Fuerte réplica del sismo en Chile vuelve a disparar alerta de tsunami

Fuerte réplica del sismo en Chile vuelve a disparar alerta de tsunami

El nuevo temblor fue de 7,8 grados en la escala Richter. Las regiones afectadas son las de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.

DAÑOS. La fuerza de las olas y el movimiento sísmico terminaron apiñando vehículos y un barco pesquero en la orilla del mar, en el puerto de Iquique.  DAÑOS. La fuerza de las olas y el movimiento sísmico terminaron apiñando vehículos y un barco pesquero en la orilla del mar, en el puerto de Iquique.
03 Abril 2014

SANTIAGO.- Un sismo de magnitud 7,8 sacudió anoche la zona norte de Chile, en una réplica del terremoto que remeció a la misma región en la víspera, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).

El movimiento telúrico activó una nueva evacuación preventiva del borde costero nacional por un posible tsunami "menor", en medio de la alarma de la población que se digirió a zonas más altas en Iquique, Arica y localidades menores.

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La presidente de Chile, Michelle Bachelet, tuvo que ser evacuada en Arica. Además de la mandataria, ya comenzó la evacuación de miles de personas en todo el borde costero del país.

El martes un terremotode magnitud 8,2 azotó el norte del país, causando la muerte de al menos seis personas, y fue seguido por un tsunami de mediana envergadura que no ocasionó daños importantes, según las autoridades.

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Ayer, miles de personas retornaban a sus hogares tras ser evacuadas luego de un potente terremoto y tsunami que sacudió el norte de Chile, mientras el amanecer develaba la magnitud de los daños en una zona declarada en estado de catástrofe y el país buscaba volver a la normalidad.

El sismo de magnitud 8,2 tuvo su epicentro en el Océano Pacífico a 86 kilómetros al noroeste de la ciudad de Iquique y a unos 20 kilómetros de profundidad, lo que fue seguido por un tsunami de olas menores. La armada chilena levantó ayer a la mañana la alerta de tsunami que mantenía para la zona norte y centro del país.

El desastre provocó seis muertos (por caídas, infarto o aplastamientos en Iquique y Alto Hospicio), incendios acotados, derrumbes en rutas e inundaciones en el borde costero, que evocaron el devastador terremoto de magnitud 8,8 y potente tsunami de hace cuatro años que dejó más de 500 muertos en el sur del país.

La presidenta chilena, Michelle Bachelet, decretó zona de catástrofe en el área afectada, lo que implica el desplazamiento del Ejército y de la Policía para coordinar en el terreno la entrega de ayuda y la mantención del orden público tras la fuga de 300 presas de una cárcel en medio del sismo.

“El balance total de los daños podremos conocerlo cabalmente, con mayor claridad, con el paso de las horas. Y también cuando se pueda recorrer con la luz del día las zonas afectadas”, dijo Bachelet. No hay aún un cálculo sobre el valor de los daños, pero la declaración de estado de catástrofe en la zona permite acceder a fondos de emergencia para reconstrucción.

“No hay restricciones en el uso de recursos para enfrentar la emergencia”, dijo el ministro de Hacienda, Alberto Arenas. La Presidenta voló a Iquique, en el extremo norte, para evaluar los daños y supervisar los esfuerzos para restablecer servicios como la electricidad y el agua interrumpidos por el sismo. Más de 2.600 viviendas fueron dañadas por el movimiento telúrico.

El terremoto no afectó de forma importante a la minería, crucial fuente de ingresos para Chile, el mayor productor mundial de cobre, pero provocó la evacuación de 970.000 personas a lo largo de 4.000 kilómetros de costa. Ayer regresaron paulatinamente a sus hogares. Bachelet, quien asumió hace sólo tres semanas, presidió una reunión de un comité de emergencia en Iquique.

“Ha sido ejemplar la manera de enfrentar un terremoto y un tsunami”, dijo. “Nos han dado un gran ejemplo a todos, de cómo se actúa de manera conjunta, siguiendo el plan tal cual estaba establecido”, insistió.

Sin clases

Las clases fueron suspendidas, mientras que el suministro de energía regresaba paulatinamente en las ciudades afectadas. En Iquique, miles de personas regresaron poco a poco a sus casas, tras una noche a la intemperie en cerros y plazas. “Lo perdimos todo”, dijo con resignación el pescador José Valdés. “Sólo pudimos reflotar lo que quedó de la lancha”. (Reuters-DPA-especial)

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