos de corrupción y así erradicar este mal que tanto daña al sistema democrático.

Esta idea de bienestar de la sociedad, basado en una mayor equidad, con una economía generando recursos y empleo, con un Estado protagonista, transparente y con controles, es el camino que toma UNEN. Un frente amplio porque es inclusivo y no exclusivo; con un diálogo propositivo, no impositivo y con diferentes posturas que se enriquecen sin desacreditarse entre sí. Será un camino largo como nuestra ruta nacional 40, con tramos difíciles, senderos escarpados y grandes desafíos, pero con destinos que nos permiten soñar, porque pueden ser maravillosos. De nosotros depende, de quienes creemos que, como dice el poeta, se hace camino al andar.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios