Es menor la calidad de la materia prima

Es menor la calidad de la materia prima

El Grupo Caña de Azúcar del INTA Famaillá estimó la evolución de los cañaverales en Tucumán, en los primeros días de este mes. La zona Centro tiene la mejor maduración

23 Mayo 2014
Entre el 6 y el 8 del corriente mes, el Grupo Caña de Azúcar del INTA EEA Famaillá -con el apoyo de las Agencias de Extensión Rural Monteros, Aguilares, Simoca y Banda del Río Salí- estimó la evolución de los rindes sacarinos en los cañaverales comerciales de Tucumán. El muestreo incluyó 26 localidades representativas del área cañera de la provincia, considerando las 4 variedades de mayor difusión a nivel comercial.

Se recolectaron 170 muestras, que fueron acondicionadas para su molienda a partir de tallos limpios, pelados y despuntados correctamente. Los principales parámetros de calidad analizados fueron Pol % Caña, Pureza y Rendimiento Fabril Teórico (RFT %), agrupados por zonas geográficas.

En los Cuadros 4, 5 y 6 (que acompañan esta información) se exponen los valores obtenidos de las variedades de mayor difusión en el cultivo, en orden descendente por “calidad sacarina (RFE)”.

En el Cuadro 7 (imagen inferior) se comparan los resultados obtenidos en este segundo muestreo general de 2014, con los de la campaña anterior y el último quinquenio, en equivalentes a localidades, variedades y época de muestreo.

En relación al mismo período de muestreo de la campaña anterior, este segundo monitoreo de 2014 registra valores de calidad de la materia prima inferiores en alrededor de 1,1 Punto de Rendimiento para los principales parámetros analizados.

Como es de esperarse, LCP 85-384, el cultivar más difundido en la provincia, experimenta una evolución favorable respecto del mes anterior, con un crecimiento de 1,4 punto de rendimiento.

Lo mismo ocurre en el resto de las variedades, manteniéndose RA 87-3 con valores superiores a “384” y quedando más retrasadas Tuc CP 77-42 y L 91-281.

La zona Centro presenta los mejores valores madurativos, donde hay que destacar cierta homogeneidad entre las localidades.

Los valores más altos se registran en Simoca, Balderrama, Isla San José y Río Colorado, quedando relegada Famaillá con los valores más bajos de la zona.

La zona Noreste continúa expresando el mayor atraso madurativo, con 1,1 punto de diferencia por debajo de la Centro. Dentro de esta zona, los mejores valores se expresan en La Ramada de Arriba y Macomita, revirtiendo la tendencia de los últimos años.

La zona Sur también cuenta con valores inferiores a la Central, en cerca de medio punto. Las localidades muestran un poco más de variabilidad, destacándose con muy buenos valores Gastona, Atahona y Ciudacita, en la región de la llanura central, y Alto Verde en el pedemonte.

Paso del tiempo

Cabe destacar que la evolución de abril a mayo, discriminando zonas y variedades, es de 1,45 punto, en promedio. Se trata de una mejoría uniforme entre zonas, donde se destaca el progreso de L 91-281 en cuanto a las variedades. Comparando la evolución abril-mayo del último quinquenio, se observa que la de esta campaña, junto a la del 2012, es la de menor evolución intermensual con una cifra de 1,44 puntos de RFT% en el 2014.

Las variables climáticas, en su conjunto, no acompañaron para lograr una mayor evolución en los rindes durante abril. De acuerdo a información proporcionada por el Observatorio Agrometeorológico del INTA Famaillá, los factores de mayor incidencia fueron la ‘heliofanía efectiva’ (presencia de brillo solar durante el día, sin ausencia de nubosidad), que fue de 2 horas, cuando el promedio histórico es de 4,4; la ‘heliofanía relativa’, expresada en 17%, mientras el promedio histórico es de 38%. Estos valores muestran la poca cantidad de luz que hubo durante el mes. Otro elemento fue la ‘amplitud térmica’, que alcanzó una diferencia de 8,2°C, promedio entre la máxima y la mínima, cuando el promedio es de 9,7°C.

Estas condiciones incidieron para una lenta evolución de la etapa de maduración del cañaveral, que registró una tasa de acumulación intermensual baja, inferior al promedio de los últimos 5 años y, aún más, al año anterior.

Por otro lado, se debe tener en cuenta que, este año, en particular, presenta cañaverales con menor desarrollo por falta de precipitaciones, especialmente entre fines de enero y principios de febrero.

A partir de las lluvias de marzo y abril se retomó la fase de crecimiento, lo que explica, en parte, el retraso en el inicio firme de la etapa madurativa.

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