Volvieron a robar un caballo usado para ayudar a niños enfermos

Volvieron a robar un caballo usado para ayudar a niños enfermos

El equino fue recuperado por sus propios dueños. Una de las víctimas cuenta su experiencia.

FINAL FELIZ. Bucanero fue recuperado 24 horas después. FOTO TOMADA DE FAN PAGE OFICIAL FINAL FELIZ. "Bucanero" fue recuperado 24 horas después. FOTO TOMADA DE FAN PAGE OFICIAL
10 Abril 2014
No es la primera vez -ni la última, vaticinan las propias víctimas, resignadas- que malvivientes entran a Fundación La Vidalita y sustraen un caballo. Esta semana, el hecho se volvió a repetir, como hace menos de un año, cuando una yegua desapareció de las instalaciones.

"Buscamos a Bucanero", escribieron este lunes en su página de Facebook oficial voluntarios del organismo que ofrece equinoterapia para chicos y adultos mayores enfermos. Adjuntaron algunas fotos del desaparecido potrillo para agilizar la búsqueda que, por suerte, tuvo un final feliz.

"Bucanero" había sido sustraído de la granja, ubicada a la vera de la ruta 305, en Las Talitas, alrededor de las 15 del lunes. Inmediatamente se comenzó un operativo de búsqueda intenso a través de las redes sociales, que es el ámbito escogido por los miembros de la fundación para obtener mejores resultados. Es que, según ellos, de esa forma se obliga a los ladrones a no mover demasiado a los caballos robados a riesgo de que alguien más los reconozca y haga la denuncia.

El potrillo fue recuperado un día después por la propia dueña, luego de discutir con los ladrones. "Los autores son casi siempre los mismos, eso nos ayuda a saber dónde encontrarlos", cuenta Arturo Orlando, uno de los voluntarios de la fundación. "La dueña de la fundación iba en su auto cuando divisó al caballo, que iba montado por uno de los ladrones. Le cruzó el auto y lo frenó. Luego de una pequeña discusión pudimos recuperarlo", agrega.

No es la primera vez que malvivientes actúan en el predio. Dos caballos, entre ellos el propio "Bucanero", fueron robados cuatro veces cada uno. Orlando recuerda una de las veces que recuperaron a "Baguala", una yegua. El caso fue reflejado en nuestra versión digital en agosto del año pasado. "La nota en LA GACETA ayudó a que los ladrones no la movieran más. Tuvimos que negociar; la compramos", confiesa.

Los robos son casi una resignación para quienes trabajan en La Vidalita. "No hay lugares 100% seguros", aseguran. La granja mide 10 hectáreas y está cercada con alambres para que los animales se desplacen sin salir hacia la ruta. Mantener a los caballos encerrados en boxes es demasiado caro y, paradójicamente, es el momento que los malvivientes eligen para robarlos.

En cuanto a la actuación de la Policía, desde el organismo afirman que siempre está a disposición, pero que sus tiempos no ayudan. "Hasta que sale la orden de allanamiento se pierde el rastro del animal. Por eso lo terminamos recuperando nosotros", cuenta Orlando.

El destino de los caballos robados es dispar. La mayoría de los casos, según miembros de la fundación, se usan para tirar carros. El peor escenario, dependiendo las condiciones del equino, termina siendo el frigorífico.

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