Para “coparse”

SAN LUIS.- Es la hora. San Lorenzo y River van por todo. Desde las 21.15 se enfrentan en suelo puntano para el mano a mano que definirá su participación copera en el futuro más cercano.

A diferencia del año pasado, cuando Vélez derrotó a Newell’s en Mendoza, este año la final entre ambos campeones (el “ciclón” del Inicial y el “millonario” del Final) no contará como título oficial. Sin embargo, sobrará incentivo porque además de la clasificación para el certamen internacional de la Copa Sudamericana, el ganador de esta noche también podrá asegurarse un lugar en la Supercopa Argentina, que se jugará con el campeón de la Copa Argentina 2013-2014. Así que, los equipos saldrán a la cancha con objetivos de sobra a la vista.

¿Otro estímulo? Claro, Fabricio Fontanini lo tiene muy en cuenta: “queremos ganar esta final como sea porque es un clásico también”, recordó el defensor de un San Lorenzo que llega fatigado por su participación en la Libertadores, pero con la fuerza suficiente para dar pelea en un duelo tan clave. “Aquello es algo duro porque no tuvimos descanso, sino que venimos de muchos partidos, pero queda esta final también”, insistió el defensor.

En la vereda del frente también tienen en cuenta todos los detalles. “Queremos ganar la Súper Final ante San Lorenzo. Soy hincha de River y quiero que el equipo siga ganando y sea protagonista. Me gusta que el equipo esté creciendo y tenga mentalidad ganadora. En River siempre tenés que demostrar, pero tenemos que mantener la calma y la tranquilidad”, dijo Ramón Díaz tratando de contagiar interés en su plantel, pero sin apurar o acelerar los nervios. Eso les jugará en contra.

Y por si faltaban motivos para dejar la vida hoy, el que agregó uno a la lista fue el DT de San Lorenzo. “Aquella vez, cuando River nos ganó por el Torneo 1-0, jugamos un mal primer tiempo. Yo me equivoqué en poner algunos jugadores que venían cansados de la Copa y recién conocíamos al plantel. Esto no es una revancha, pero... Sería bueno ganar”, declaró Edgardo Bauza, que no ve con mala cara equiparar la balanza de 2014 ante River. Tiene una oportunidad única.

Por todo estos, la misión es compartida esta noche: dejar de lado el cansancio, postergarlo para sanarlo luego en el receso. Los réditos serán chances y más chances de gloria. (Especial)