Una singularidad judicial
Los periodistas abrieron grandes los ojos. Un tribunal dicta una sentencia sobre un caso cuyas vicisitudes fueron analizadas por otro tribunal. Se trata del caso Verón, en el que hubo ayer condenas de entre 10 y 22 años para los acusados, que hace un año y cuatro meses habían sido absueltos en otra sentencia luego anulada. -“¿Hay algún antecedente en este sentido?”, le preguntaron al periodista. -“No, que yo sepa”, respondió. La disidencia de uno de los camaristas en el fallo dejó un sinfín de preguntas sobre la Justicia. Ya se sabía desde la mañana que este era el tema de nuestra edición, y que además debía ocupar gran parte de la portada (apenas queda espacio para el anuncio del paro y para la nota sobre la crisis de tránsito en Concepción). Pero de las noticias de ayer sobre la compleja causa de la desaparición de Marita Verón quedó la sensación de que acaso una etapa se ha cerrado, mas muy poco se ha resuelto: aún queda un largo, complejo e incierto camino.

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