El interior vivió su propia fiesta

El interior vivió su propia fiesta

A lo largo y a lo ancho de la provincia se celebró la clasificación de la Selección a semifinales

CARAVANA DE ALEGRÍA. Los jóvenes le dieron color y los autos rodearon la plaza de Concepción. CARAVANA DE ALEGRÍA. Los jóvenes le dieron color y los autos rodearon la plaza de Concepción.
CONCEPCIÓN.- La fiesta fue desbordante y la vivieron niños, adultos y ancianos, sin ningún tipo de distinciones. Una verdadera legión de hinchas con camisetas, gorros y banderas celestes y blancas que se movilizó en motos, autos, camionetas y al grito ensordecedor de “Argentina, Argentina”.

Las cornetas, bocinas de los autos y el ruido de las motocicletas retumbaron hasta el hartazgo, pero no se escucharon quejas ante tanto alboroto.

La “Perla del Sur” quedó envuelta en un delirio indescriptible inmediatamente al culminar el partido, en el que el seleccionado nacional de fútbol ganó ante los belgas. De esta manera pasó a semifinales del Mundial de Fútbol que se disputa en Brasil, por primera vez después de 24 años.

Los bares y restaurantes estuvieron repletos durante el cotejo. El prematuro gol de Gonzalo “Pipita” Higuaín generó el primer estruendo entre los tensos espectadores, que seguían el encuentro desde modernos y amplios televisores. Fue el prólogo de lo que vendría.

El partido culminó y enseguida estallaron las voces de aprobación y los aplausos. Después la gente comenzó a ganar las calles.

“Ahora estamos a un partido de ser finalistas. Hoy el equipo demostró que puede ganar otra vez la copa”, se despachó contenta Miriam Prieto, envuelta en una bandera Argentina.

“Es emocionante ver a todos contentos y unidos por el sentimiento que genera el fútbol” reflexionó, por su parte, Ariel Centeno.

Los que se quedaron en casa se sumaron al festejo desde los balcones o las ventanas haciendo agitar banderas o banderines.

La celebración también fue impactante en casi todos los pueblos y ciudades del interior tucumano. No se informó sobre incidentes o accidentes.

En Aguilares, según comentaron varios lectores, la locura duró varias horas y la plaza de la ciudad quedó totalmente colmada de gente. Desde hace mucho tiempo que no se vivía un acontecimiento de estas características.

Los monterizos también animaron una interminable fiesta. Los más memoriosos reconocen que la última vez que se vivió algo así fue en 1990, cuando la Selección llegó a ser finalista en el Mundial de Italia.

La tranquilidad que normalmente se vive durante la siesta en Tafí del Valle quedó alterada por culpa de la Selección. Lugareños y visitantes festejaron la clasificación a semifinales del equipo que dirige Alejandro Sabella. La mayoría de los extranjeros que se encontraban en los valles, según precisaron los vecinos de la zona, prefirieron seguir paseando y conociendo los bellos paisajes, en lugar de mirar el encuentro.

El mismo problema
En Concepción, lo llamativo de la jornada fue la cantidad de personas que debieron hacer largas colas para acceder a los pocos cajeros automáticos que ayer tenían dinero. Empleados públicos u otros usuarios que permanecieron en fila hasta durante el partido debieron seguir el cotejo por radio o mediante de sus celulares.

No obstante, el triunfo de la Selección y el histórico pase a semifinales sirvieron para apaciguar los ánimos caldeados de los usuarios concepcionenses.

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