17 Abril 2014
MOMENTO CUMBRE, Bale ya le ganó en velocidad a Bartra y apunta para disparar entre las piernas de Pinto, derecho al gol. reuters
VALENCIA.- Aquello que nadie imaginó jamás finalmente ocurrió. Una vez, Barcelona fue el más triste de todos los equipos del planeta, con Lionel Messi perdido en la cancha y un Gerardo Martino que si llegaba a la gran final con la soga al cuello por los dramas de Champions League y Liga, entonces ayer terminó de asfixiarse. Real Madrid, nada menos, le dio el tiro de gracia a un equipo que sólo contaba con la Copa del Rey para reivindicarse y salvar el comienzo de año. Pero, nada. Ni eso pudo el “culé”, que tuvo que ver al “merengue” alzar la corona, festejar a lo grande el 2 a 1, y en su cara.
La obra maestra en esta historia no fue de Cristiano Ronaldo, ausente para la cita, fue de “Usain” Bale, el gran Gareth, esa figura por la que “la casa blanca” pagó millones y millones y que ayer pudo validar al máximo la compra. El galés fue un rayo que arrancó en su campo y se mandó dejando sin piernas al pobre de Bartra, que minutos antes había agitado la esperanza “blaugrana” con un buen cabezazo (el del empate). La corrida de Bale con posterior “cañito” a José Manuel Pinto, fue la frutilla del postre “merengue”.
Con Messi totalmente en otra (porque no apareció), el que pudo llevar la historia al alargue fue Neymar. Pero el poste, a los 89’ le negó la gloria y terminó de derrumbar a “Tata” y cía. Tan tremenda fue la acción que el mismo Iker Casillas le agradeció al palo izquierdo, con una caricia.
En el cuento de hadas soñado por todo Real Madrid hubo un argentino que a diferencia de Messi y Javier Mascherano dijo presente: Ángel Di María. Por “Fideo” comenzó ganando de arranque el “blanco”, con otra corrida fundamental y un disparo no del todo exquisito, pero que sirvió para dejar pagando a un Pinto, más “pintado” que nunca.
Real Madrid terminó aprovechándose del más flojo de los últimos Barcelona. Como Atlético Madrid por la Liga de Campeones y el débil Granada en la Liga española, el “merengue” se volvió temible victimario, con todo lo que eso implica por tratarse de un clásico de los clásicos. En conclusión, lo hundió en un pozo del que se hablará largo tiempo. ¿Cómo saldrá de esto Barcelona? ¿Será el fin tan anunciado de Martino? (Especial)
La obra maestra en esta historia no fue de Cristiano Ronaldo, ausente para la cita, fue de “Usain” Bale, el gran Gareth, esa figura por la que “la casa blanca” pagó millones y millones y que ayer pudo validar al máximo la compra. El galés fue un rayo que arrancó en su campo y se mandó dejando sin piernas al pobre de Bartra, que minutos antes había agitado la esperanza “blaugrana” con un buen cabezazo (el del empate). La corrida de Bale con posterior “cañito” a José Manuel Pinto, fue la frutilla del postre “merengue”.
Con Messi totalmente en otra (porque no apareció), el que pudo llevar la historia al alargue fue Neymar. Pero el poste, a los 89’ le negó la gloria y terminó de derrumbar a “Tata” y cía. Tan tremenda fue la acción que el mismo Iker Casillas le agradeció al palo izquierdo, con una caricia.
En el cuento de hadas soñado por todo Real Madrid hubo un argentino que a diferencia de Messi y Javier Mascherano dijo presente: Ángel Di María. Por “Fideo” comenzó ganando de arranque el “blanco”, con otra corrida fundamental y un disparo no del todo exquisito, pero que sirvió para dejar pagando a un Pinto, más “pintado” que nunca.
Real Madrid terminó aprovechándose del más flojo de los últimos Barcelona. Como Atlético Madrid por la Liga de Campeones y el débil Granada en la Liga española, el “merengue” se volvió temible victimario, con todo lo que eso implica por tratarse de un clásico de los clásicos. En conclusión, lo hundió en un pozo del que se hablará largo tiempo. ¿Cómo saldrá de esto Barcelona? ¿Será el fin tan anunciado de Martino? (Especial)
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